Juan Camilo Sepúlveda y Brian Ibujes, dos de los socios de Yana. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

Juan Camilo Sepúlveda y Brian Ibujes, dos de los socios de Yana. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

Esta ‘app’ apunta a los servicios de limpieza

10 de julio de 2019 14:15

La economía colaborativa continúa su expansión hacia múltiples ramas. En Ecuador ha sido recurrente su uso para servicios de transporte o comida a domicilio. Pero, ahora, en Quito, los usuarios tienen a su alcance servicios de limpieza para casas u oficinas.

Juan Camilo Sepúlveda venía conceptualizando la idea desde hace algunos años, incluso tuvo un piloto del proyecto, pero para entonces se desempeñaba como Gerente de Easy Taxi en el país, una responsabilidad que le impedía dedicarle el tiempo necesario que requería el emprendimiento.

A finales del año pasado, Brian Ibujes, amigo y compañero de trabajo, le propuso asociarse con la idea de sacar el proyecto adelante. En enero del 2019 se sumó también Bruno Valarezo como socio tecnológico.

En conjunto, comenzaron a trabajar en una aplicación móvil que permitiera solicitar servicios de limpieza y, a su vez, a las personas interesadas en brindarlo, ofrecer sus servicios. El lanzamiento oficial fue en junio.

Se trata de un emprendimiento con visión social, que busca promover la independencia económica y vinculación laboral de mujeres madres, cabezas de hogar. Por ello decidieron denominar a la aplicación Yana, nombre que proviene de la palabra quechua Yanapay, que significa ayudar.

Por otro lado, comenta Sepúlveda, también aspira a ser una ayuda para las familias, con la limpieza de sus espacios, dándoles la posibilidad de invertir ese tiempo para compartir en familia. En el caso de oficinas o locales comerciales, buscan ser un soporte para otros emprendedores.

La ‘app’ es de descarga gratuita y está disponible en iOS y Android. Los usuarios tienen la posibilidad de reservar el servicio, seleccionando el día y las horas. Las modalidades de prestación van desde dos horas hasta ocho horas de servicio, con costos desde USD 13 hasta 31. El pago puede ser con tarjeta de débito, crédito, transferencia o efectivo.

Las asistentes o prestadores del servicio tienen la opción de escoger la solicitud que le convenga, según la cercanía u horario. Su ganancia corresponde a un 70% del pago de cada prestación.

El proceso de selección de las asistentes es estricto: deben contar con experiencia y cumplir ciertos criterios. Además de la entrevista y una prueba, Yana realiza una visita en sus domicilios para conocer el entorno familiar y sus condiciones socioeconómicas.

Al momento, Yana cuenta con tres mujeres como prestadoras. Una de ellas es Elvia Lárraga, de 42 años, madre soltera de tres hijos menores de edad. Se ha dedicado a este oficio desde muy joven. Recientemente, laboró para una empresa de limpieza, pero renunció por malas condiciones laborales: horas extras, incluidos fines de semana, no pagadas, atrasos en la remuneración, entre otros aspectos.

Con Yana comenzó hace un mes, luego de haber recibido capacitación sobre la utilización de la ‘app’ y el servicio.“En un inicio me costó el uso de la aplicación, pero ya la manejo bien”, comenta Elvia, quien ya ha limpiado dos casos y dos departamentos. Paralelamente, trabaja como repartidora de flores en Nayón.

Zulaida Cosío, una cliente, ha utilizado el servicio en tres ocasiones para la limpieza de su casa. “Me parece muy práctico. Además, fue una buena experiencia. La señora limpió muy bien y fue muy respetuosa y honrada”.

A mediano plazo, una de las metas del emprendimiento es contar con un servicio de guardería para las asistentes que lo requieran para el cuidado de sus hijos, mientras ellas trabajan.