Los bancos registran cada vez menor afluencia de usuarios en ventanillas. Según la Superintendencia de Bancos, el 73% de las transacciones de la banca se hacen en canales electrónicos. Ilustración: Ingimage

Los bancos registran cada vez menor afluencia de usuarios en ventanillas. Según la Superintendencia de Bancos, el 73% de las transacciones de la banca se hacen en canales electrónicos. Ilustración: Ingimage

El uso de la banca digital creció un 30% en el Ecuador el año pasado

14 de febrero de 2018 06:43

Las ventanillas de las agencias bancarias tienen cada vez menos protagonismo en el país.
Los problemas de movilización, los horarios de atención y las filas no han desaparecido, pero hoy en el Ecuador la mayoría de los usuarios prefiere reemplazar esa experiencia por un par de clics desde un computador o un celular.

Según la Superintendencia de Bancos, el 73% de las transacciones que se realizaron en instituciones financieras el 2017 se realizaron en canales electrónicos.

Mientras que el Banco Central informa que la tasa de crecimiento del uso de los medios de pago digitales durante los últimos cinco años fue del 16%, pero entre 2016 y 2017 aumentó 30%.

En Banco Guayaquil, de 25 millones de transacciones mensuales, alrededor de 1,8 millones son en agencias físicas. Hace cinco años, eran tres millones.

Ángelo Caputi, presidente ejecutivo del banco, cree que esta realidad apunta a que en el futuro, las agencias de entidades financieras quedarán solo para ofrecer atención personalizada. “Nuestros clientes utilizan los canales de manera muy habitual. Creo que el banco, como entidad física, quedará a futuro solo para asesorías e información”, añade.

En Banco Pichincha, en el último año se redujeron en cuatro millones las transacciones desde oficinas. Ignacio Maldonado, vicepresidente ejecutivo de Negocios, cuenta que en el 2012 el uso de los canales digitales era de apenas el 27%. Hoy es más del 50%.

“Estamos fortaleciendo estrategias para que nuestros clientes dejen de utilizar el dinero en efectivo, reemplazándolo por medios de pago como tarjetas y pagos desde un aplicativo móvil hacia cuentas directas o interbancarias”, señala Maldonado.

La idea de que mientras más grande es la agencia bancaria el ente es más fuerte o que mientras más agencias tiene, este es más solvente, “es parte del pasado”, dice Miguel Ebenberger, gerente general de Banco Procredit.

“Hacia allá va el negocio. Es la única forma de competir con las fintechs, que ofrecen servicios financieros sin agencias”, señala.

Entre 2016 y 2017, esta entidad redujo de 26 a 10 el número de agencias que tiene en el país para fortalecer los servicios en el área digital, lo que representó USD 3 millones de inversión y costos.

La estrategia de Procredit se complementa con menos costos para el usuario, añade Ebenberger. Así, las transacciones internas e interbancarias serán gratis para el usuario en la plataforma.

Se trata de una tendencia mundial que tiene que ver con un cambio en las demandas de los consumidores de la nueva generación y una mayor penetración de las tecnologías.

En el 2012, en el país un 21,4% de la población se consideraba “analfabeta digital”, es decir que no tenía un celular activado, no había usado computadora ni Internet en el último año. Pero para el 2016 la cifra se redujo a 11%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Aunque un 44,1% de la población del Ecuador usa servicios bancarios en línea, según el Banco Central, uno de los retos en este escenario es lograr que los clientes usen todo el potencial que ofrece tecnología.

Por ahora la mayoría de clientes usan las plataformas digitales para hacer consultas de saldos. Pero la banca avanza cada año con nuevos productos en línea.

Produbanco tiene desde el 2016 una ‘app’ que permite a los jóvenes abrir una cuenta sin depósito inicial desde el celular. Banco Pacífico lanzó hace un mes una aplicación para que los clientes usen sus tarjetas de crédito y débito desde el celular. Y Banco Guayaquil ofrecerá desde marzo la opción de contratar créditos desde la banca en línea.

Así también, la Asociación de Bancos Privados (Asobanca) desarrolla la plataforma Bimo, con la que reemplazará al dinero electrónico que dejará de operar en marzo. Con esta herramienta, los usuarios de una veintena de bancos podrán usar los servicios financieros desde su celular. Incluso la población que no tenga cuenta podrá abrir una desde Bimo, explica Julio José Prado, presidente de Asobanca.

Otro reto en torno a la adopción de estas herramientas es la seguridad que ofrecen las entidades. Banco Pichincha y Guayaquil, por ejemplo, han implementado reconocimiento facial a sus aplicativos para dar más confianza al usuario.

