Los comuneros se reúnen en una de las viviendas que fueron construidas para recibir a los visitantes. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

Los comuneros se reúnen en una de las viviendas que fueron construidas para recibir a los visitantes. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

Lo ancestral es el eje de esta oferta turística

13 de marzo de 2017 15:53

El cerró Ilaló cobija a la Tola Chica, una comuna quiteña que se planteó un objetivo: rescatar la forma de vida comunitaria y enseñar sus costumbres a quienes estén interesados.

Los visitantes que acudan a esta comuna, al oriente de la capital, pueden vivir una experiencia junto a los comuneros, que incluye un recorrido por las construcciones de adobe, que están al inicio de la comuna. Los aventureros pueden disfrutar del paisaje adornado por árboles de frutos de la localidad como las guabas o los aguacates y respirar un aire diferente. Así lo relata Gerardo Simbaña, quien pertenece a la comisión de Cultura de la Tola Chica.

En esta experiencia se incluye la subida al Ilaló, para que las personas conozcan el bosque primario que se está recuperando en esta comuna. Entre las técnicas que utilizan están la cosecha de agua, que son unas piscinas donde se recolecta agua lluvia para superar la sequía de la zona.

Para Simbaña, esta es una experiencia completa porque él se encarga de enseñar las costumbres típicas de la localidad y, sobre todo, las festividades que se celebran. En julio, por ejemplo, se festeja el Inti Raymi, que es la fecha en la que se agradece al Sol por las cosechas. Además, se celebra el Colla Raymi.

Lo que más enriquece, según Simbaña, es que las personas aprenden y viven nuevas experiencias cerca de las personas que conformamos la comuna.

Otra de las novedades es que si los visitantes quieren quedarse en la comuna lo pueden hacer. Hay familias que acogen a los turistas para que sean parte de sus costumbres. La colombiana Lilian Romero, por ejemplo, llegó hace dos semanas a la casa de Ramiro Hazaña, comunero que es parte de la comisión de Ambiente de la Tola Chica.

Ella conoció sobre la experiencia en la comuna por unos amigos, quienes ya convivieron en la Tola Chica. “Quería vivir experiencias alternativas, diferentes y planeo quedarme durante un mes para relacionarme y hacer las actividades que realizan”.

La idea de la comuna de hacer conocer sus costumbres y formas de vida nació hace unos 20 años cuando sus habitantes se organizaron para adecuar la comuna y así recibir a visitantes.
Es así como buscaron recursos para la construcción de viviendas con adobe, para mostrar la forma de vida de sus antepasados, explica Simbaña. Esta infraestructura es utilizada para los visitantes o también se puede alquilar para capacitaciones de instituciones educativas o entidades públicas.

Días atrás, unos estudiantes acudieron a la comuna ubicada en Tumbaco para aprender más sobre ellos. Ellos alquilaron la casa comunal de esta localidad, una construcción elaborada con adobe y troncos de eucalipto. El alquiler cuesta USD 50 por día.

La directiva de la comuna también está comprometida en el desarrollo turístico de su tierra. Miguel Coyago, vicepresidente del cabildo, sostuvo que a futuro esperan consolidar un turismo comunitario más sostenido, es decir, con más infraestructura para albergar a los visitantes. “La comuna está apostando por una forma de ingresos diferente que todos salgamos adelante”.