La manteca al granel en la presentación de 50 kilos se prepara en las bodegas de embalaje de esta firma esmeraldeña que provee a 19 provincias. Fotos: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

La manteca al granel en la presentación de 50 kilos se prepara en las bodegas de embalaje de esta firma esmeraldeña que provee a 19 provincias. Fotos: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

Bolívar Velasco (I)
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El refinado de aceite de palma es la fortaleza de esta compañía

10 de septiembre de 2018 12:17

El giro hacia la refinación del aceite rojo de palma africana y la elaboración de derivados marcó el inicio de una nueva etapa en esta empresa.

El cambió empezó en el 2008, cuando la firma Oliojoya -parte del grupo de empresas Joyapalma- decidió construir sus instalaciones industriales en el km 7 de la vía a Atacames, en la provincia de Esmeraldas.

El proyecto surgió con la idea de atender en principio las exportaciones que se hacen por el Puerto Comercial de la provincia.

La terminal de almacenamiento de entonces tenía cuatro tanques con una capacidad total de 2 700 toneladas. Ahí se acopiaba la producción de la extractora La Joya, ubicada en la zona Las Villegas, en La Concordia.

Una vez ahí, la producción se despachaba con mayor facilidad al puerto marítimo esmeraldeño ubicado a 15 minutos de sus instalaciones.

Durante el primer año se envió a varios países, entre ellos Malasia e Indonesia, alrededor de 40 000 toneladas de aceite. Pero en el 2009, Oliojoya encontró una oportunidad de incursionar en la preparación de sus propios productos y tomó la decisión de sacar al mercado una línea de mantecas, margarinas y aceites comestibles bajo el sello La Joya, Joyafina y Joyasol.

Mario Alzamora está al frente de la Gerencia de Oliojoya  desde el inicio de sus operaciones en la provincia de Esmeraldas. Foto: Fotos: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

Mario Alzamora está al frente de la Gerencia de Oliojoya desde el inicio de sus operaciones en la provincia de Esmeraldas. Foto: Fotos: Juan Carlos Pérez para LÍDERES


Cuando el gerente Mario Alzamora reseña estas etapas, muestra un catálogo que contiene una diversidad de subderivados que se pueden obtener en la industria palmicultora.

Lo consiguió en un viaje que los directivos realizaron al exterior para conocer la serie de oportunidades que otorga la palma africana cuando es procesada a escala industrial.

Para él es la ‘biblia’ que los inspiró a dar el salto con productos que van más allá del simple aceite rojo crudo de palma, con cuyo producto trabajan desde 1978 cuando tuvieron sus primeras plantaciones en La Independencia. Estos territorios por muchos años han sido las áreas de influencia del grupo Joyapalma, cuenta el directivo Mario Alzamora.

Son espacios fértiles que han cooperado en la estabilidad de la producción, como el sitio Las Villegas, a 30 minutos de La Independencia y donde hoy está la extractora La Joya.

Esta infraestructura tiene una capacidad de procesamiento de 30 toneladas por hora. Alzamora recuerda que la extractora es el referente de la firma porque les permitió dar un paso en la agroindustria, en 1996.

En las cerca de cinco hectáreas que ocupan en la terminal de refinados en Esmeraldas, ahora se disponen de 13 tanques de acopio que pueden almacenar hasta 8 500 toneladas.

En el lugar también hay un área industrializada dotada de máquinas automáticas, tuberías y un andamiaje de estructuras electrónicas que se monitorean desde un centro de control digital. También hay cuartos fríos, bodegas de empacado y un centro de despacho de los productos terminados. Por ahí pasan los subderivados obtenidos de las 2 700 toneladas mensuales de aceite requeridas para la elaboración de las mantecas, margarinas y los aceites comestibles.

Entre los productos procesados por Oliojoya están el aceite en canecas de 20 litros, la presentación en un frasco de 900 milímetros y la funda de 1 litro.

La manteca y mantequilla, en cambio, se produce en presentaciones de 50 kilos, 25 kilos y hasta 500 gramos.

Otra línea de producción son el hojaldre, pasta ‘mil hojas’ y los cachos de pan. Los clientes de esta firma son hoteles, minimercados, empresas de alimentos y tiendas de abastos.

La empresa de alimentos Food Service, en Santo Domingo, es parte del portafolio de consumidores de los productos de Oliojoya.

Hace tres meses, Sara Segura, la propietaria, fue contactada por el equipo de ventas de esta empresa y le hablaron de las ventajas de surtirse de manteca en un stock superior al de la presentación individual.

Ella se animó a adquirir el producto en los cartones de 50 kilos porque le significan un mejor rendimiento a la hora de la preparación de los alimentos. Además, un ahorro de costo en el traslado, ya que los vendedores de Oliojoya le llevan el producto en el lugar donde se encuentre.

Esta compañía cuenta con un grupo de 100 personas que distribuyen la producción de manera directa.

Para la atención de los compradores la empresa mantiene puntos de distribución en 19 provincias del país. Y tiene oficinas de atención al cliente en Santo Domingo, Guayaquil, Quito y Esmeraldas.

Cifras

33 000 toneladas anuales de aceite maneja esta compañía para las diferentes etapas de refinamiento.

50 % de los  productos terminados son sólidos y el 30% líquidos.

23 % de las  exportaciones de aceite realizadas en 2017 por el puerto de Esmeraldas fueron de Oliojoya.

2 nuevos  productos prepara la firma para introducirlos al mercado nacional en el corto plazo. Se trata de una línea de jabones y artículos para limpieza.

Jefe de la planta

José Bautista  

La compañía maneja estándares de calidad basados en cinco certificaciones nacionales e internacionales. Entre esas las de buenas prácticas de manufactura(BPM), FDA, Kosher, Haccp y Ceres. Por eso nuestro compromiso es seguir esos lineamientos que están adaptados a normas ambientales, procesos de la industria y de calidad de la producción. Mantener estas referencias nos permite ser competitivos en el mercado de refinados.