La original decoración de los cupcakes hizo que se convirtieran en el postre favorito de muchas personas, especialmente de quienes disfrutan de la comida dulce. Foto: Diana Chamorro/ LÍDERES.

La original decoración de los cupcakes hizo que se convirtieran en el postre favorito de muchas personas, especialmente de quienes disfrutan de la comida dulce. Foto: Diana Chamorro/ LÍDERES.

El 'boca a boca' permitió a 'Cake Stop' facturar hasta USD 3000 mensuales

23 de febrero de 2015 19:00

Hace al menos dos años surgió entre los capitalinos una ‘fiebre’ por aquellos postres llenos de color y sabor. La original decoración de los cupcakes hizo que se convirtieran en el postre favorito de muchas personas, especialmente de quienes disfrutan de la comida dulce.

María Gabriela Maldonado, chef pastelera y propietaria de 'Cake Stop', decidió innovar el mercado de los pastelillos a través de la creación de nuevas recetas con sal que deleiten el paladar de quienes buscan nuevos sabores.

Para esto, Maldonado elaboró unos postres a base de una masa de queso, acompañados de rellenos poco usuales, como pollo con champiñones, carne con barbecue; boloñesa con peperoni; tocino con queso y jamón con queso. La opción vegetariana es un pastelillo hecho con tomate seco, champiñones y queso. Todos van acompañados de una salsa especial.

Gabriela Maldonado elaboró unos postres a base de una masa de queso, acompañados de rellenos poco usuales. Foto: Diana Chamorro/ LÍDERES.

Gabriela Maldonado elaboró unos postres a base de una masa de queso, acompañados de rellenos poco usuales. Foto: Diana Chamorro/ LÍDERES.

Además de elaborar postres de sal, en Cake Stop también se ofrece una amplia gama de productos de cafetería y pastelería, por lo que los tradicionales cupcakes de dulce no pueden faltar. Maldonado contó que los más demandados son los de higo, maracuyá, uvilla, mora, naranja, vainilla, chocolate y el especial de chocomenta. El precio de cada magdalena es de 2.50. También hay la opción de personalizar cada cupcake por un costo de USD 5,50. Esta tienda ofrece el servicio a domicilio a cualquier zona de Quito.

'Cake Stop' surgió como un emprendimiento de Gabriela Maldonado. La idea se le vino a la mente cuando viajó hace tres años a Estados Unidos y se ‘enamoró’ de los famosos pastelitos americanos. “Era algo que decía tengo que tener un negocio de esos en Ecuador”, comentó Maldonado.

Maldonado entró a la escuela de cocina 'Culinary Arts School' en Quito y allí fue donde le enseñaron los principios en pastelería.

Los primero que Maldonado adquirió fue el molde para dar forma a los cupcakes. También compró cosas pequeñas como reglas, estiletes, cuchillos, taburetes, entre otros. Ella contó que un día tuvo la oportunidad de viajar a Estados Unidos para adquirir una batidora industrial y algunas cosas que en Ecuador resultaban muy costosas.

Cupcakes de dulce y sal en Cake Stop

Esta emprendedora inició con una oficina en su propia casa. No realizó estudios de mercado, sólo fue cuestión de iniciativa y positivismo, relató Maldonado. Lo que ella quería era un negocio a modo de taller y no de venta directa, pues el costo del alquiler de un local le resultaba poco conveniente.

Luego de trabajar durante cinco meses, la chef pudo adquirir un horno eléctrico y una cafetera. Según indicó Maldonado, la inversión inicial de su negocio alcanzaría los USD 10 000.

Sus primeros clientes fueron sus familiares y amigos y así fue como, poco a poco, 'Cake Stop' fue ganando fama. Maldonado detalló que la publicidad ‘boca a boca’ fue su mejor aliada.

Un año y medio después, Gabriela Maldonado adquirió un local en la Valladolid y Madrid, en el sector de La Floresta. Para ubicarse allí, Maldonado no realizó un estudio de mercado previo. De hecho, llegó a este sitio gracias a la ayuda de su suegra, que fue quien le cedió el local.

Maldonado realizó varios arreglos al nuevo establecimiento y adquiró más herramientas de trabajo. Ella estima que en estos ajustes ha invertido alrededor de USD 30 000. Esa inversión se puede ver reflejada en los USD 3000 mensuales, en promedio, que factura esta tienda. Maldonado comentó que ese valor varía de acuerdo a la temporada del año. Como todo negocio, hay meses altos y otros bajos, señaló Maldonado.

Para ella, establecer su propia empresa fue muy duro. “Uno sacrifica tiempo en familia y de estar con los amigos para poder estar en el negocio", indicó la chef. Además dijo que algún día espera abrir sucursales a nivel nacional.