El catedrático de la Universidad San Francisco de Quito y experto en política pública, Pablo Beltrán. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
Redacción Quito
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'Cambiar gas por electricidad es viable económica y políticamente'

El anuncio presidencial de eliminar el subsidio al gas en el 2016 y sustituir ese combustible por electricidad en los hogares es una medida viable económica y políticamente, pero su éxito depende del desarrollo e incorporación de tecnologías más eficientes y de los avances en cuanto a la seguridad energética. Así lo cree el catedrático de la Universidad San Francisco de Quito y experto en política pública, Pablo Beltrán. En un diálogo con LÍDERES, el experto explica el peso de los subsidios en la economía y cuándo deben ser eliminados.

¿Es viable la propuesta planteada por el Gobierno para eliminar el subsidio al gas?
Antes de analizar la propuesta, es necesario comprender el objetivo y el peso de los subsidios en la economía. Los subsidios ocupan un lugar importante en todas las economías del mundo. Su objetivo es nivelar el ingreso de las personas menos favorecidas, este ingreso dinamiza la economía pues aumenta el consumo y, por tanto, la producción. Pero también tiene un objetivo más 'romántico' que es mejorar el nivel de vida o bienestar de las personas.

¿De qué depende alcanzar estos objetivos?
Hay diferentes tipos de subsidios. Hay directos (incrementan directamente el ingreso de las familias; por ejemplo, el Bono de Desarrollo Humano) e indirectos (mejoran la capacidad de consumo de las familias con el abaratamiento de ciertos bienes como el combustible). También hay subsidios generalizados y focalizados. Los primeros benefician a toda la población y los focalizados se entregan a las personas según su nivel de ingreso. Por tanto, el subsidio que va a cumplir más eficientemente el objetivo es el subsidio focalizado.

¿Cómo ve la estructura y el crecimiento de los subsidios en el país?
El problema en el Ecuador es que los subsidios crecen más que lo que crece la economía. Los subsidios crecieron el 2013 un 30% frente al 2012, mientras el Producto Interno Bruto (PIB) se prevé que crezca este año menos del 4%. Esto quiere decir que no son sostenibles en el tiempo. En el país, la mayoría de subsidios se financian con petróleo que es un recurso no renovable. Si seguimos con este ritmo va a llegar un momento donde no habrá más petróleo para financiar los subsidios y para mantenerlos habría que fijar impuestos que tienen por lo general un impacto negativo en la economía, pues reducen el consumo y, por tanto, la producción.

En el país, además, la mayoría de subsidios son generalizados...
Así es, casi el 70% del total de subsidios se destina a combustibles que son generalizados y, por tanto, ineficientes.

¿Cuán fácil es eliminar estos subsidios?
El problema del subsidio es que aumenta el ingreso de las personas. Estas lo ven como algo propio, como parte de su salario y no podemos de la noche a la mañana quitarles cuando ya no podamos financiarlos porque las personas destinan estos recursos para gastos ya determinados. Lo ideal es reducirlos de manera progresiva.

El escenario económico actual del país exige disminuir los subsidios...
Bueno hay que medir el costo económico y político de cada uno de los subsidios. El primero tiene que ver con el peso que representa en el Presupuesto estatal y el político con la aceptación del Gobierno frente a la ciudadanía. En política pública un gobierno debe revisar el subsidio que represente menor pérdida de popularidad y mayor ahorro. El subsidio al gas, al no ser focalizado, beneficia más a las personas de altos ingresos que a los de menos ingresos cuyo consumo es bajo, pero no se lo ha reducido por el costo político. Basta recordar los intentos de eliminarlo en Bolivia hace dos años y que generó el levantamiento de la población. Esto muestra que no se puede tomar una medida de la noche a la mañana. En lugar de ello, el Gobierno de Ecuador plantea una compensación; es decir, cambiar el uso del gas por cocinas eléctricas.

¿Qué tan viable es?
Este tipo de propuestas son viables si son planificadas y graduales y así lo ha planteado el Gobierno, pues se espera que el cambio se dé recién en el 2016. Este anuncio anticipado permitirá que el sistema productivo se acople, que los proyectos inmobiliarios acomoden sus servicios, etc.

¿Qué barreras pudiera tener?
La barrera podría ser el mal manejo de la información. En cualquier país esto podría ser aprovechado por los grupos opositores de un gobierno para influir en la población anunciando que va a disminuir su bienestar. Pero en el caso del Ecuador esto es poco probable porque la Ley de Comunicación quita la libertad de difundir cualquier información a no ser que sea probada; como las expectativas no pueden ser probadas esto no podría ser publicado y, por otro lado, la oposición no tiene fuerza suficiente. Además, la electricidad cumple más condiciones para focalizar el subsidio que el gas, pues la electricidad se paga después del consumo, mientras que el gas se paga antes. Por eso, creo que la propuesta es viable económica y políticamente.

¿De qué va a depender el éxito de la medida?
Va a depender de qué tanto se impulse la tecnología en eficiencia energética. La restricción en el uso del gas crea incentivos para que esto se desarrolle, pero se necesitan mayores esfuerzos en investigación. El Gobierno tiene como reto, además, lograr que tengamos la suficiente cantidad de energía a bajo costo para compensar la energía de gas que se va a disminuir. Para ello, impulsa centrales hidroeléctricas, pero tendremos que ver cómo marchan estos proyectos.

¿Qué ocurre con el resto de subsidios a los combustibles?
El subsidio al gas fue de USD 523 millones, lo cual es importante, pero no es el que más representa en el total. El que más representa es la gasolina.

El Gobierno ha planteado entregar una tarjeta a los conductores con cupos. ¿Eso es viable?
Solo si hay mecanismos que permitan la agilidad del sistema. A través de la matriculación vehicular lo veo difícil, creo que será un caos. Primero habría que sanear el sistema. Pienso que se debería analizar mejor la propuesta y ver otras alternativas por ejemplo crear un mercado de tarjetas de combustibles donde las personas que usen menos combustible puedan vender su saldo a quienes lo requieran.

 

Su experiencia en las aulas universitarias
Formación. Es Máster en Economía y en Administración. Doctor en Política Pública.

Su actividad. Profesor de la Universidad San Francisco de Quito por 15 años.

Desde la academia. Experto en política pública y educación superior.


LAS FRASES:
"Casi el 70% del total de subsidios en el país  se destina a combustibles que son generalizados y, por tanto, ineficientes".

"Cambiar el uso del gas doméstico por cocinas eléctricas  es viable si se planifica y se hace de forma gradual".

"El Gobierno tiene como reto lograr que tengamos energía a bajo costo para compensar el menor uso de gas".