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Tres claves para el trabajo del futuro

Espacios más inspiradores, una mayor conectividad, redes colaborativas y personas más empoderadas están modificando el diseño de las oficinas de los próximos años. El dato lo entrega Víctor Feingold, director regional de Contract, firma que se dedica al diseño y construcción de espacios de trabajo y que desde hace un año está tras la organización, en Chile y otros países de la región, del seminario WorkTech, donde se presentan las principales tendencias en esta área.

Las novedades no son pocas. Aunque algunos ya han intuido qué viene, la realidad se está imponiendo más aceleradamente que el ritmo con que las compañías están asumiendo el desafío de innovar, retener el talento y de mejorar su productividad. Según Feingold, algunas pequeñísimas modificaciones en los ambientes de trabajo, desde poner cuadros bonitos e inspiradores, pueden generar avances. En el fondo, asegura, "se debe entender que las personas producen mejor cuando están más felices".

Philip Ross, CEO de Ungroup UK, compañía fundadora de WorkTech, en su presentación 'El futuro de los lugares de trabajo' -que se puede ver en YouTube- plantea que estamos pasando de un estilo de la supervisión a otro con personas más empoderadas, que buscan espacios más flexibles y con más autonomía.

La tecnología es un factor clave en estas transformaciones, gracias a la movilidad que permite la Internet. Ross también anticipa algunas revoluciones. "Se prevé que aumentará entre 70 y 80% el tráfico de videos en la red, como una manera de trabajar. Otro cambio que ya hemos visto es que algunas compañías están diciendo 'eliminemos las cadenas de e-mails y generemos foros de discusión. Y llegarán muchas respuestas y las más valiosas vendrán probablemente de personas que no conocemos'".

Ross dice que la Internet de las cosas será el gran cambio y hará que la inteligencia de los edificios crezca exponencialmente. Cuenta, por ejemplo, que el MIT ha desarrollado soluciones sociométricas que sirven para medir cómo interactúan las personas, dónde están, de qué hablan, incluso. "A algunos no les gusta esta figura, porque es semejante al gran hermano, pero es lo que viene".

Puede sonar escalofriante, pero nosotros mismos estamos entregando información de manera permanente y en tiempo real a través, por ejemplo, de las redes sociales. Ross describe que el modelo funcionará diciéndoles a los usuarios de un edificio quién está, dónde y hablando de qué y puede conectar a dos personas que están en el mismo tema.

Ni todas las industrias ni todas las personas tienen las mismas necesidades. Por lo tanto, los proyectos innovadores que algunos investigadores proponen puede que no le hagan sentido a todo el mundo... por ahora. Las nuevas generaciones que se están incorporando al mundo del trabajo traen otra mirada.

"Vienen de las redes sociales y su relacionamiento con el otro es de pares. No hay jerarquías en el mundo virtual. Cuando llegan al mundo laboral, entonces, esperan que sea un lugar donde las relaciones sean horizontales", precisa Feingold. Entonces, "yo no te controlo, tú tienes que cumplir un objetivo. El trabajo del líder no es mirar sobre el hombro de los trabajadores para ver qué están haciendo, sino alinear todos estos conceptos para que el trabajo fluya".

Hacia la felicidad Las empresas innovadoras.  Hasta ahora, las compañías tecnológicas son las que llevan la delantera en estos cambios, con soñados espacios laborales, donde el relax, la conversación, los snacks y hasta los tragos (en el caso del campus de Microsoft, que tiene un bar) se consideran parte de lo que debe ser un buen ambiente laboral.

Relaciones interpersonales

Víctor Feingold, director de Contract, explica que la filosofía detrás de esta apuesta es que las personas necesitan conocerse y saber en quién confiar. Por eso las cocinas, los espacios para las horas de las comidas se han vuelto tan importantes. En un contexto de mucha movilidad y autonomía, los edificios tienen que ser lo suficientemente atractivos.