El memo de la semana

El crecimiento en los últimos tres años ha sido inestable. En el 2010 fue 3,6%; un año después, tuvo un incremento interesante y llegó al 7,78%; pero en el 2012, bajó al 5,01%. Ahora, y con base en las previsiones de la Pro forma presupuestaria de este año, el país espera crecer 4,05% en el 2013; aunque hay estimaciones de organismos internacionales, como la Cepal, que señalan que Ecuador crecerá al 3,5%.

Si se mantienen esas previsiones, la tendencia lleva hacia una desaceleración. En los últimos seis años, el gran motor que impulsó este crecimiento ha sido el sector público, principalmente por el desarrollo de grandes proyectos de infraestructura. Los recursos que han ingresado a través del endeudamiento, también han afianzado un modelo en el que el Estado es el protagonista. Los buenos precios del petróleo en el mercado internacional, además del alza en las recaudaciones de impuestos han contribuido a financiar el elevado gasto corriente.

Pero ahora la economía tiene por delante desafíos en el corto plazo. Por un lado está la renuncia del Gobierno a unas preferencias arancelarias, que le permitían ingresar a los productos ecuatorianos con ventajas al mercado de EE.UU. En el ámbito internacional, en cambio, la situación que vive China, por la reducción de sus exportaciones e importaciones, y la eventual recuperación de EE.UU. pueden repercutir en el desempeño del país. Por ello es necesario afianzar una estrategia público y privada, para contrarrestar esas posible consecuencias.