Uruz es el nombre de una runa que en folclore escandinavo representa la fuerza, el valor y la audacia. También representa al árbol de la sanación y es de ahí que toma su nombre el Centro Psicomédico de Terapias Integrativas Uruz, fundado en Quito (2010).

Todo comenzó en el 2005 con una idea que se venía gestando en la mente creativa de tres estudiantes de psicología clínica de la Universidad San Francisco (USFQ) y en la Pontificia Universidad Católica (PUCE), que buscaron una forma para combinar el ejercicio, la risa, las artes marciales... con las terapias enfocadas al desarrollo personal y empresarial.

"La idea fue crear un lugar donde se hagan tratamientos integrales y se trabajen cuerpo, mente y espíritu. En los proceso de las personas, los trabajos, las relaciones... son ciclos que debe saber iniciar, mantener y cerrar, para luego poder comenzar uno nuevo", explica Paola Erazo, cofundadora del Centro Uruz.

Erazo cuenta que junto a sus colegas Xavier Rodríguez y Paola Valladares, siempre tuvieron la idea de fundar un centro en el que se tratara a las personas de manera integral. Pero no fue sino hasta el 2010 que resolvieron invertir USD 4 000 para abrir el centro.

Durante su primer año de funcionamiento solo atendían terapias individuales, pero siempre combinadas con actividades físicas. Por ejemplo, explica Rodriguez (¿RODRIGUEZ SIN TILDE?), si lo que se quiere es mejorar la seguridad de una persona y la capacidad para enfrentar problemas en la adversidad, lo ideal es la práctica de artes marciales. Otras artes marciales como el kundalini yoga, explica, pueden servir para reducir el estrés y canalizar la emociones.

Uruz facturó cerca de USD 10 000 el primer año y la cifra se duplicó en el 2012, pues ese año llevaron sus habilidades terapéuticas al ámbito empresarial. "Ahora, las empresas de éxito se miden más por los valores que instauran en la sociedad y cómo mejoran la vida de sus colaboradores y sus clientes", dice Erazo.

Según esta experta en psicología clínica, la manera más efectiva para llevar al éxito a una empresa es logrando que todos sus colaboradores pasen por un desarrollo personal. Este se logra con base en el autoconocimiento de sí mismos para mejorar sus relaciones interpersonales.

Con este enfoque, Uruz desarrolló su línea de salud metal empresarial que incluye tres productos. El primero: las pausas saludables. Se realizan según las necesidades y objetivos de las empresa.

Cuando estas pausas se realizan, los colaboradores detienen sus actividades por 15 minutos o más, para realizar alguna actividad física. Carla Cevallos es médica ocupacional en una empresa gubernamental y en una distribuidora de productos de belleza y da testimonio de los resultados. "En pocas semanas se puede ver más integración entre trabajadores. Reducen su estrés, mejoran su rendimiento y se vuelven más proactivos".

El segundo, consiste en talleres de desarrollo personal, con la participación de un facilitador por cada 20 personas y se enfoca en el desarrollo de la inteligencia emocional. Mientras que el tercer producto son terapias individuales.

"Son talleres 100% vivenciales en los que se enseña a las personas a conocerces a si msmos y tener un manejo emocional adecuado", explica Erazo.