22 personas trabajan en la elaboración de batidos de frutas en 10 locales, ubicados en el centro de El Carmen. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

22 personas trabajan en la elaboración de batidos de frutas en 10 locales, ubicados en el centro de El Carmen. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

Los batidos de frutas cautivan a los turistas

2 de agosto de 2018 09:16

Unas 10 familias del cantón manabita El Carmen se dedican a la venta de batidos, elaborados con frutas y leche.

Al costado derecho de la avenida principal de ese cantón, se han instalado 10 pequeños puestos para vender esas bebidas, que tienen fama a escala nacional.

Para esta temporada de vacaciones de la Sierra, las agencias ofrecen - dentro del cronograma de actividades turísticas- la visita a esos quioscos para probar los batidos, que son elaborados con frutas cultivadas por los montuvios de esa zona como el banano, guanábana, papaya, entre otros.

Esa bebida es tradicional en Manabí, debido a la producción de leche y a los cultivos de frutas.

Alejandra Zambrano, vendedora de batidos, señala que las madres montuvias hacían bebidas y helados con las frutas que no se lograban vender en la ciudad y se convirtió en tradición, degustar esos alimentos cada tarde.

Ella afirma que los batidos en El Carmen han tenido aceptación en la región porque el sabor es típico. Eso debido a que utilizan especies como el clavo de olor y la canela, que son la base de los postres tradicionales de la provincia.

Ramona Almeida abrió su quiosco de batidos hace 19 años al que llamó Soda bar Bella Vista. En una mesa instaló una licuadora y empezó su negocio, en el que vendía 10 jugos diarios.

Pero, a los seis meses la clientela aumentó a 60. Así que con los ahorros compró una refrigeradora pequeña. Luego, de cuatro años, se compró un quiosco, una nevera y otra licuadora, en las que invirtió USD 2 000. “Fueron años de ahorrar, pero valieron la pena”.

En la actualidad, ella tiene una clientela fija de hasta 200 comensales diarios. Unos compran el batido normal, que cuesta USD 1,50.

Otros buscan combinaciones exóticas como el batido de borojó con aguacate y banano. “Es un energizante natural”.

Marisol Alcívar, propietaria del quiosco Vereda Tropical, cuenta que al principio solo hacían batidos con una sola fruta, pero debieron innovar sus recetas para captar a los turistas que empezaron a llegar a los 10 quioscos en 2013.

Ellos empezaron a utilizar otros ingredientes como las galletas de chocolate, que se mezclan en el batido con frutas como la fresa. También empezaron a investigar los tipos de batidos, que les podían ofrecer a los conductores, que viajan hacia la Costa.

En el puesto de Alcívar, se ofrecen batidos con la yema y cáscara de los huevos de codorniz, también adhieren malta y arazá o borojó. Estos también están combinados con frutas como el melón o la papaya, que son típicas de esa zona manabita.

La quiteña Carmen Oña es una cliente de los batidos de El Carmen. Cada vez que viaja de Quito a Manta, hace una parada en este lugar para degustar de un batido. “Son productos que llegan del campo directo la mesa. No tienen químicos y se puede ver como los preparan con frutas frescas”.

Otro de los secretos para atraer a los clientes es la ‘yapa’. Es decir antes de que el cliente termine el batido le ofrecen un poco más. También venden sánduches, preparados con el queso manabita. “La gente viene por productos auténticos. Por eso el queso es de finca al igual que la leche. Ese es el secreto del sabor”.

En los últimos años también han cambiado la forma de servirlos batidos. Hasta hace cuatro años lo hacían en vasos de vidrio y sin decoraciones. Ahora usan recipientes de plástico con tapa para que el turista pueda degustarlo mientras recorre el parque y los murales que se han instalado en el centro de la ciudad.

Como parte de la decoración, los vendedores colocan frutas tropicales, coco rallado, chocolates, galletas y dulces. “Los niños y jóvenes son nuestros mayores clientes de ese tipo de batidos”.

A diario, entre los 10 quioscos se venden entre 1 000 y 1 600 batidos. La mayoría de clientes son de El Carmen, Santo Domingo, Flavio Alfaro, Chone y en feriados turistas de la Sierra.

En los 10 puestos trabajan alrededor de 22 personas.