En el centro de Portoviejo se observa la destrucción causada por el terremoto. En ese sector se concentraban distintos negocios que perdieron sus locales o están cerrados. Foto: Diego Pallero / LÍDERES

En el centro de Portoviejo se observa la destrucción causada por el terremoto. En ese sector se concentraban distintos negocios que perdieron sus locales o están cerrados. Foto: Diego Pallero / LÍDERES

La banca privada y pública hacen cálculos tras el terremoto

30 de abril de 2016 09:07

Tras el terremoto vienen las cuentas y el sector financiero no escapa a esta tarea. En la banca privada y pública ya se revisa con detenimiento el impacto del sismo del pasado 16 de abril, cuyo epicentro estuvo en Manabí.

Uno de los indicadores que mayor atención merece es el de la cartera de crédito. Según datos de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE), la cartera de crédito de Manabí y Esmeraldas, las provincias más afectadas por el sismo, bordeaba hasta marzo de este año los USD 860 millones; esa cifra se reparte principalmente en crédito comercial (cerca de USD 370 millones) y de consumo (alrededor de USD 275 millones); el resto se divide entre créditos para vivienda y microcréditos.

El total de la cartera de crédito de Manabí y Esmeraldas representa el 4,6% de la cartera total nacional, que hasta marzo de este año estaba en USD 18 528 millones, según estadísticas de la Superintendencia de Bancos.

Julio José Prado, director ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados (ABPE), informa que una de las preocupaciones entre las entidades financieras es el incremento del índice de morosidad, en especial en los segmentos de microcrédito y consumo.

Según cifras de la ABPE, en Manabí el índice de morosidad está en un promedio de 6,6% y en Esmeraldas llega al 11,7%, por encima del promedio nacional que hasta marzo estaba en 4,6%.

Prado detalla que en poblaciones como Pedernales el índice llega al 9% y en Portoviejo se ubica en 10%. “Esos indicadores subirán con revisiones y actualizaciones que se hagan con el tiempo”.

Además, indica que la mayoría de créditos tiene seguro de desgravamen por la muerte del beneficiario del préstamos o ante desastres naturales.

Banco Solidario es una de las entidades que revisa la situación. Esta entidad cuenta con cerca de 35 000 clientes, en Manabí y Esmeraldas. En esas provincias sus créditos están divididos un 56% para microcrédito productivo y un 44% en microcrédito de consumo, según indican sus voceros.

La Superintendencia de Bancos considera que si bien se podría esperar en el corto plazo un incremento en la tasa de morosidad de la cartera colocada, esto dependerá del segmento y la ubicación. “No todos los sectores fueron afectados de la misma forma y muchas empresas tampoco sufrieron grandes daños”, respondió el organismo.

Además, la Superintendencia de Bancos dio a conocer que para mitigar los efectos, se está trabajando en un proyecto de ley que faculte a las entidades financieras el diferimiento de las cuotas de por lo menos 90 días.

Sobre este tema, la ABPE planteó el diferimiento de pagos de créditos. Prado explica que las cuotas de abril, mayo y junio se diferirán tres meses en los créditos para los habitantes que viven en las zonas afectadas por el terremoto. En tarjetas se diferirán cuotas e intereses de consumo por tres meses. Y en crédito se van a analizar casos puntuales para determinar si conviene que los intereses se paguen como una cuota final o si se devengan de manera mensualizada.

La banca pública también activó un plan. La Corporación Financiera Nacional (CFN) tiene en Manabí y Esmeraldas 806 operaciones crediticias, la mayoría están concentradas en Manabí. María Soledad Barrera, presidenta del Directorio de la CFN, indica que la entidad tiene USD 147 millones de exposición en la zona afectada, que incluye a Muisne y la zona turística de la provincia de Esmeraldas. Aproximadamente USD 130 millones corresponden exclusivamente a Manabí.

“Hemos resuelto como medida inmediata, declarar una moratoria de seis meses sin que tengan que pagar sus cuotas de capital ni de intereses”, señala Barrera.

