Los barcos legales que operan en el Ecuador capturan cerca del 48% de la totalidad del atún de la zona oriental del océano Pacífico.

Los barcos legales que operan en el Ecuador capturan cerca del 48% de la totalidad del atún de la zona oriental del océano Pacífico. Foto: Cortesía Tunacons

Atún: El producto clave en la canasta exportable del país y en el hogar

28 de abril de 2021 07:57

Los productos elaborados de atún figuran como uno de los principales bienes de la canasta exportadora ecuatoriana y de los hogares del país. De hecho, la conmemoración del Día Mundial del Atún (2 de mayo) reconoce el papel fundamental del atún en el desarrollo sostenible, la seguridad alimentaria, la economía y los medios de vida de las personas de todo el mundo.

De acuerdo con Fedexpor, el sector procesador de atún del país ha logrado triplicar su volumen de exportación durante los últimos 10 años. El aporte de este producto representa el 8% del total de ventas no petroleras.

En el 2010, el país exportaba USD 318 millones y para el cierre del 2020 se llegó a 1 033 millones.

Felipe Ribadeneira, presidente del gremio, explica que este incremento se debe a la capacidad de la industria para consolidar su posición y presencia en mercados demandantes, como el de la Unión Europea (UE).

El bloque, al que actualmente se envía más del 50% de la oferta de Ecuador, es uno de los cinco destinos que empujó el crecimiento de las exportaciones atuneras desde hace más de una década.

Ribadeneira añade que la constante innovación del sector para dar estricto cumplimiento a procedimientos de manejo sostenible de todos sus recursos es uno de los diferenciadores del producto ecuatoriano. Por esta razón, Ecuador figura como el segundo productor mundial de atún.

Mónica Maldonado, directora ejecutiva de la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros (Ceipa), destaca que el país es uno de los primeros en calidad por sus sistemas de trazabilidad y manejo de políticas laborales. De hecho, resalta, en el 2020 la industria priorizó la salud de sus trabajadores en medio de la emergencia por el covid-19.

Por ejemplo, reestructuró turnos de trabajo y modificó la ubicación de los operarios dentro de las líneas de procesos. El sector atunero emplea a 25 000 personas de forma directa en plantas industriales y flota de barcos, además de empleos conexos.

Otro detalle que destaca Maldonado es que, por la exigencia de los mercados, el sector reforzó en el último año normativas nacionales e internacionales de inocuidad, como buenas prácticas de manufactura, protocolos de bioseguridad, normativa de seguridad de riesgo en el trabajo.

Xavier Rosero, docente de economía internacional de la Pontificia Universidad Católica (PUCE), complementa esta visión al señalar que “el sector procesador de atún se ha constituido como un ejemplo de industria alimentaria, que ha logrado encadenar varios eslabones productivos que favorecen las oportunidades de diversificación de la oferta exportable y el desarrollo territorial de las provincias costeras donde de desenvuelve esta actividad”.

En el país, las industrias que procesan atún están ubicadas en Guayas, Santa Elena y Manabí, concentrándose en esta última el 60% de la oferta. La capacidad de producción (procesamiento y envasado) alcanza las 500 000 toneladas, de las cuales un 5% se destina al mercado local.

Al respecto, la representante de Ceipa señala que el consumo interno de atún se ha consolidado en las preferencias de la canasta básica de los hogares. Resalta que el producto tiene un peso importante en las perchas de los supermercados y tiendas por encima de marcas importadas.

En Corporación Favorita, por ejemplo, la zona de enlatados tiene 13 presentaciones de las cuales 12 son nacionales y una importada. Rubén Salazar, su gerente corporativo, dice que la preferencia por el producto local en los últimos años tiene un crecimiento sostenido de ventas, sobre todo por la facilidad de consumo y por ser una proteína de buen precio.

El sector atunero destaca que el futuro de esta industria se enfoca en la importancia de una gestión pesquera sostenible, de conservación y adaptación de las nuevas tecnologías para su constante innovación productiva.

Una docena de empresas tras la certificación MSC

El manejo pesquero del sector atunero está regulado a través de la Comisión Interamericana del Atún Tropical. Allí, se adoptan decisiones para conservar los atunes y evitar un impacto en el ecosistema y que no haya sobrepesca y afectación a otras especies.

A más de ello, las firmas Nirsa, Eurofish, Tri Marine, Servigrup y Grupo Jadran conformaron el proyecto técnico Tunacons. Estas se unieron para lograr la certificación del Consejo de Administración Marina en Conservación del Atún a través de un Proyecto de Mejora Pesquera (FIP).

Según Guillermo Morán, director de Tunacons, para alcanzar la ecoetiqueta Marine Stewardship Council (MSC) se desarrolló un proyecto para el manejo especial de la pesca con red de cerco y cumplir con los indicadores técnicos que exige la certificación.

Es un trabajo que empezó hace cuatro años y esperan alcanzarlo a finales del 2021. “Eso garantizará que el atún ecuatoriano tenga más aceptación en los mercados más exigentes en sostenibilidad como Europa y Estados Unidos. A más de tener un atún de buena calidad y sabor, el consumidor quiere saber si es sostenible”.

Esta certificación, dice Morán, obliga a ser más exigentes con los barcos para evitar la sobrepesca o ilegalidad, reducir la contaminación, entre otros requerimientos.

Además, Tunacons busca disminuir la pesca incidental de especies vulnerables como tiburones, mantarrayas, tortugas marinas... Para ello, se requiere innovación tecnológica y de procedimientos en las flotas para minimizar o evitar este impacto.

Según Morán, trabajan en los equipos de pesca como los plantados, que son un sistema de atracción artificial de los cardúmenes de atún. Se busca que sean elaborados en su totalidad con materiales biodegradables para reducir el impacto ambiental. Es decir, que no tengan elementos contaminantes como el plástico.

Otro componente importante de Tunacons es fortalecer la administración de la pesquería en el país y el exterior. La idea es contar con planes de trabajo específicos. “Ecuador es el único país de la región que cuenta con el Plan Nacional del Atún, que fue construido entre el Gobierno y el sector”.

Para Gustavo Núñez, titular del Directorio de Asiservy y Ceipa, en el país hay dos pesquerías en proceso de certificarse MSC. Además de Tunacons, hay otro grupo de siete armadores. En conjunto, representan el 67% de la pesca total de barcos ecuatorianos y el 41% de la necesidad de materia prima de la industria conservera.

Núñez dice que el atún certificado MSC tiene un precio superior al no-certificado, por lo que una parte importante de las exportaciones ecuatorianas aumentaría su valor en facturación.

Pablo Guerrero es director de Conservación Marina de WWF Ecuador. Él dice que la mayoría de los actores se ampara en la Comisión Interamericana del Atún Tropical, que trabaja con información científica para fijar medidas de manejo y conservación para los atunes y otras especies que comparten el ecosistema marino.

Entre otras obligaciones están los marcos de manejo para barcos grandes, de más de 363 toneladas de capacidad de acarreo. Estos deben llevar observadores en todos los viajes. Además, están las vedas de 72 días, cierres temporales de zonas marinas cada año o el registro regional de buques.

Guerrero dice que la sostenibilidad es un tema que empezó hace más de 10 años, como una novedad, pero paulatinamente se transformó en una obligación para posicionarse y diferenciarse en el exterior. “Hay esfuerzos, pero se puede hacer más porque aún hay problemas”. Menciona la sobrecapacidad pesquera.

Otro tema importante es el monitoreo que debe aplicarse también en los barcos pequeños, señala Guerrero. Ya sea con técnicos a bordo o con sistemas digitales.