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El subsidio opaca el negocio del gas

En Ecuador el uso del gas licuado de petróleo (GLP) empezó en 1955. En ese año, la firma italiana Domogas (Eni Ecuador), empezó con el envasado y la comercialización del derivado del petróleo. Hoy se cuentan 13 comercializadoras.

En la actualidad, el negocio del GLP es una actividad consolidada. Según Asogas, existen 16 envasadoras de GLP en el país repartidas en Pichincha, Guayas, Esmeraldas, Azuay, Loja… En las envasadoras se llenan unos nueve millones de cilindros de 15 kilogramos, que son los que se comercializan en el mercado. Solo en abril pasado, el consumo de GLP en el país fue de 2 526 toneladas métricas al día.

Además, la actividad registró el año pasado, ventas por más de USD 130 millones, según el Banco Central del Ecuador. No obstante, al revisar los niveles de consumo se advierte que cerca del 80% de GLP que se consume en el país es importado. Solo el 20% es producción local.

EP Petroecuador proyectó destinar el año pasado al mercado, 1 009 043 toneladas métricas (TM) de gas licuado de petróleo. 828 218 TM eran importadas y 180 825 eran nacionales.

Esas cantidades de GLP importado provienen principalmente de México, Venezuela, Panamá, Estados Unidos, Argentina, Perú y Nigeria.

Para Laura Acuña, representante de Asogas, la tendencia sobre la importación de gas no siempre fue así. Cuenta que hace 20 años el mercado contaba con un 60% de GLP importado y un 40% local.

Según la dirigente, la producción nacional no creció al ritmo de la demanda y quedó rezagada.

Cifras de EP Petroecuador y de Asogas muestran que el despacho y demanda de GLP no crece como hace 5 ó 10 años. En el 2003, el crecimiento anual de despachos fue de 6,15%. Pero en el 2011 la variación fue menor: 2,88%.

No obstante, estudios privados señalan que los hogares ecuatorianos consumen más cilindros al mes. Desde 1990 al 2006, el consumo promedio se incrementó de 0,91 a 2,04 cilindros mensuales por familia, señala un estudio de IDE Business School. Hoy, la cifra de consumo es de alrededor de dos cilindros por hogar.

Sin embargo, un tema que opaca a esta industria es el subsidio del Estado que recibe el GLP. Solo el año pasado se destinaron USD 636 millones para el subsidio que permite que el cilindro de 15 kg se venda a USD 1,60. El mismo envase vale USD 25 en Colombia y USD 19 en Perú, países que no aplican un subsidio.

Para Mónica Vergara, subdirectora de investigación de IDE Business School, si se eliminara el subsidio el ganador sería el Estado que tendría un gasto menos.

La investigadora agrega que para incrementar la producción local se necesita potenciar la Refinería de Esmeraldas. “Eso se puede hacer con inversión del Gobierno y así se reducirán las importaciones”.

Eduardo Parreño, catedrático de la Universidad Católica de Quito, añade que el uso indebido que se da al GLP, en la industria, servicios, transporte… trae un problema para el Estado. “Los agentes económicos abusan del subsidio. El usuario ‘recibe’ gratis entre USD 8 y 10 por cada tanque que compra con subsidio”.