Rolland Jara Jhayya tuvo la idea inicial de crear esta empresa hace 10 años. Ofrecen bombones, trufas, figuras con diferentes ingredientes

Rolland Jara Jhayya tuvo la idea inicial de crear esta empresa hace 10 años. Ofrecen bombones, trufas, figuras con diferentes ingredientes. Foto: Patricio Terán / LÍDERES

Patricia González
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El cacao fino de aroma es la base de sus bombones

28 de abril de 2020 12:07

Mooié Chocolatería Fina, como muchos emprendimientos, tuvo dos comienzos. El primero fue en 2010 con la marca Bless, con la que tuvo su primer local en el norte de Quito, pero al poco tiempo se decidió cerrarlo y mantener solo las entregas bajo pedido. En 2014, la marca cambió a Mooié y se relanzó con una chocolatería en el centro-norte de la ciudad.

La idea inicial fue de Rolland Jara Jhayya, ingeniero agroindustrial con especializaciones en Cocina Profesional, Pastelería Profesional y Chocolatería en el Instituto de Gastronomía Gato Dumas, de Argentina, donde se preparó por dos años y medio.

Retornó al país a finales del 2009 con un objetivo: montar una chocolatería fina en la que el ingrediente principal de sus productos fuera el cacao fino ecuatoriano. En 2010 arrancó el negocio con el apoyo de sus padres: César Jara y Tatiana Jhayya, quienes le facilitaron un espacio en la parte de atrás de la casa, localizada en Calderón, para construir un pequeño taller.

El capital para arrancar fue de USD 30 000, destinado para la adquisición de maquinaria básica, moldes y mobiliario del primer local, en el que solo permanecieron seis meses. “Fue muy complicado darnos a conocer y conseguir un mercado que nos permitiera mantener las ventas y pagar arriendo”, explica el emprendedor.

Luego de cuatro años trabajando solo con entregas a domicilio, bajo pedido, la familia solicitó un préstamo bancario para la compra de un local. Adicionalmente, reinvirtió cerca de USD 30 000 para mejorar el taller, compra de utensilios y el mobiliario del nuevo negocio, que desde hace siete meses lo atiende Raquel Espín, esposa de Jara.

El cacao fino de aroma se diferencia por la calidad en su sabor y aroma. Dependiendo del lugar donde se cosecha, tiene características distintas. Encontrar el indicado para sus productos, les llevó varios años. Desde hace unos cinco, los emprendedores fabrican chocolate que contiene una mezcla de cacao proveniente de Esmeraldas (Costa) y Orellana (Amazonía).

“El de Esmeraldas tiene un porcentaje mayor de grasa, lo que resalta el aroma; es amaderado. El del Oriente, en cambio, es frutal y cítrico. Esta mezcla combina muy bien con los ingredientes que usamos para la bombonería”, detalla el chocolatero.

Entre los ingredientes hay frutas como uvilla, mora, maracuyá y piña; también frutos secos: avellana, macadamia, almendra, pistacho, entre otros. Todos los productos son procesados con el fin de resaltar su sabor.

La empresa trabaja con alrededor de 30 proveedores. Chocoleyenda les provee del chocolate, en diferentes porcentajes de pureza (entre 60% y 80%). Al mes les vende alrededor de 120 kilos, cantidad que en temporadas altas, como Navidad, puede llegar a 250 kilos, indica Hernán Cruz, representante de ventas de la procesadora de cacao ecuatoriano.

En frutos secos, uno de sus proveedores es Prodeli, que le factura cerca de USD 800 cada seis meses en variedad de productos importados, en su mayoría, de Chile y Brasil, detalla Christian Luna, gerente administrativo.

La chocolatería tiene 27 sabores en 50 presentaciones distintas, distribuidas en categorías de productos: cajas con chocolates, con trufas, figuras de chocolate, tabletas, productos a granel, regalos especiales, obsequios corporativos, cajas y figuras de chocolate para bodas y eventos, entre otros.

Además, este negocio elabora postres, que en su mayoría contienen su chocolate. En bebidas, ofrecen café lojano y chocolate caliente, semiamargo.

La empresa chocolatera atiende al año a cerca de 75 clientes corporativos. Uno de ellos es Hapn, una firma de desarrollo de negocios digitales que ha comprado sus cajas con chocolates o trufas para regalar a sus clientes en tres ocasiones, comenta Jorge García, director ejecutivo.

Mientras que la empresa textil Alexa Tejidos también ha regalado sus cajas de chocolate a clientes en Navidad y Día de la Mujer. “En cada ocasión, les compramos unas 80 cajas para los colaboradores de seis clientes. Es un regalo discreto y elegante. El sabor es muy bueno”, señala Isabel Rojas, jefa administrativa.