Además, explica que tras los seis meses se podrá decir qué plan de refinanciamiento o de reestructuración aplica para cada empresa, según la afectación. “Esto es importante para ir dando una señal de aliento y de alivio al sector productivo que tiene distintas afectaciones”.

Finanzas

La cartera de crédito de Manabí y Esmeraldas, las provincias más afectadas por el sismo, bordeaba hasta marzo de este año los USD 860 millones; esto representa el 4,6% de la cartera nacional de créditos. Los planes de contingencia para los deudores se activaron.

Los préstamos serán reprogramados

Un total de 298 000 socios de cooperativas de ahorro y crédito se cuentan en Esmeraldas y Manabí, según los últimos datos de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria. El 97,6% está concentrado en esta última provincia.

En Manabí y Esmeraldas, que son las más afectadas por el terremoto del 16 de abril, funcionan 54 instituciones financieras de la economía popular y solidaria, ya sea con carácter local o con oficinas que mantienen entidades de otras regiones del Ecuador.

La afectación que el sismo tuvo en los socios de las cooperativas de ahorro y crédito aún no está definida. Sin embargo, el Comité Técnico del Sector Financiero Popular y Solidario planteó diferir por un período de 90 días el cobro de las cuotas de los préstamos a las personas, que tienen inconvenientes por el terremoto.

También, ofreció la reprogramación de deudas vencidas y por vencer. Según el vocero técnico de este comité del sector financiero popular y solidario, Juan Pablo Guerra, en este aspecto es necesario analizar cada uno de los casos, porque existen personas que están afectadas en gran medida y otras, en menor. “Hay quienes pueden necesitar la reprogramación o, incluso, mayores recursos económicos”.

Lo importante, agrega, es ofrecer una ayuda porque en estos momentos su mayor preocupación es recuperarse y reconstruir sus inmuebles o reanudar las actividades de sus negocios.

La semana pasada, los dirigentes del sector cooperativo mantuvieron reuniones con los representantes de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria para coordinar la colaboración y “que las acciones se cumplan a la brevedad posible”, dice Guerra.

En la actualidad, cada institución financiera de Esmeraldas y Manabí realiza el levantamiento de la información para coordinar con los socios los procesos de reprogramación de los préstamos.

Aunque es prematuro saber cuáles son las afectaciones, Guerra indica que la mayor concentración de colocaciones está en los segmentos de microcrédito y préstamos de consumo.

“Por el momento, se ofreció una opción de una reprogramación durante los próximos 90 días, es decir, los socios podrán acercarse a las instituciones y reprogramar sus obligaciones”. Él estima que en el transcurso de esta semana se tendrá un panorama más preciso de la situación en ambas provincias. Esto permitirá definir las acciones de apoyo que ejecutará el sector cooperativo.

La semana pasada recopilaron información y trabajaron paralelamente en un proyecto de estas instituciones de todo el país.

Según Guerra, existen varias opciones para aportar, pero lo más importante es generar condiciones favorables. Entre otras rediseñar el esquema de desarrollo de las zonas afectadas creando cooperativas de trabajo y vivienda y para ello se necesita inyectar recursos económicos. Una vez que se tenga este plan de apoyo será anunciado.

Tras el sismo, la primera acción del sector cooperativo fue garantizar el funcionamiento de las oficinas de las instituciones en las zonas afectadas. El objetivo fue reanudar la atención en los locales y que funcione la red de cajeros para que los socios tengan acceso al dinero y a los otros servicios que ofrecen las cooperativas.

Guerra asegura que todo está funcionando y existen las garantías para brindar los servicios. Se revisaron que las oficinas no presenten riesgos estructurales, que haya comunicación y la provisión de recursos económicos.

De acuerdo con los últimos datos de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, en las provincias de Manabí y Esmeraldas las cooperativas recibieron depósitos o captaciones por USD 253,8 millones y concedieron colocaciones o préstamos por USD 252,3 millones.

Cooperativas 

Otra medida de apoyo es diferir por 90 días el cobro de las cuotas de los créditos.