Autoridades y organismos internacionales estiman una contracción económica de alrededor del 6,5% para el 2020. Sin embargo, estas proyecciones serían no concluyentes pues la magnitud de la crisis y de la realidad que vive el Ecuador la convierte en un caso sui generis.

Simplemente como ejemplo, las proyecciones para la economía española establecen que, en el mejor de los casos, esta decrecería en un 7% y, dependiendo del tiempo que tome retornar a una razonable normalidad en el comercio, esta podría llegar a una reducción del PIB de hasta el 12,5%.

En el caso de nuestro país, las estimaciones en cuanto al desempeño económico parecerían desconocer la magnitud del problema sobre el tiempo puesto que no es lo mismo mantener un país paralizado por dos meses que más meses.

Está claro que las economías de estos dos países son distintas. El factor tiempo es determinante en ambos casos. A ello, se debe sumar la caída en la demanda de productos en el mercado internacional y la apreciación del dólar. Habrá que afinar el lápiz y establecer escenarios reales. 6,5% me suena a poco.