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Ilustración: LÍDERES

Cambiar sin cambiar

28 de diciembre de 2020 12:38

La mayor contradicción que enfrentan las personas es que desean que las cosas cambien (para ellas), pero que las cosas sigan igual (para no tener que cambiar).

Suele suceder que ciertos grupos en la sociedad quieren que las cosas cambien y otros grupos no quieren que las cosas cambien. Eso es normal, propio de la vida en plena democracia. Pero aquí a lo que me refiero es al comportamiento de una persona que, por un lado, quiere que las cosas sean distintas (que los resultados sean diferentes y mejores para ella) pero que nada cambie para ella (que el esfuerzo para que ella esté mejor lo hagan otros).

No es realmente extraño, pero es contradictorio. Si las cosas cambian, y van a cambiar, van a cambiar para todos. Aunque ese cambio no lo sufran todos en la misma medida. Algo va a tener que cambiar para disfrutar de mejores resultados. Y posiblemente, algún cambio termine afectándote.

Si los cambios son inevitables: ¿vas a elegir que te afecten o vas a tomarlos como algo que, más allá de que te guste o no, vas a tener que enfrentar más temprano o más tarde?