El pasado 30 de septiembre, el presidente Lenín Moreno analizó con sus ministros las medidas económicas que se presentaron un día después, entre ellas la eliminación de subsidios. Foto: cortesía Presidencia de la República

El pasado 30 de septiembre, el presidente Lenín Moreno analizó con sus ministros las medidas económicas que se presentaron un día después, entre ellas la eliminación de subsidios. Foto: cortesía Presidencia de la República

Bonos y monetización, opciones para conseguir recursos el 2020

21 de octubre de 2019 10:45

El futuro del acuerdo económico número 19 entre Ecuador y el Fondo Monetario Internacional (FMI) es incierto.

El Gobierno ya ha conseguido el 91% del financiamiento esperado este año de varias fuentes, pero si el acuerdo con el FMI se llegara a romper, en el 2020 y 2021 el país requerirá llenar el vacío que dejará el multilateral, que había acordado entregar USD 2 806 millones en esos dos años. Como parte del acuerdo, otros seis multilaterales acordaron también entregar recursos. En total, el país espera hasta el 2021 USD 10 200 millones de este tipo de prestamistas.

Hay dos factores que explican la incertidumbre en torno al acuerdo. Primero, que el Ejecutivo tenía que presentar una reforma laboral y tributaria, como parte de los compromisos adquiridos con el ente y este proceso ha tardado.

El viernes 18 de octubre del 2019, el Ejecutivo finalmente presentó un proyecto de reforma tributaria, que es clave para la aprobación del Presupuesto 2020. La reforma laboral todavía se discute con gremios.

El segundo factor es que el Gobierno dio marcha atrás en la eliminación del subsidio a los combustibles, medida con la que se esperaba alcanzar una de las metas fiscales del programa con el FMI: la reducción del déficit en el presupuesto.

El vocero del multilateral, Gerry Rice, ratificó la intención del ente de continuar con el acuerdo que firmó Ecuador, pero el Ejecutivo aún no decide qué hará con los subsidios a los combustibles.

Desde marzo, el FMI ha entregado USD 901,61 millones y quedan pendientes para este año USD 514 millones. Estos desembolsos pendientes se harán efectivos si Ecuador pasa las dos revisiones de metas trimestrales acordadas.

La emisión de USD 2 000 millones en bonos en septiembre dio holgura a la caja fiscal para lo que queda del año, pero aun así, “lo primero que debe analizar el Gobierno en torno al financiamiento es conservar el acuerdo”, explica Daniel Baquero, analista de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes).

Baquero añade que romper el acuerdo afectará a la imagen del país ante los mercados.
Mauricio Pozo, exministro de Finanzas, considera que hay que dialogar con el Fondo sobre ajustes en las fechas pactadas para llegar a las metas, “pero deben continuar con el programa para poner orden en las finanzas públicas”.

Si el país diera por terminado el acuerdo con el Fondo, una alternativa para obtener esos recursos es la emisión de deuda en bonos en los mercados internacionales, pero a tasas de interés más altas que las alcanzadas con multilaterales que no pasan del 5%.

Baquero señala que la percepción del país se podría ver afectada y eso incidiría en las condiciones de financiamiento a las que accedería Ecuador en el mercado de bonos. Con las condiciones actuales, si Ecuador emite deuda en bonos el interés estaría por encima del 10%, dependiendo del plazo .

Los bonos han sido de los instrumentos más usados por el Gobierno de Lenín Moreno. En su administración se han colocado USD 10 500 millones a tasas de entre 7,85% y 10,75%, a plazos de entre 5 y 10 años.

Fausto Ortiz, exministro de Finanzas, dice que una alternativa de financiamiento en la que podría enfocarse el Gobierno en los próximos dos años es la monetización de activos, que consiste en ceder la administración de activos del Estado al sector privado, también propone enfocarse en las alianzas público privadas.

Este año el Fisco presupuestó USD 1 000 millones por monetización de activos, pero no se concretó ningún proceso.

