En Otavalo,  la arquitecta Hilda Males estableció un emprendimiento en torno a las camisas bordadas kichwas. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES

En Otavalo, la arquitecta Hilda Males estableció un emprendimiento en torno a las camisas bordadas kichwas. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES

Zhafra le pone su sello al vestuario kichwa

14 de junio de 2016 10:02

Los tonos café, beige, ocre… fueron agregados al bordado que decora el vestuario de la mujer indígena en Otavalo.

Esa es una de las propuestas de Zhafra, una marca de moda kichwa, que incursiona con alta costura en la vestimenta tradicional.

Las mencionadas gamas de colores son una alternativa a los rojos, violetas, fucsias, entre otros, que se usan en esta cultura andina. Así explica Hilda Males Andrango, propietaria de Zhafra.

El nombre de la firma proviene del vocablo kichwa zhapra (que significa hojarasca, en español).

En junio, con el inicio de la celebración del Inti Raymi, los campos se tornan oscuros. Es por eso que también utiliza esos colores, que se han puesto de moda.

A Males, arquitecta de interiores de profesión, le apasiona el diseño. En su etapa universitaria ganó concursos por sus propuestas de muebles y mobiliario.

Ahora, si bien no ha abandonado su carrera, dedica más tiempo al diseño de modas. Todo empezó en el 2008 cuando buscaba una camisa con un diseño distinto a la habitual. No encontró en el mercado por lo que decidió armar una a su gusto.

Las suyas eliminaron los tradicionales encajes anchos en la parte del pecho y las mangas.
Hilda Males hizo una investigación del atuendo. Halló en varios elementos de la camisa una influencia de la técnica europea.

Por ello, su propuesta fue mantener algunas líneas tradicionales de la prenda kichwa otavalo, pero sumó toques contemporáneos.

El resultado fue prendas diferentes, más ceñidas al cuerpo y personalizadas. La iniciativa tuvo una buena acogida. Así nació Zhafra en el 2011. Al inicio, la parte más difícil fue encontrar costureras que se acoplen a sus sugerencias. A ella le gusta la perfección en sus diseños y confecciones.

La producción se hace bajo pedido. Los cortes y la costura de las prendas se realizan en el Taller Román, en Quito. Mientras que, el bordado, que es hecho a mano, es el valor agregado otavaleño.

Por eso, la confección de una prenda puede tomar entre 15 días y 2 meses. Todo depende del modelo y los materiales.

Estos últimos los trae de Europa. En un viaje que hizo a España e Italia entabló contactos con proveedores de telas, especialmente de algodón, hilo de seda y encajes. También de cintas, piedras, perlas, cristales... que es la materia prima que Zhafra utiliza.

No tiene un almacén. Su mejor vitrina son las redes sociales. Una de las razones es que el 60% de sus clientes son mujeres otavaleñas, que por cuestiones de trabajo están fuera del país.

Los pedidos aumentan en celebraciones como el Pawkar Raymi, entre febrero y marzo, y el Inti Raymi, en junio... Pero su especialidad son los trajes de novia étnico, que bordean los USD 500.

El negocio en breve
Los pedidos
Se pueden realizar a través de la cuenta de Facebook Zhafra (Fan Page) o al whatsapp 098 7869 525.

Costos
Oscilan entre USD 75 a 350. Todo depende del modelo y el material.

Bordado
Las figuras, como rosas, aves o geométricas, son elaboradas a mano.