Freddy Velasco es el propietario del emprendimiento Confites Madavel. Foto: Raúl Díaz para LÍDERES

Freddy Velasco es el propietario del emprendimiento Confites Madavel. Foto: Raúl Díaz para LÍDERES

El caramelo artesanal es la especialidad

6 de septiembre de 2018 11:03

Rosas, canastas y una variedad de figuras se manufacturan artesanalmente en Madavel. En esa microempresa la creatividad de ocho artesanas que elaboran los dulces de sabores variados es la materia prima más importante.

“Decidimos innovar y cambiar la forma de nuestros dulces para hacerlos más competitivos y diferentes a los que ya había en el mercado. Eso fue lo que nos hizo crecer”, cuenta Freddy Velasco, propietario de la empresa.

El emprendimiento surgió hace seis años, cuando en Chimbo, Bolívar, había una depresión económica por el cierre de los talleres de fabricación de armas de fuego. En esa época Velasco y su familia se dedicaban a la agricultura, pero la crisis también afectó a ese sector.

“Nuestro emprendimiento nació de la necesidad. Mi esposa, Diana Velasco, y yo nos casamos jóvenes y necesitábamos prosperar”, recuerda el emprendedor.

En el 2012, ella vendía chicles, caramelos y melcochas a los turistas que llegaban a la peregrinación de la Virgen del Huayco, una imagen venerada en la parroquia La Magdalena. Así lograron ahorrar el capital para iniciar el emprendimiento: USD 10.

Con el dinero compraron los ingredientes para fabricar melcochas. Para sus primeros productos usaron una antigua receta tradicional; sin embargo, después del éxito en las ventas decidieron reinvertir las ganancias en una capacitación con un experto en la confitería artesanal.

La formación marcó la diferencia en la empresa que apenas empezaba a surgir. Cuando Freddy y Diana dominaron la técnica para alcanzar el punto exacto de la melcocha, además de un equilibrio en los sabores, se convirtieron en proveedores de puestos de venta en terminales terrestres y tiendas de dulces artesanales de Bolívar.

Con las ganancias de los primeros años y un crédito, los esposos se decidieron por una nueva inversión para ampliar el negocio.

Pero, esta vez surgió con una nueva idea que los diferenciaba de sus competidores. Paulatinamente invirtieron unos USD 50 000 en la adquisición de máquinas, empaques y nuevas materias primas que facilitaran el proceso de producción, pero que lo mantuvieran artesanal para así conservar el valor agregado de la marca.

Además, sumaron al menú nuevos tipos de dulces. Los caramelos personalizados en los que se puede escribir cualquier frase, son, actualmente, el producto estrella de la empresa de confitería.

Se comercializan en empaques de 100 unidades y cuestan USD1,35. La meta es que los caramelos ingresen en las perchas de los supermercados en el 2019.

Las rosas de caramelo son otro producto novedoso. Los coloridos pétalos de dulce se hacen a mano y luego se ensamblan.

En la fábrica también se fabrican canastas hechas totalmente de caramelo. “Es nuestro nuevo producto y está en pleno auge. No sólo es una decoración alegre y colorida, sino que es comestible, un regalo ideal”, dice Freddy.

En el menú de la confitería también constan arropes frutales, turrón de miel de abeja y una variedad de caramelos surtidos. Los productos se comercializan en otras ciudades del país como Baños de Agua Santa, Riobamba. Ambato, Quito y Guayaquil.

“Estos caramelos se sienten agradables y con un sabor distinto debido a que son tradicionales”, opina Raúl Moreta, un cliente.

Freddy ahora trabaja en el incremento de su producción.