Lizardo Suárez es el gerente propietario de este emprendimiento familiar que nació en Santo Domingo de los Tsáchilas, hace unos 16 años. Ha potencializado el turismo rural. Foto: Juan Carlos Pérez / Líderes.

Lizardo Suárez es el gerente propietario de este emprendimiento familiar que nació en Santo Domingo de los Tsáchilas, hace unos 16 años. Ha potencializado el turismo rural. Foto: Juan Carlos Pérez / Líderes.

La alianza con los tsáchilas impulsa el turismo rural

6 de abril de 2015 00:00

La alianza con los tsáchilas fue clave para que la firma turística Suárez & Suárez desarrollase una estrategia en el turismo local.

El propietario de la operadora turística, Lizardo Suárez, trabajó en Londres (Inglaterra) en hoteles y restaurantes. Allí conoció el interés europeo por las culturas ancestrales y nacionalidades indígenas de Latinoamérica.

Cuando llegó a Santo Domingo en 1999, conoció un balneario tsáchila en la comuna Chigüilpe. Hizo contactos con los líderes comunitarios, como Albertina Calazacón y Henry Calazacón. Con ellos empezó a promocionar las riquezas culturales como las limpias purificadoras, artesanías y vestimenta autóctona.

A la par, inauguró la agencia y operadora turística Suárez & Suárez. La primera actividad fue promocionar en ferias y medios de comunicación a la etnia.

Henry Calazacón asegura que fue la primera vez que salieron de la comuna a otras ciudades como Cuenca y que los ecuatorianos los conocieron en persona. “Solo sabían de nosotros por libros o porque nos veían en el centro de la ciudad”, señala.

Poco a poco empezaron a organizar tours y a promocionar el ecoturismo. Suárez visitó también los balnearios y restaurantes de las zonas rurales para desarrollar alianzas. El trato al que llegaron fue que él llevaba grupos de turistas y los propietarios ofertaban platos de calidad y buen trato. “Al principio fue difícil convencer a las personas que Santo Domingo era una plaza turística. Tuvimos que dialogar mucho con los empresarios y dueños de locales para que inviertan en infraestructura”.

En la actualidad, alrededor de 500 trabajadores turísticos se benefician de Suárez & Suárez de forma directa e indirecta. “Por ejemplo, cuando se hacen rutas con extranjeros, ellos se interesan en comprar frutas de los vendedores informales o jugos de caña”.

Mientras formaban grupos turísticos tsáchilas y comunitarios también visitaban los colegios de la provincia, para ofrecer destinos turísticos fuera de la ciudad. “Fue difícil entrar a este mercado, porque los profesores ya tenían un esquema definido de viajes. Pero les demostramos que se podía viajar de forma económica, divertida y organizada”, dice el empresario.

Luego, la firma incursionó en el mercado extranjero. “De mi estadía en Europa conseguí contactos con agencias turísticas. Eso me permitió inmiscuirme en ese nicho de mercado, al que en esa época (16 años) solo tenían acceso agencias de Quito y Guayaquil”.

En el momento, Suárez & Suárez trabaja con aliados estratégicos a escala internacional como la cadena hotelera Barceló, que tiene 100 hoteles en 17 países. “Nosotros trabajamos con alrededor de cuatro aliados por país”.

Según la cadena de hoteles Decameron, se trabaja con la agencia a través de promociones y descuentos a los turistas en temporadas bajas y altas.

Para Suárez, el mayor nicho de mercado se encuentra en Panamá y Costa Rica, porque son destinos económicos, con riqueza cultural. “Allí tenemos más de ocho aliados con los que trabajamos según el tipo de cliente”.

La facturación anual de la operadora turística es de alrededor de USD 500 000. En épocas vacacionales tienen contratos al exterior de hasta USD 100 000.

Juan Carlos Peña viajó hacia Estados Unidos en un tour a Miami y Orlando hace dos años. Este cliente destaca el servicio que recibió, al contratar a esta agencia en la conexión hacia su destino.