En Ecocaucho se da una segunda vida a los neumáticos. Foto: Patricio Terán / LÍDERES

En Ecocaucho se da una segunda vida a los neumáticos. Foto: Patricio Terán / LÍDERES

El concepto que cambia el consumo

20 de noviembre de 2019 12:26

La economía circular se posiciona con fuerza en los debates y decisiones mundiales. Este concepto, relacionado a la ecología y la sustentabilidad, representa grandes oportunidades, pero también retos a superar.

Según diferentes informes mundiales, un giro hacia este modelo traería beneficios económicos, sociales y ambientales.

Una de las causas que se encuentran detrás de este ‘boom’ en la búsqueda de un modelo económico sostenible es el aumento en la generación de desechos a escala mundial y sus afectaciones al ecosistema, lo que ha alertado a los gobiernos y organizaciones.

Según el informe del Banco Mundial, titulado ‘Los desechos 2.0: Un panorama mundial de la gestión de desechos sólidos hasta 2050’, los desechos crecerán un 70% en los próximos 30 años. Se pasará de 2 100 millones de toneladas en 2018, a 3 400 millones.

El informe señala como uno de los problemas a la mala gestión de residuos sólidos, de manera especial en los países de ingreso bajo, donde solo se recupera el 4% de los residuos a comparación de los países de ingreso alto, que logran recuperar más de un tercio de los desechos.

Por otra parte, en la generación de desechos, los países de ingresos más altos, que solo representan el 16% de la población mundial, generan el 34% de la basura del mundo.

En este contexto surge el concepto de economía circular. Se refiere a un modelo económico caracterizado por transformar las tendencias de consumo y los modos de producción.

La fundación Ellen MacArthur, en el informe ejecutivo Hacia una economía circular, señala tres principios en los que se fundamenta este modelo.

Bajo este concepto los productos se diseñan para ser desensamblados y reutilizados. El segundo principio señala que en su producción se utilizan materiales y componentes que pueden retornar fácilmente a la biosfera. Por último, la energía utilizada en este proceso debe ser de origen renovable.

La empresa ecuatoriana Ecocaucho ha visto en la economía circular una oportunidad de negocio, mediante la reutilización de neumáticos usados. Este material se usa para crear llantas renovadas, pisos, moquetas y distintos elementos viales. Desde 2013 hasta la fecha se han reutilizado 313 519 neumáticos.

El Foro Económico Mundial asegura que la economía circular podría representar 1 trillón de dólares en ahorro de materiales al año, para 2025, y la generación de 100 000 nuevos empleos.

Empresas grandes y pequeñas tienen planes para la gestión de residuos

Redacción Quito (I) 
redaccion@revistalideres.ec

La economía circular ofrece muchas oportunidades, que abarcan distintos ámbitos. Empresas, emprendimientos y organizaciones potencian sus estrategias a través de este modelo sostenible.

La empresa Ecocaucho, por ejemplo, enfoca su negocio en la reutilización de neumáticos usados para generar otros productos, como llantas renovadas o pisos antifatiga, a partir del caucho recuperado.

Desde su fundación, en el 2013, la empresa ha reutilizado 313 519 neumáticos. Según Juan Bermeo, gerente general, esto equivale a 11 km de carretera o 30 estadios de fútbol cubiertos con neumáticos.

La compañía Tesalia CBC también impulsa proyectos de economía circular como parte de su estrategia de sostenibilidad.

Se destaca su programa de reciclaje asociativo, que funciona en Sucumbíos, Manabí y El Oro. El objetivo es generar valor compartido a partir del trabajo con recicladores base. En total, 268 recicladores forman parte del proyecto.

Los emprendimientos, por su parte, han visto en el sistema circular una forma de diferenciarse. Es el caso de Carla Salgado, quien maneja dos emprendimientos bajo este modelo: Wallpari, dedicado a las artesanías con material reciclado, y Qhali Snacks, cuyo negocio son los alimentos saludables.

Salgado ha vinculado sus dos proyectos con actividades de reciclaje, cuidado del medioambiente y concienciación. El Cepito Ambiental, que recauda fondos para fundaciones de animales, y Reciclando con Kiru, para concienciar a la ciudadanía sobre el plástico, son algunas de sus campañas.

La Fundación Llena una Botella de Amor se enfoca en actividades de educación ambiental. Trabaja con escuelas donde los niños y familias llenan botellas con bolsas y empaques de plástico. Un aliado estratégico transforma el material recolectado en madera plástica, que se usa para puentes, parques infantiles o viviendas solidarias.

El programa funciona en Colombia y en Argentina. En Ecuador está desde el año pasado y ha logrado recolectar 300 toneladas de plástico.

La Fundación Hermano Miguel ayuda a personas con discapacidad física y neurológica. Funciona mediante autogestión y una de sus formas de obtener recursos es a través de un programa de reciclaje.

Trabaja con empresas que donan sus residuos. Además de gestionar este material, se brindan capacitaciones y asesorías a las empresas sobre conciencia ambiental.

Por su parte, la Fundación Redes con Rostro lleva desde el 2017 trabajando para visibilizar a las poblaciones en situación de vulnerabilidad.

Lo hace a través de la generación de redes colaborativas de asociaciones, pymes y emprendimientos.

Uno de sus proyectos es el programa de reciclaje asociativo que trabaja en conjunto con Tesalia CBC. El objetivo es mejorar la calidad de vida de los recicladores de base.

Gracias al trabajo realizado, en Sucumbíos el material recolectado y comercializado por las asociaciones de recicladores subió de 14 toneladas a 24.