La comunicación y perder el miedo son las soluciones

Cuando en la Cámara de Comercio de Quito (CCQ) notaban que los pagos de los créditos que otorgaban a microempresarias se retrasaban surgieron varias interrogantes.

Una de las primeras hipótesis fue que la violencia podía estar afectando a las emprendedoras. Por ello, junto al Programa Regional ComVoMujer, de la Cooperación Alemana, el gremio participó en un estudio enfocado en el segmento de las microempresas.

Tras las investigaciones se encontró que existían negocios que cerraban por problemas de violencia de pareja.

Pero, ¿cuáles son la alternativas que se plantean desde las empresas y las cámaras para brindar soluciones a las mujeres ante esta problemática? Para Ricardo Flor, presidente de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria de Pichincha (Capeipi), una de las alternativas es que las empresas implementen programas de concientización por medio de sus trabajadoras sociales a toda la plantilla de trabajadores.

Flor añade que "no se debe olvidar que este problema es estructural y atraviesa toda la sociedad". Por ello recomienda que las charlas o talleres se deben impartir a hombres y mujeres.

En la Capeipi no disponen de datos estadísticos sobre este problema. Por ello, realizan un estudio para obtener información de cómo están las empresas asociadas; a mediados de este año esperan tener resultados.

Benito Jaramillo, presidente del Directorio de Expoflores, comenta que el sector florícola es muy consciente de este tipo de problemas.

Por ello, la mayoría de empresas cuenta con sellos sociales o certificados que tratan de evitar o combatir este tipo de situaciones. "Los trabajadores y psicólogos industriales -dice Jaramillo- juegan un papel preponderante en estos casos".

El representante del gremio floricultor considera que para poner fin a esta situación, la educación cumple un papel preponderante. El segundo aspecto es que las "mujeres comuniquen y sepan y manifestar sus problemas".

Mientras que Eddy Troya, gerente de HumanPlus, consultora en temas laborales, señala que es necesario trabajar muy fuerte en el ámbito de la familia, sino se empieza por ese ámbito, "cualquier esfuerzo será en vano". Por ello, Troya aconseja que las empresas deben implementar programas en el que participen todos los miembros de la familia, jornadas de integración y charlas periódicas.

Para Evelyn Gómez, especialista en Talento Humano, para que un emprendimiento tenga éxito y para que un empleado tenga un buen rendimiento laboral, debe tener en orden su vida familiar.

Una de las alternativas es generar un "entorno de confianza en la empresa", para que las mujeres puedan contar su situación, y así, buscar soluciones.

Evangelina Gómez, directora del Consorcio Ecuatoriano para la Responsabilidad Social (Ceres), asegura que los temas de violencia son más complicados para las pequeñas empresas, porque puede generarse una rápida descapitalización (más gastos que ingresos) y sobrecarga laboral si no se lo controla.

Por ello, Gómez comenta que es indispensable que se reconozca el problema y que las empleadas reciban capacitación sobre estos temas, para que ellas puedan reconocer una situación de violencia y denunciarla.

Más datos

Microempresarias. 422 100 emprendedoras han sufrido o sufren actualmente violencia por parte de su pareja o ex pareja.

En el último año. Más de 123 000 microempresarias fueron atacadas por sus parejas o ex parejas.