LEONARDO GÓMEZ Redacción Quito / LÍDERES
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CHRISTIAN PROAÑO saltó de Alemania a la cátedra en Nueva York

Es como uno de esos caballos que quieren saltar el mundo. Así define Cecilia Acosta a su hijo, Christian Proaño, quien con apenas 33 años ya tiene un lugar en la comunidad educativa universitaria de Nueva York; allí, en la gran manzana, dicta clases de Econometría y Macroeconomía.

Su afición por los números fue temprana, en gran parte inspirada por sus padres Roberto y Cecilia, quienes también fueron economistas y ejercieron su profesión en el sector público: su madre en el desaparecido Instituto Ecuatoriano de Electrificación (Inecel) y su padre como funcionario del Ministerio de Industrias, y ministro consejero Comercial del Ecuador en Uruguay.

También su abuelo materno fue economista y trabajó por más de 25 años como profesor de estadística económica en la Universidad Central del Ecuador. "Con ese ejemplo es fácil explicarse la gran afición y habilidad que tenía Christian para las matemáticas en el colegio", comenta Arturo Cepeda, quien ahora es médico, pero hace 15 años, en 1998, se graduó junto a Proaño en el Colegio Alemán de Quito.

Allí estudió la primaria y la secundaria, aprendió alemán, se graduó con honores y conoció a la que años más tarde se convirtió en su esposa, Sandra Niemeier, con quien vive actualmente en Bielefeld, al oeste de Alemania.

Aficionado de la esgrima, con gran fascinación por la Edad Media, Proaño visitó por primera vez Alemania a los 16 años gracias a un intercambio estudiantil auspiciado por su colegio. Desde entonces siempre quiso volver para continuar sus estudios pero un accidente frenó temporalmente sus sueños.

Era 1998, había egresado del colegio y tenía 17 años cuando le pidió prestado el automóvil a su padre para viajar con algunos amigos a Papallacta. En el camino se estrelló con un tráiler; sorprendentemente, ninguno de los cuatro ocupantes resultó herido.

"Cómo sería el choque que el carro terminó debajo del tráiler. Era un Toyota Tercel azul que terminé por vender como chatarra", recuerda su padre. "No quisimos que viaje a Alemania y ese mismo año se presentó a las pruebas de ingreso para la carrera de Economía en la Universidad Católica".

Así, Proaño estudió en la PUCE, pero no renunció a su primer plan y sin que sus padres lo supieran tramitó su admisión en la Universidad de Bielefeld para estudiar Economía. En mayo del 1999 le aprobaron el cupo y, ya pasado un poco el susto del accidente, su padres le apoyaron para que viaje.

Entonces comenzó una nueva etapa de su vida. Terminó sus estudios universitarios en marzo del 2004 y se trasladó a Berlín para hacer una práctica profesional en el Instituto Alemán de Investigación Económica. En el 2006 regresó a Bielefeld hasta mayo del 2008 al terminar su tesis de doctorado, título que obtuvo con honores en la Universidad de Bielefeld.

Acto seguido se trasladó a Düsseldorf para trabajar como investigador en el Instituto de Macroeconomía y Política Económica (IMK por sus siglas en Alemán) de la Fundación Hans-Böckler, que fue la entidad que le otorgó la beca para obtener su doctorado en Bielefeld.

Vivió en Düsseldorf hasta el 2010. Al año siguiente trabajó como consultor de Investigación Externa del Ministerio Federal de Finanzas de Alemania.

Para entonces, se abre un concurso público para ocupar el cargo de profesor de Econometría en la New School for Social Research & Eugene Lang College, en Nueva York. Flaschel, Proaño se presenta consige el puesto luego de obtener la puntuación más alta.

Allí trabaja Proaño actualmente dictando clases de macroeconomía y econometría; esta última es la rama de la economía que utiliza métodos y modelos matemáticos como el cálculo, la estadística y la teoría de juegos, así como otras áreas de las matemáticas, para analizar variables y sistemas económicos, como el precio, las reacciones del mercado, el coste de producción, la tendencia de los negocios y la política económica.

Su vida se divide entre Nueva York y Bielefeld, en donde vive su esposa; allá viaja con mucha frecuencia y cuando puede saca vacaciones y viajan juntos a lugares como Tailandia. "Para mí el centro de mi vida es Bielefeld, de allí viajo a Nueva York, de allí me muevo a donde sea, cada año viajo al Ecuador a visitar a mi familia", cuenta Proaño, quien además ha dictado conferencias de economía en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y en la Universidad San Francisco (USFQ).

Testimonio de eso lo da su amigo deinfancia Raúl Calle, a quien conoce hace más de 16 años, desde una tarde en el barrio San Pedro Claver (norte de Quito) que Proaño tuvo un ligero accidente mientras patinaba. Calle lo ayudó y desde entonces se llevan bien. "Algo que puedo destacar es su capacidad de siempre estar alegre, es muy jovial, caritativo y confiable. Por eso siempre que viene, yo sigo viendo en él al niño que conocí hace 16 años".

DE ALEMANIA SALTÓ A LA CÁTEDRA EN NY

2012.  DURANTE UNA CONFERENCIA EN NUEVA YORK En la conferencia sobre el cambio climático, Proaño conversa con el director científico del Macroeconomía Policy Institute (IMK) en Düsseldorf, Alemania, Gustav Horn.

2004.  EN LA GRADUACIÓN EN BIELEFELD, ALEMANIA Christian Proaño con Marten Hillebrand, profesor en el Instituto de Tecnología en Karlsruhe; el decano de la Facultad de Economía y Administración de la Universidad de Bielefeld, Rolf König, entre otros.

UNA VIDA DEDICADA A LA ECONOMÍA 2004.  Termina su carrera de Economía en la Universidad de Bielefeld, en Alemania.

2008. Obtiene su doctorado en Economía, en la Universidad de Bielefeld.

2010. Trabaja como consultor de Investigación Externa del Ministerio Federal de Finanzas de Alemania.

"CUANDO VIAJÉ A ALEMANIA, MIS PADRES ME COMPRARON UN PASAJE DE IDA Y VUELTA. PERO MI OBJETIVO NO ERA REGRESAR SINO HACER LAS COSAS BIEN".