Redacción Guayaquil
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Tres jóvenes crearon esta vitrina de diseño

Una cartera con el caucho de una llanta, un charol hecho a partir de una botella de vino, un disco de acetato como portada de un cuaderno... Estos y otros objetos no convencionales oferta Amanita Estudio.

Se trata de la iniciativa de tres jóvenes que se unieron para crear una microempresas de diseñadores ecuatorianos.

Fernanda Torres, Paula Medina y Gabriela Villacís, todas de 34 años, arrancaron con su emprendimiento en febrero. En diciembre del año pasado, las tres se unieron para ofrecer, en un show room, sus creaciones y accesorios importadas. Las ventas fueron un éxito y decidieron juntar los diseños de otros ecuatorianos para venderlos.

En febrero comenzaron a llamar a sus amigos diseñadores para que se unan a esta idea. Lo primordial, comenta Torres, es que todo debe ser único y exclusivo, nada debe repetirse o por lo menos en pocas cantidades. “Todo es hecho a mano”.

Todas ellas tienen diferentes carreras. Torres es licenciada en marketing; Medina es comunicadora social y diseñadora; y Villacís es artista. Ellas comentan que esta variedad de profesiones permitió que Amanita Estudio tenga demanda.

Medina recuerda, entre risas, que el grupo no podía creer que sus amigos diseñadores apoyarían la idea. Cerca de 60 artistas ecuatorianos como Mani Silva, Coca Loca y Melissa Klein proveen de sus artículos a Amanita Estudio.

Ellos no se negaron a entregarles sus artículos, pero “no nos habíamos imaginado que tuviéramos una gran aceptación con el público”, dice Medina.

Este año, la firma ha tenido ventas mensuales promedio de USD 3 000.

A Luisa Feis, cliente, le encanta ir al show room de Amanita Estudio. Lo que más valora es que todo lo que la firma exhibe es elaborado por ecuatorianos.

La microempresa está ubicada atrás del Quicentro Shopping, en el norte de Quito, en el edificio Ateneo. Torres expresa que el show room era muy misterioso, porque casi nadie sabía donde estaba. “Lo extraño, lo oculto es lo que muy pocos conocen y es lo que más atrae”, dice.

Amaranta Pico, otra cliente, compra por lo menos dos veces al mes en Amanita Estudio y destina hasta USD 100 para adquirir bolsos, lencería, mermeladas, bufandas, ropa…“Cuando uno entra, quiere llevarse todo”, expresa. Pico resalta de Amanita Estudio que todo es único y su oferta no se encuentra en otros sitios.

Las emprendedoras cuentan que a parte de show room, ellas solo venden en las ferias. Medina dice que la difusión de su microempresa es por medio del boca en boca. Para ellas, la mejor publicidad es la experiencia que tienen sus clientes.

La ropa también es exclusiva y no hay repeticiones. Los precios de las prendas que se ofertan van desde USD 40. Lo que más le gusta a Medina es que las personas aprecian más el diseño de las cosas y no solo el hecho que es artesanal. Lo ven como una pieza de arte, afirma.