Las chaquetas y pantalones entallados de cuero se incluyen en el uniforme de trabajo. En la Cafetería de Sandy, una idea de negocios desarrollada por estudiantes de la carrera de Gestión Gráfica Publicitaria de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, los clientes ingresan a los EE.UU. de los años 60.

Para Karina Troya, una de las integrantes del equipo de Sandy, la propuesta es crear un bar temático y que se consolide como ícono de los amantes del rock&roll en Samborondón. "Nuestro proyecto valdría USD 41 000. De llevarlo a cabo buscaríamos inversores".

La Cafetería de Sandy, que sería decorada con máquinas de rocola e instrumentos musicales, fue el proyecto ganador del Segundo Festival de la Creatividad y la Imagen desarrollado por la Facultad de Arquitectura y Diseño de la UCSG, y que se realizó la semana anterior en el noroeste de Guayaquil. Para Ileana Delgado, docente organizadora del evento, el objetivo del encuentro estudiantil fue mostrar los trabajos visuales de más de 250 estudiantes.

Tatiana Villafuerte, otra de las integrantes de la Cafetería de Sandy, manifiesta que la estrategia comunicacional tiene como eje las redes sociales. Los estudiantes, cuyas edades van desde los 21 a los 23 años, grabaron un video que 'viralizarían' en YouTube. Esta acción de replicar masivamente una filmación tendría el efecto de hacerlos populares en corto tiempo, en el mercado.

José Ignacio Franco y Ricardo Figueroa coinciden en que la experiencia de consumo que se entrega al cliente es fundamental para un negocio. En su manual corporativo están incluidos incisos sobre el trato amable a los comensales y cronogramas para los shows en vivo. Por su parte, Mónica Artunduaga y Kerly Meza señalaron que el valor agregado gastronómico se enfoca en los postres que ofertaría la Cafetería de Sandy.

El segundo proyecto ganador del festival fue Cartón Canela. Se trató de un emprendimiento para desarrollar muebles a partir de cartones reciclados de industrias metalmecánicas de cocinas y refrigeradoras del mercado local.

LA CIFRA:
Ocho meses tardaron los estudiantes en desarrollar todo el proyecto.