El acceso al aeropuerto es la mayor preocupación

Tres temas preocupan todavía a las aerolíneas que operarán en el Nuevo Aeropuerto Internacional de Quito (NAIQ). Las vías que conectan a los usuarios con la terminal, el cierre de operaciones de la actual terminal y el número de mangas que tendrá el aeropuerto, que entrará en funciones en octubre.

La vía directa de acceso es la Collas-Tababela. La obra es ejecutada por el Gobierno Nacional, con una inversión de USD 110 millones y se calcula que estará lista para abril del 2014 (18 meses después de la inauguración).

La alternativa ofrecida por el Municipio es la vía Interoceánica, donde se construyen pasos deprimidos, principalmente, para aliviar el tránsito en sectores críticos. En Tame están conscientes de este escenario vial.

“Las vías de acceso y la reacción de los clientes son un incógnita para nosotros”, comenta Patricio André, director general de Operaciones de la aerolínea. Por eso, explica, en el área comercial están analizando itinerarios, frecuencias, comportamiento del mercado...

Más radical es la opinión de Miguel Reyes, gerente de Copa Airlines en Ecuador. “La parte más crítica del traslado a Tababela es la de los accesos y eso me hace sentir que el nuevo aeropuerto no se abriría el 12 de octubre. Es mi percepción particular, porque no existe infraestructura de acceso al lugar”.

El cierre de operaciones de la actual terminal y el arranque del NAIQ tampoco está definido. Una de las opciones es que el Mariscal Sucre deje de operar a las 18:00 del 11 de octubre y que el NAIQ inicie su trabajo a las 06:00 del 12 de octubre. Esto implicaría la suspensión o reprogramación de vuelos. No obstante, en Quiport se informó que el plan del cierre del aeropuerto no está 100% definido. Cerrar a las 18:00 del 11 es una opción. Pero aún hay detalles que pulir, como el de la hora de cierre del aeropuerto, señaló uno de los voceros.

El representante de Copa menciona otra inquietud: el número de mangas que tendrá el NAIQ. En la actual terminal operan siete mangas, pero en el nuevo serán seis, en principio. Eso generará, según Reyes, congestión de las aeronaves y demora en el abordaje y en los arribos.

Reyes pone un ejemplo para entender la necesidad de contar con más accesos con el avión. “El aeropuerto de Panamá incluye 12 nuevas mangas cada tres años”.