Andrés Jaramillo, creador del destilador Easy Destiller, del cual se producirán 500 unidades en un primer lote. Foto: cortesía Spirit Hunter

Andrés Jaramillo, creador del destilador Easy Destiller, del cual se producirán 500 unidades en un primer lote. Foto: cortesía Spirit Hunter

Patricia González,  (I)  redaccion@revistalideres.ec
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En Amazon se promoverá su proyecto

16 de noviembre de 2020 16:34

Andrés Jaramillo aprendió sobre la elaboración de licores junto a su familia, que se ha dedicado a este negocio desde hace seis años. Gracias a esa experiencia, se le ocurrió crear una herramienta dirigida en principio a los bartenders, que les permitiera crear sus propios licores, desde cero, como un chef.

Esa fue la razón que le motivó a desarrollar un destilador casero, una idea en la que comenzó a trabajar hace cinco años. “Quería que tuviera las mismas propiedades de un alambique, pero mejorado”, comenta Jaramillo, de 32 años, graduado en Marketing y Publicidad, con maestría en Innovación y Estrategia Empresarial.

La diferencia principal, explica, es la simplicidad: “Todo está condensado al tamaño de una cafetera. Además, no utiliza fuego, es eléctrico, no derrocha agua; para condensar el vapor y convertirlo en líquido nuevamente se utiliza un radiador de aire”.

Andrés desarrolló el producto de la mano de un equipo de ingenieros de una planta ensambladora de maquinaria doméstica, en Shenzhen, China, que se encargó de hacer tangible el producto que él había diseñado en maquetas.

El primer destilador le llegó desde China en junio de este año. En la investigación y desarrollo de Easy Destiller, como lo denominó, invirtió USD 12 000.

Para lograr costear un primer lote de producción con el proveedor chino, Andrés decidió publicar el producto en el sitio Kickstarter, una plataforma que reúne proyectos creativos que buscan auspicio para concretar la creación de un nuevo producto y crecer.

Los creadores deben ofrecer una recompensa a los contribuyentes. La oferta del emprendedor fue hacer una preventa del producto en USD 399 a través del portal, a un costo mucho menor del que saldrá al mercado oficialmente el próximo año: USD 600.

La plataforma solo admite proyectos desarrollados en países del primer mundo (con excepción de México). Es por ello que Andrés decidió registrar su empresa, Spirit Hunter, en EE.UU. A finales de septiembre aceptaron el destilador en Kickstarter.

La meta era reunir USD 20 000 en 45 días. El producto fue un éxito. En menos de una semana se alcanzó el monto y la semana pasada, cuando se cumplía el plazo, se había logrado recaudar más de USD 100 000, correspondientes a más de 250 unidades del destilador, que se entregarán en enero a las personas que lo solicitaron. Los principales compradores provenían de EE.UU. (70%) y los restantes de Europa y Japón.

El emprendimiento se apoyó en un equipo de mercadeo digital y otro de posventa, en EE.UU. “No solo se trata de un buen producto, sino de comunicar efectivamente sus beneficios”, comenta Andrés.

Con las primeras ventas, el creador de Easy Destiller se dio cuenta que sus compradores eran aficionados a la medicina natural. Por ello, el producto se entrega con un instructivo y recetario que incluye unas 30 recetas para elaborar aceites esenciales, agua destilada de rosas o hierbas y tinturas (maceración de una planta medicinal en alcohol). Una de las materias primas que se puede utilizar para aceites o tinturas es el cáñamo.

Recientemente, Spirit Hunter fue invitado por Amazon para incorporarse a la plataforma como parte de su plan de emprendedores innovadores, cuyas cuentas serán administradas y promovidas por la propia plataforma de comercio electrónico en el 2021. La firma solo deberá cumplir con un mínimo de producción mensual de 150 unidades.

En marzo del próximo año también comenzará a venderse en un local físico, en Miami, junto con ingredientes botánicos a granel. El objetivo es franquiciar la tienda. Y desde enero se ofrecerá en su propia tienda en línea, con productos complementarios.

12 000 dólares fue la inversión de la empresa en el desarrollo