El ministro de Comercio Exterior se ha reunido con el sector público y privado de EE.UU. durante 16 meses. Foto: Cortesía: Ministerio de Comercio Exterior

El ministro de Comercio Exterior se ha reunido con el sector público y privado de EE.UU. durante 16 meses. Foto: Cortesía: Ministerio de Comercio Exterior

El acuerdo comercial con EE.UU. es la meta de Ecuador en el TIC

5 de noviembre de 2018 12:10

Alrededor de 40 personas participarán en la reunión del Consejo de Comercio e Inversiones (TIC) de Ecuador y EE.UU., que se realizará en Washing­ton el 14 y 15 de este mes.

Se trata de la primera cita luego de nueve años de paralización. Hace dos semanas, tras una serie de encuentros y gestiones del Gobierno con su par estadounidense, que se han extendido por más de dos años, la Oficina de Comercio del país norteamericano (USTR, por sus siglas en inglés) confirmó la reactivación del TIC.

El Consejo se creó en la década de los noventa del siglo XX. Sin embargo, durante toda su trayectoria solo mantuvo una reunión; entre las razones está la falta de una real voluntad política, explica Felipe Espinosa, presidente de la Cámara de Comercio Ecuatoriana-Americana (Amcham).

En esa cita, que se llevó a cabo el 10 de noviembre del 2009, participaron alrededor de 25 personas. Entre los temas de aquella agenda estuvieron comercio sostenible, cooperación, barreras técnicas, medidas no arancelarias, asuntos fitosanitarios, aduanas y políticas de inversión. Además, se abordaron asuntos de propiedad intelectual y temas de carácter laboral.
El encuentro se desarrolló durante dos días. Esta vez será igual.

Amcham explica que el 14 se llevará a cabo una reunión del sector privado, que estará liderada por la Cámara de Comercio de EE.UU. Por parte de Ecuador acudirán unos 15 empresarios; el Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE) estará a la cabeza y, como parte del mismo, también participarán directivos de la Federación Nacional de Cámaras de Comercio, la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), la Federación de Cámaras de Industrias del Ecuador, entre otros.

Mientras que el 15 participarán los equipos técnicos de los gobiernos. EE.UU. estará representado por el USTR y por Ecuador irá el Ministerio de Comercio Exterior.

En esta ocasión se prevé una valoración integral de la relación bilateral de comercio e inversiones. Como parte de este proceso se analizarán las oportunidades de fortalecimiento comercial y aspectos sensibles entre las partes.

David López, jefe técnico de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), explica que entre los objetivos de Ecuador está abrir el camino y, potencialmente, definir un cronograma de trabajo para arrancar las negociaciones de un acuerdo comercial con EE.UU. (ver página 13), plantear sus preocupaciones por las barreras fitosanitarias del país norteamericano a productos locales como el cacao en grano, etc.

Esto último, a decir de Espinosa, ya se habría resuelto luego de reu­niones anteriores entre gobiernos. Por EE.UU., uno de los temas sensibles es el de “los laudos arbitrales” del caso Chevron, dice el titular de Amcham.

Dicha empresa ha solicitado abiertamente a su país que retire beneficios unilaterales que otorga a Ecuador, como el Sistema General de Preferencias (SGP, permite el ingreso sin aranceles a unas 200 partidas), como medida de presión contra Ecuador. Esto ha sido criticado por autoridades.

“El USTR no hizo nada con esa petición y lo amplió (el mecanismo). No obstante, ellos revisan periódicamente los temas y este es uno que está sobre la mesa. Hay una audiencia la última semana de noviembre a la que tiene que acudir Ecuador para presentar sus pruebas de descargo sobre este tema. Será en Washington, en el USTR (...) creo que el Gobierno está muy interesado en que eso se resuelva. Ecuador ha sido muy respetuoso de los laudos arbitrales, aún de aquellos que no le han favorecido”, comenta Espinosa.

En relación con otras posibles preocupaciones que pudiera tener EE.UU., como el tema de propiedad intelectual, el directivo explicó que es algo en lo que ese país siempre estará pendiente con todas las naciones, incluso con las que ya tiene acuerdos.

Asimismo, quedará en el tapete la denuncia del Tratado Bilateral de Inversiones por Ecuador.

El país busca negociar a corto plazo

Si existe algo seguro entre el Gobierno y el sector privado es que la firma del acuerdo comercial con EE.UU. es un proceso a mediano plazo. Sin embargo, la reu­nión del TIC busca que se defina, lo más pronto posible, una fecha de inicio de negociación.

Xavier Rosero, jefe técnico de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), explica que esta no puede durar menos de seis meses. Su par de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), David López, asegura que como parte del proceso se debe tomar en cuenta cuál será el alcance que se le quiera dar al convenio.

Esto último implica si solo incluirá comercio de bienes y servicios o si será de tipo integral. López explica que EE.UU. ha cambiado su visión sobre la negociación de acuerdos: el paso de multilaterales a bilaterales y la aplicación de parámetros diferenciados dentro de los textos.

