Redacción Quito y Cuenca
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En los últimos 5 años las remesas se mantienen a la baja

El notable crecimiento de las remesas, registrado a mediados de la década anterior, solo queda en las estadísticas. Las cifras más recientes, las del primer trimestre de este año, permiten advertir un nuevo descenso en el envío de dinero al Ecuador desde el extranjero.

Hace cinco años, en el 2007, el envío de remesas llegó a su pico histórico más alto. Fueron USD 3 335 millones que llegaron desde EE.UU., España, Italia y otros países. La cifra confirmó entonces una tendencia de crecimiento de los envíos desde el extranjero.

No obstante, desde ese año se registra un descenso anual constante de recursos que envían los ecuatorianos residentes en otros países. Así, en el 2009, la cifra llegó a USD 2 666 millones. Y el año anterior hubo un leve aumento con USD 2 672 millones, según las cifras que maneja el Banco Central del Ecuador (BCE).

Para este año, la caída sigue. Al comparar el primer trimestre del 2012 con el mismo período del 2011, se advierte que la llegada de remesas cayó un 9,2%.

La situación ocurre, según explican en el BCE y analistas económicos, por el desempeño económico de los tres principales países donde residen emigrantes ecuatorianos: EE.UU., España e Italia.

Un símbolo de la crisis de EE.UU. es el desempleo, que hoy supera el 8%. Un reporte del 23 de agosto de la agencia AFP señala que las nuevas solicitudes de subsidios por desempleo aumentaron en EE.UU. por segunda semana consecutiva. El Departamento de Trabajo recibió 372 000 demandas de subsidios por desempleo en todo el país, entre el 12 y el 18 de agosto. En España, en cambio, la tasa de desempleo bordeaba el 25% hasta inicios de agosto, un indicador histórico en el país europeo.

La situación en esos países influye, según los analistas consultados, en los montos de las remesas que siguen cayendo.

Uno de los sectores que supo aprovechar el ‘boom’ de las remesas fue el de las cooperativas. Incluso, estas entidades efectuaron alianzas con las empresas remesadoras (ver página 13).

Para Javier Vaca, director ejecutivo de la Red Financiera Rural, las remesas generaron la década pasada un aparecimiento de servicios financieros. Incluso hubo cooperativas que surgieron en provincias con alto movimiento migratorio, como Azuay, Cañar o Guayas. Los bancos también participaron, pero solo como canal para el envío. “Las cooperativas aprovecharon más para convertirse en entidades que permitían el ahorro de las remesas”.

Otro efecto de este dinero fue mejorar la liquidez de las entidades financieras. Eso, según Vaca, generó competencia en el sector financiero con tasas de interés que llegaban hasta el 11%, en depósitos a plazos fijos, “una tasa alta para una economía dolarizada”, según Vaca.

Ahora, con la caída y la desaceleración de las remesas también se afecta la liquidez de las instituciones financieras, que necesitan elaborar mayores análisis de riesgo. “La tendencia se ha desacelerado -señala Vaca- y como consecuencia, bancos y cooperativas deben revisar sus políticas de colocaciones de crédito. Por eso habrá una desaceleración de créditos en Azuay, Cañar, Manabí...”.

Para el analista Juan Pablo Guerra, en los últimos cinco años es evidente que las remesas han disminuido desde Italia, EE.UU. y España; sin embargo, no dejan de ser positivas. Cuenta una nueva realidad: “por la crisis en España, los ecuatorianos se están mudando hacia Alemania e Inglaterra para trabajar y seguir enviando dinero a sus familias en el país”.

Alejo Santermer, director de Proyecto de Cooperación Rural en África y América Latina, habla sobre la realidad de los migrantes ecuatorianos en Italia. Cuenta que en Italia existen 91 000 ecuatorianos residentes legales. “Su situación es diferente a España, ya que la crisis no lo ha golpeado tan duro”.

Al respecto, las remesas desde Italia también registran un descenso, aunque en menor grado frente a las de EE.UU. y España. En el 2010 llegaron USD 205 millones y, el 2011, fueron 201 millones.

Otro fenómeno que se registra por la crisis internacional es el que se conoce como remesa inversa. Ahora, los familiares que recibían dinero desde el extranjero envían parte de sus ahorros a sus familiares en los países afectados por los golpes a la economía. Incluso venden propiedades para solventar gastos de sus familiares en el extranjero.

Vaca explica que en este fenómeno participan los migrantes que llevan menos de cinco años en el extranjero.“Estaban terminando de pagar sus deudas y vivían en una economía apretada, que se agudizó con la crisis. Ahora se encuentran desprotegidos por la crisis en Europa”.

Según el Banco Central, en el primer trimestre del 2012 se enviaron USD 16 millones a EE.UU. por concepto de transferencias y remesas y a España 5,2 millones. En el mismo período del 2011 fueron USD 14,2 millones y 3,3 millones, a los mismos países en su orden.

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