Alternativas como préstamos con China o préstamos a bancos como Goldman Sachs con el oro de la reserva del Banco Central (BCE) como garantía no son recomendables, acota Ortiz.

Con el Gobierno chino, dice, los plazos de pago suelen ser muy cortos y las condiciones no siempre beneficiosas para el deudor. Los préstamos con oro, en cambio, no estarían en línea con la intención del Gobierno de dotar de independencia al BCE.

La imagen externa del Ecuador genera dudas


Redacción Quito (I)
redaccion@revistalideres.ec

El pasado 1 de octubre, el riesgo país se ubicó en 684 puntos. Ese día el presidente de la República, Lenín Moreno, anunció una serie de medidas económicas para reducir el déficit fiscal y apuntalar la dolarización.

Una semana después, el 8 de octubre, cuando las protestas contra las medidas aumentaban, el riesgo país llegó a 777 puntos. Para el 14 de octubre, un día luego de que se derogara el Decreto que eliminaba subsidios a los combustibles, el indicador fue de 744 puntos y el pasado miércoles 16 de octubre, el riesgo país llegó a los 823 puntos, el nivel más alto en lo que va del año.

Fueron días intensos y eso se reflejó en este indicador que muestra la confianza que tienen los inversionistas en Ecuador.

¿Qué imagen deja el Ecuador luego de la derogatoria del Decreto que eliminaba los subsidios a los combustibles? Para Todd Martínez, analista de Fitch Ratings, la agencia de calificación crediticia con sede en Nueva York y Londres, los acontecimientos de las últimas semanas representan un tropiezo para la consolidación fiscal en Ecuador, “lo cual no es un mero pedido del Fondo Monetario sino algo crucial para la economía en el largo plazo”.

Martínez añade que este episodio no cambia la visión que tiene la calificadora sobre el Gobierno ecuatoriano, ya que muestra su conciencia y compromiso de la necesidad de reducir el déficit fiscal, “pero sí refuerza nuestra visión de un contexto social y político muy desafiante para lograrlo”.

El futuro, según Martínez, es retador, dado que ahora el Gobierno tiene el desafío de elaborar un nuevo paquete fiscal “y hay más incertidumbre en cuanto a su capacidad de lograrlo. No está claro todavía si hay un buen plan B, en qué consistirá, si rendirá un ahorro fiscal similar y si el capital político del Gobierno para lograrlo ha sido afectado por la turbulencia de las últimas semanas”.

Para Adrián Ordóñez, country manager de la firma de seguros crediticios Coface, lo ocurrido en las dos primeras semanas de octubre dejan una imagen absolutamente negativa, desde todo punto de vista. “Lo que hemos perdido, más allá de la paz en los días de las protestas, es la imagen internacional a todo nivel”.

Para Ordóñez, lo que se vio es muy lamentable y eso afecta a la presentación del país. “Eso se refleja en el riesgo país y ahora se necesita un plan de reconstrucción de la imagen del país”.

Otro criterio es el de José Xavier Orellana, socio de BizBroker. Él asegura que lo primero que están haciendo las calificadoras de riesgo es mirar los números del país “y los números no nos favorecen, lo que significa que existe este momento una mirada negativa hacia el Ecuador en los mercados internacionales”.

Orellana coincide con Ordóñez en el sentido de que es urgente una promoción favorable sobre Ecuador en el extranjero.

En Fitch Ratings tienen su propia sugerencia para que Ecuador mejore su imagen ante los inversionistas. Martínez considera que la imagen del país, igual que la calificación de riesgo soberano, depende no solamente del gobierno de turno sino de todos su actores. “Tiene que haber progreso en un programa de reformas para lograr una economía más dinámica y una situación fiscal más sostenible, y que este programa cuente con apoyo desde la sociedad y sistema político, para que no se descarrile con cada ciclo electoral. Es algo difícil y no pretendemos saber la receta mágica”.