10 familias son parte del emprendimiento amazónico Shuar Cultural Center, que funciona en el cantón Joya de los Sachas. Foto: Cortesía WWF

10 familias son parte del emprendimiento amazónico Shuar Cultural Center, que funciona en el cantón Joya de los Sachas. Foto: Cortesía WWF

Las familias Shuar apuestan por el turismo y los bioproductos

19 de noviembre de 2021 22:29

Flor del Pantano, a orillas del río Napo, muestra la biodiversidad de su selva y su cultura ancestral shuar. Hasta allí llegan, luego de 40 minutos de viaje en canoa, los visitantes que están interesados en la práctica del turismo de conocimiento, bajo un enfoque de conservación y sostenibilidad.

Este tipo de turismo abarca diferentes actividades, que son desarrolladas por el Shuar Cultural Center, un emprendimiento asociativo que aglutina a 10 familias indígenas de la Amazonía.

Esa actividad se complementa con tres bioproductos, que son elaborados artesanalmente y se venden en el mercado nacional. Se trata de una bebida espirituosa, hecha con hierbas medicinales; ají deshidratado en polvo y el aceite capilar de ungurahua.

Flor de Pantano es una comunidad kichwa, como todas las demás que se ubican a lo largo del río Napo, en la provincia de Orellana, a las cuales se llega navegando.

Pedro Ganan, líder y representante legal, explica que las familias del emprendimiento son shuar de diferentes comunidades de la provincia. Todas llegan a Flor de Pantano, en el cantón Joya de Los Sachas, donde construyeron una infraestructura turística.

Ese espacio se levantó en 2018 y las operaciones comenzaron en enero de 2019. Ahí se reciben a los turistas, que contratan sus planes.

Ganan comenta que su propuesta turística no se reduce al baile o danza, el folclor o la muestra de la vestimenta de los shuar, sino a una experiencia, a conocer la forma de vida de este pueblo a través del aprendizaje y convivencia con ellos. “Queremos que haya una reconciliación con la Madre Tierra, que sea más espiritual”.

Una de las actividades que practican los invitados es el apadrinamiento de un árbol o la reforestación de las especies, como un compromiso con la naturaleza; y que pese a que no regresen no pierdan el interés por saber cómo está ese “hijo de la selva”, que dejaron en Flor del Pantano, que no lo abandonen, dice Ganan.

El emprendimiento tiene tres programas turísticos. El primero dura de cuatro a cinco horas y vale USD 20 por persona; incluye el guía y traductor del idioma nativo al español, transporte, alimentación y actividades culturales. Se requieren mínimo 5 personas.

El segundo es de dos días y una noche, que cuesta USD 180 por persona, con un mínimo de tres visitantes. Este programa consiste en la bebida de la ayahuasca, la sanación con la rana kambó, actividades culturales, alimentación, hospedaje y transporte.

Conociendo el Yasuní es otro programa de dos días y una noche. En el primer día solo se dedican a actividades culturales, en la noche se queda en la comunidad y al día siguiente se visita el Parque Nacional Yasuní. Cuesta 280 por persona con el servicio de transporte, alimentación y hospedaje.

En el primer año de operaciones recibieron 870 visitantes, la mayoría extranjeros: alemanes y franceses. Pero con la pandemia todos las reservas y programas se cancelaron durante 2020.

Ante esa caída decidieron comenzar con la elaboración de los bioproductos, que han sido una especie de salvación financiera de su emprendimiento, mientras se reactiva el turismo. Producen la bebida Tsuak, el ají Jimia y el aceite capilar Núa, que les generaron USD 14 500 el año pasado.
La bebida se comercializa en botellas de 750 ml; el ají deshidratado es de 50 gramos y Núa viene en botellas de 30 ml.

Aún no tienen el registro sanitario, pero está en trámite y esperan conseguirlo en febrero próximo, con la asistencia del programa Amazonía Indígena Derechos y Recursos (AIRR), que arrancó en octubre del año pasado con el propósito de apoyar a seis emprendimientos de esta región.

AIRR es impulsado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), NESsT de Perú y la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae). El financiamiento proviene de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), que aporta con USD 700 000 para trabajar en los varios enfoques del programa de apoyo para los emprendimientos. .

Cristina García, oficial de Programas Terrestres del WWF, explica que dan apoyo financiero y fortalecen sus capacidades con acompañamiento empresarial. En el financiero hay premios en especies, de USD 10 000, 20 000 y 30 000, con base en su volumen de ventas, igual a esas cifras.
Este premio puede ser maquinaria o equipos para mejorar la elaboración de los productos.

También van a ayudar a instalar internet, crear páginas web y cuentas en Instagram y Facebook, para que difundan sus iniciativas.

En el caso de Shuar Cultural Center se manejan con Instagram, pero necesitan la página web para promocionarse, dice Ganan. El turismo se está reactivando y quieren tener visitantes este mes y en diciembre.