Según David López, vocero de la firma estadounidense Easy Solutions, la banca en la región avanza con soluciones para evitar problemas como el ‘phishing’, pero buena parte de los clientes comete errores que escapan de las manos de las entidades.


El celular, el gran aliado de los bancos

Luis Aguirre, gerente de Innovación de Banco del Pacífico, presentó la aplicación de billetera móvil BDP Wallet. Ya tiene cerca de 12 000 usuarios. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES

Luis Aguirre, gerente de Innovación de Banco del Pacífico, presentó la aplicación de billetera móvil BDP Wallet. Ya tiene cerca de 12 000 usuarios. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES


La banca encontró en los teléfonos móviles a un aliado para ofrecer sus servicios de manera más rápida entre una población, sobre todo de jóvenes, que usa su celular para casi todo. Y para ello, las soluciones que ofrecen van más allá del acceso a Internet.

En el país, seis de cada 10 ecuatorianos tienen una línea de celular activa y cinco de cada 10 tienen un teléfono inteligente o ‘smarthphone’, según datos de la última encuesta de Tecnologías del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), del 2016.

En Banco Pichincha, hace cinco años lanzaron una aplicación móvil y el servicio de mensajería (SMS) para sus clientes.

En el 2017 la entidad financiera registró casi 86 millones de transacciones de estos sistemas.
En este banco, el uso de servicios financieros a través del móvil fue el que más creció el año pasado, pasando del 7% al 15% en participación.

Este año se espera que llegue al 20% de participación, según Ignacio Maldonado, vicepresidente ejecutivo de negocios del ente.

Hoy en día, Banco Pichincha permite consultas, pagos, transferencias, recargas o solicitar certificados bancarios sin necesidad de conexión a Internet o disponer de un ‘smartphone’. Además, está desarrollando la opción para que el usuario pueda solicitar crédito.

En Banco del Pacífico, en tanto, apuntan a que el celular reemplace al plástico de las tarjetas.
En enero, en este banco lanzaron la aplicación BDP Wallet, que permite a los usuarios hacer consumos con tarjeta de crédito o débito desde el celular.

El cliente debe descargar la ‘app’ y registrar sus datos; de manera automática la aplicación identificará si el cliente tiene tarjeta de débito, crédito o ambas. Entonces, el cliente decidirá cuál de ellas usa en la ‘app’ para hacer compras.

Luis Aguirre, gerente de Innovación y Transformación Digital del banco, explica que tomó cuatro meses elegir a un desarrollador y dos meses concretar la idea.

En el primer mes de funcionamiento de la ‘app’ ya hay 12 000 usuarios y se han registrado unas 200 transacciones al día con un ‘voucher’ promedio de USD 30.

“Al principio esperábamos tener unos 3 000 usuarios en el primer mes, pero nos quedamos cortos. Fácilmente podremos llegar a los 100 000 usuarios y medio millón de transacciones en un año”, dice Aguirre.

El tipo de público en el desarrollo de estas herramientas es clave para los bancos. En el caso del banco Produbanco, en diciembre del 2016 decidió enfocarse en la población milenial y ofrecerles la cuenta Be, que ya tiene alrededor de 33 000 clientes.

Gracias a esta cuenta que se abre y se maneja desde el celular, el 80% de los nuevos clientes del banco son jóvenes con edades entre 18 y 35 años.

Según Nicolás De Genot, subgerente de banca virtual, la buena acogida de la cuenta Be obedece a las facilidades que ofrecen, orientándose a las preferencias de los jóvenes.

“No se cobra por la emisión del plástico de la tarjeta, no se pide un depósito inicial para abrir la cuenta, no hay ningún costo, de manera que no le dejas dudas de abrirse en la cuenta”, señala De Genot.

Este tipo de herramientas facilita a los clientes acceder a bienes y servicios propios de su generación, añade De Genot.

De todas las transacciones que se hacen con la tarjeta de débito Be de Produbanco, el 80% es de compras en línea, sobre todo en Amazon, Netflix y Uber.

Si bien las agencias se perfilan como espacios para atención al cliente, el celular también ofrece alternativas para reemplazarlas.

En el Banco Procredit, los clientes pueden acceder a videollamadas y chats en línea desde la plataforma del banco con los ejecutivos. Mientras que el Banco Guayaquil, ofrece la opción de chatear a través de Facebook.

Aplicaciones

Inversión. Produbanco invirtió USD 700 000 en el desarrollo de la aplicación y marketing de la cuenta Be.

Sin internet. Banco Pichincha ofrece el servicio de banca celular interactiva que permite hacer transacciones como consultas, pagos, transferencias, recargas sin necesidad de una conexión a Internet.

Tarjetas. El 90% de los consumos en la aplicación BDP Wallet corresponde a compras con tarjeta de crédito.