En el renegociado Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), por ejemplo, el sector agropecuario mexicano resultó beneficiado, según una publicación de ese país, porque no se fijaron cuotas para enviar productos dependiendo de las estaciones ni se establecieron otros impedimentos comerciales.

Esto, a decir de López, demuestra que existe apertura en EE.UU. y puede ser una luz para que Ecuador proteja a ciertos sectores históricamente sensibles, como el maicero, lácteo, cárnico (aves, reses, cerdos) dentro del acuerdo.

Esto, sin embargo, es solo una posibilidad. EE.UU., durante sus negociaciones, siempre ha dejado fuera de la desgravación de aranceles a muy pocos productos.

Cuando se discutía el TLC, el 2005, Ecuador pidió dejar por fuera, en un inicio, a unas 1 700 partidas. Aunque la lista se redujo, a los estadounidenses no les convenció la exclusión completa.

Rodrigo Gómez de la Torre, presidente de la Cámara de Agricultura de la Primera Zona, asegura que en un acuerdo siempre suele haber ganadores y perdedores; en este caso habrá afectados en un primer momento. En Colombia, por ejemplo, hay quejas sobre las dificultades para exportar carnes y leche, principalmente en polvo, que ha llegado desde EE.UU.

Ecuador es un país que tiene sobreproducción de leche. Esto llevó a que en este año se plantee al ministro de Agricultura, Xavier Lazo, que se busquen mecanismos para subir las exportaciones.

LÍDERES solicitó a la Asociación de Ganaderos de la Sierra y Oriente (AGSO) una posición en relación con el impacto que podría generar el acuerdo en el sector, pero hasta el cierre de la edición no fue posible comunicarse con los directivos del sector.

Tampoco hubo la posibilidad de hablar con el titular del sector avícola, Édgar Navarrete, quien indicó que la entrevista podría realizarse esta semana.

De no poder excluir productos de la lista de negociación, otra posibilidad es establecer un amplio cronograma de desgravación.

David Lewis, experto en comercio exterior y vicepresidente de la empresa estadounidense Manchester Trade, explica que todo depende de cómo se negocie. En el nuevo Tlcan, por ejemplo, México mantuvo concesiones agrícolas que ya tenía el original; el maíz y el fréjol, por ejemplo, tenían desgravaciones por 20 años.

También se ha cedido en esa materia en los acuerdos con Chile, Colombia, Perú, entre otros. En el Cafta (TLC con Centroamérica y República Dominica) se incluyeron, por ejemplo, protecciones para granos básicos, productos avícolas y porcinos, etc.

Productos no tradicionales con oportunidades de exportación

Rodrigo Gómez de la Torre, titular de la Cámara de Agricultura, asegura que son más las oportunidades que las amenazas que podría traer un acuerdo comercial con EE.UU.

“La producción diferenciada que tiene Ecuador nos da grandes oportunidades (...) Podrían exportarse quesos. Hemos visto que allá se vende este producto lácteo fresco con receta ecuatoriana, lo que significa que hay un consumidor interesado allá”.

Sin embargo, Daniel Legarda, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), asegura que por cuestiones vinculadas a la fiebre aftosa, aunque Ecuador quedó libre de esa enfermedad, el país no puede enviar a EE.UU. lácteos frescos.

“Falta que el país pase por un proceso de notificación, cumplir un último requisito, ciertas formalidades para que oficialmente se puede calificar a Ecuador como libre de aftosa”, comenta.

Ecuador tiene interés, además, en vender leches saborizadas industrializadas, porque ya han pasado por la pasteurización, envasado UHT, entre otros procesos sanitarios. Sin embargo, Legarda explicó que hay cupos para el envío de estos productos en el mercado estadounidense y la asignación es, ahora, compleja.

“A pesar que se ha solicitado (un cupo) no ha habido una respuesta al respecto. Es un tema que debe incluirse dentro del diálogo”, dijo.

Para el dirigente del gremio agrícola, también puede haber oportunidades para el envío de productos no tradicionales como pitahaya, tomate de árbol, guaitambos, aguacate (no necesariamente la variedad hass), potenciar el envío de la uvilla, etc.

Pero previo a eso, Fedexpor espera que dentro del TIC se pueda insistir en la inclusión de rosas, brócoli y atún dentro del SGP. El Gobierno anterior ya planteó esta posibilidad, pero todavía no ha tenido respuesta de EE.UU.

“Se puede retomar ese análisis y ver una posibilidad mientras se concreta un acuerdo comercial porque sí hemos perdido mercado con EE.UU. en esos y otros productos, de manera sostenida en los últimos años”, manifestó.

Una vez que inicien las negociaciones, por su parte, el directivo considera que deben tomarse como modelos para el proceso los acuerdos de Ecuador con la Unión Europea (UE) y de Colombia y Perú con los EE.UU.

Estos últimos, por ejemplo, cuentan con cronogramas de desgravación por hasta 17 años en diferentes productos.