Redacción Cuenca
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La crisis en España dio paso a su iniciativa

Mensajería, papeleos de vehículos, pago de patentes, permisos municipales..., son parte de los trámites y servicios que presta el emprendimiento Rekadia, a las empresas y personas naturales en Cuenca.

Maricarmen Espinoza vivió en Murcia, España, por 10 años (desde 2001 al 2011), y debido a la crisis económica que vive ese país regresó a inicios del año pasado a Ecuador. En compañía de su hermano, Patricio -quien vivía en Cuenca-, reunió USD 20 000 de sus ahorros, para iniciar este negocio de mensajería que factura en promedio USD 1 300 al mes.

Los hermanos Espinoza compraron un vehículo Chevrolet Spark para realizar los trámites, dos computadoras, sillas y escritorios... Al inicio (en mayo), Rekadia facturaba USD 40 y tenía un cliente. Hoy atiende a más de 25 empresas.

Por ejemplo, la compañía Graiman contrató los servicios de mensajería de este emprendimiento en enero pasado. La asistenta de Presidencia, Liz León, destaca el servicio y la puntualidad para entregar los paquetes y realizar gestiones.

Pero no solo las empresas demandan este servicio. Por ejemplo, Juan Francisco Cordero ha contratado los servicios de Rekadia, para envío de mensajería.

Los hermanos Espinoza eran los dos empleados con los que comenzó la iniciativa. Ellos repartían los paquetes, realizaban los trámites, llenaban las facturas y se publicitaban. Esto lo hacían a través de cartas de presentación a las empresas, para dar a conocer sus servicios. Actualmente, con dos empleados más, ya no reparten correspondencia, sino que se promocionan con el ‘boca a boca’, señala Patricio.

Otro actor clave en este negocio fue la incubadora de empresas Innpulsar, que apoyó a Rekadia en sus inicios. Lo hizo con estudios de mercado y asesoría en el plan de negocio.

Así lo afirma una de las directoras de los proyectos de Innpulsar, Ivonne Morales, quien identificó potencial en esta iniciativa por dos aspectos. El primero, por la actitud de Maricarmen y Patricio, quienes demostraron ganas de manejar su emprendimiento. El segundo, porque es un servicio que evita la contratación de un mensajero y se puede tercerizar a Rekadia. “Es algo que las empresas requieren y pagan por ello”.

Bajo esta dinámica, Rekadia se desenvuelve en el mercado local, sigue captando clientes y ha aumentado su patrimonio. En noviembre, adquirió un segundo vehículo Chevrolet, para atender la demanda, indica Patricio Espinoza.

La emprendedora está contenta de regresar a su país, ya que en España “laboraba en lo que se podía”, mientras acá tiene oportunidades de crecimiento. Reconoce que la idea del negocio de mensajería la trajo de ese país, donde funciona bien.

Este tipo de servicios facilitan la labor de las empresas y de las personas que no tienen tiempo para realizar trámites, acota Morales. Además de las gestiones y entrega de paquetería, también llevan flores, medicinas, entregan volantes...