Serán autónomos, eléctricos y revolucionarán los hábitos de desplazamiento. Propulsados por los avances tecnológicos y los imperativos ambientales, los vehículos del futuro ya no están tan lejos.

“Constatamos que las zonas urbanas con fuerte densidad tienen más éxito con menos tráfico”, destaca David Metz, experto del Centro para Estudios sobre Transporte del University College de Londres, citando el concurrido barrio de Leicester Square, en el centro de Londres.

A medio plazo, los coches autónomos son los que van a revolucionar los desplazamientos.
Por ejemplo, en China se desarrollan proyectos urbanos para autorizar solo la circulación de vehículos eléctricos, autónomos y públicos, señala Graeme Smith, director de Oxbotica, una empresa británica que hace software para carros autónomos.

Pero el sector todavía tiene que “hacer avances”, advierte, como reducir el costo de los sensores con los que están equipados o mejorar su desempeño.

Eso no impide que ya haya algunos coches casi autónomos circulando por las carreteras. En Reino Unido se espera que en 2021 aparezcan en el mercado vehículos con un nivel cuatro de autonomía, es decir, casi total.

La transición hacia los autos eléctricos ya comenzó con constructores dispuestos a asumir el desafío. Por ejemplo, Volvo prevé lanzar solo modelos eléctricos o híbridos a partir de 2019. “Es el objetivo final de la industria automotriz”, declaró Eric Feunteun, de Renault.