Anna Bonan, investigadora de la Fundación Purpose. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

Anna Bonan, investigadora de la Fundación Purpose. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

Anna Bonan: ‘El lucro va al servicio del propósito’

21 de octubre de 2019 10:17

Anna Bonan, investigadora de la Fundación Purpose, explica lo que significa la propiedad responsable y detalla cómo impacta este concepto en la evolución de las empresas. Asegura que las firmas sostenibles tienen mejores oportunidades en el largo plazo.

¿Qué podemos entender por propiedad responsable?

Es una alternativa a la propiedad convencional y ya es adoptada con éxito por empresas que quieren transformar la economía para que sirva a la sociedad entera y no solamente a los intereses económicos de los dueños. Tradicionalmente, la propiedad corporativa es concebida como si fuese un objeto, cuya propiedad es exclusiva de los dueños, quienes pueden hacer con ella lo que quieren. ¿Es esto algo justo? Personalmente, después de años de experiencia como abogada y asesora legal de derecho corporativo para empresas ‘mainstream’, creo que no. Las personas de una empresa deben trabajar juntas por un propósito, una misión, para buscar soluciones rentables para las necesidades de la sociedad y el planeta y donde las ganancias obtenidas sean principalmente un medio para lograr esa misma misión.

¿Este concepto aplica para los emprendedores?


Esta visión es compartida por muchos emprendedores quienes buscan soluciones alternativas de propiedad y gobernanza que les permitan asegurar su misión en el largo plazo. Estas soluciones las encuentran en la propiedad responsable, haciendo suyos dos principios claves: autogobernarse y poner el lucro al servicio del propósito. Por lo tanto, en lugar de ser una mercancía vendible, la propiedad en estas organiza­ciones es vista como una responsabilidad.

¿Cómo se viene aplicando este concepto a escala global?


Este modelo existe hace tiempo en Europa. La primer empresa de propiedad responsable surgió en Alemania hace ya más de 130 años (Zeiss, líder mundial en ópticas y microscopios) y hoy en día hay países como Dinamarca, donde casi el 60% de las empresas tienen una estructura de propiedad responsable. La propiedad responsable se está difundiendo en Estados Unidos y en Latinoamérica, recibiendo una atención cada vez más grande a escala global frente a la necesidad de repensar la economía de una forma más sostenible, con una visión de largo plazo, para que esa se convierta en una fuerza positiva para la sociedad y el planeta.

¿Qué dificultades se van encontrando en el camino a la hora de aplicar la propiedad responsable?

En muchos países este modelo no es conocido o parece demasiado complicado para ser implementado. De hecho, en la mayoría de las jurisdicciones la ley define las distribución de las ganancias a los dueños-inversionistas como el propósito de las empresas. Eso claramente no es un marco de trabajo adecuado para empresas que quieren permanecer guiadas por su misión e independientes.

La propiedad responsable todavía no es una forma jurídica de la empresa y su implementación requiere encontrar soluciones creativas con las herramientas disponibles por ley. Modelos conocidos de propiedad responsable usan por ejemplo formas como la fundación, el fideicomiso, la separación de los derechos de voto y los derechos económicos en diferentes clases de acciones. En cada país hay que encontrar la forma más adecuada y conforme al derecho corporativo de cada jurisdicción.

¿Qué tipos de empresas están más abiertas a aplicar esta práctica?

Tenemos empresas y ‘start ups’ de triple impacto, frecuentemente fundadas por equipos jóvenes e idealistas que quieren hacer del mundo un lugar mejor. Sus ideas de negocios nacen de un deseo genuino de solucionar problemas sociales con el lucro generado por la empresa misma. Ellos buscan una alternativa a los modelos clásicos de capital de riesgo, que priorizan al lucro y al crecimiento en desmedro de su misión social.

Por otro lado están las empresas familiares, que quieren asegurar sus misión y valores en las generaciones futuras y buscan alternativas a la herencia o la venta.

¿Qué dicen los inversionistas al respecto?

El modelo de propiedad responsable está en contratendencia con el modelo de capital de riesgo que busca aumentar el valor de las acciones lo más rápidamente posible para generar retornos a través de la venta de la empresa o su cotización en Bolsa. La inversión en una empresa de propiedad responsable es una inversión paciente, que deja a la empresa tiempo para desarrollarse de manera económica, social y ambientalmente sostenible. Además, los retornos de la inversión son limitados por un techo, ya que la mayoría de las ganancias son reinvertidas en la misión. Hay estudios de la Universidad de Copenhague y de Yale que muestran cómo estas empresas tienen una posibilidad de supervivencia mucho más alta, una mayor resiliencia durante las crisis económicas, una rentabilidad igual o más alta que empresas tradicionales debido a su estabilidad a lo largo del tiempo.

¿Qué ocurre con los consumidores cada vez más informados y cuyas decisiones son vitales para la sostenibilidad de las empresas?


Los consumidores se benefician del servicio mejorado de una empresa donde los empleados y ejecutivos se sienten ligados a la misión de la empresa y directamente responsables de ella. Los consumidores están más incentivados a comprar en estas empresas y esto se traduce en una lealtad a largo plazo de los consumidores.

¿Qué pasa con las empresas familiares, teniendo en cuenta que en Ecuador y a escala global nueve de cada 10 tienen este modelo?

En las empresas familiares, cada generación vive la responsabilidad de cuidar la empresa, que incorpora los valores de la familia, los cuales son transmitidos de generación en generación. Eso hace que las empresas familiares sean tan resistentes, pero claramente eso depende de que existan los sucesores adecuados en la familia. ¿Qué pasa si no hay? Los modelos tradicionales no ofrecen más opciones que la herencia o la venta. La propiedad responsable ofrece una alternativa: asegura que el control sobre la empresa sea transmitido de una generación a la otra, basado netamente en sus habilidades, en sus valores y en su conexión con la compañía, que pueden ser o no familiares san­guíneos.

El Business Roundtable plantea una nueva manera de hacer negocios sin priorizar el beneficio económico. ¿Qué se puede esperar en el futuro cercano a nivel corporativo?


Para cambiar la manera de hacer negocios tenemos que enfocarnos en las deficiencias estructurales fundamentales del sistema repensando la forma en las cuales las decisiones de la empresa son tomadas. Dividiendo los derechos económicos de los derechos de voto, como hace la propiedad responsable, se permite a las empresas quedarse guiadas por su misión y propósito para cambiar la economía de una forma que pueda catalizar los potenciales del modelo capitalista (espíritu emprendedor, innovación, una economía descentralizada) y luchar contra sus desventajas (concentración de mercado, desigualdad social, daños al medioambiente).

HOJA DE VIDA

Formación
. Abogada especializada en derecho corporativo con amplia experiencia en asesoría legal en proyectos internacio­nales de fusiones y adquisiciones, inversiones y asuntos corporativos.

Su tarea. En la Fundación ­Purpose (Alemania) investiga y promueve estructuras alternativas de propiedad responsable que aseguran la misión e independencia de las empresas en el largo plazo.

En la región. Como parte de su trabajo, se encarga de difundir la propiedad responsable a escala internacional, enfocándose de manera especial en América Latina.