Una empleada de un supermercado lleva alimentos a un vehículo, en Florida. El riesgo de perder el trabajo crece con el covid-19

Una empleada de un supermercado lleva alimentos a un vehículo, en Florida. El riesgo de perder el trabajo crece con el covid-19. Foto: AFP

Agencia EFE
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Cuatro días laborales y 10 de aislamiento

17 de abril de 2020 10:45

Un investigador del Instituto Weizmann de Ciencias de Tel Aviv ha desarrollado un modelo matemático que propone cuatro días laborables y diez de confinamiento, frente al cierre total, para reactivar la economía y dar un respiro psicológico, mientras dure la crisis del coronavirus.

El físico teórico y profesor de Biología de Sistemas israelí, Uri Alon, detalla la estrategia matemática que ha desarrollado con su equipo tras el cierre total impuesto en China e Italia, que “va copiando el resto del mundo” y que, a largo plazo, cree el Instituto Weizmann, destruirá la economía global y generará una pobreza y mortalidad de mayores consecuencias que el covid-19.

Con su cierre parcial, “quienes se infecten durante los días de actividad pasarán el tiempo de contagio confinados en casa sin extender el virus y sin infectar en la vuelta al trabajo”, aclara Alon en base a su modelo epidemiológico de propagación de la enfermedad.

El principio base es situar el ratio de infección por debajo de 1, el número de individuos que infecta una persona contagiada, lo que erradicaría la pandemia a largo plazo.

Así, Alon hace dos propuestas: dos días laborables y cinco de confinamiento o cuatro y diez, respectivamente, siguiendo el cuadro clínico por el que la mayoría de personas infectadas son infecciosas durante tres días, que comienzan cuatro después de la exposición, lo que reduciría el contagio exponencialmente al disminuir el tiempo de contacto.

“Por supuesto, el modelo (2/5 - 4/10) puede tener variaciones en la realidad. Habría que ir probando, siempre se puede volver al cierre total”, propone este investigador, con el fin de abrir el debate para desarrollar un confinamiento “inteligente”, porque la actual situación es “insostenible”.

Con un levantamiento total del cierre, vuelve el riesgo de infección, por lo que su propuesta permite controlarlo y, lo que es también importante, devolver cierta normalidad durante unos días por semana a la población, al tiempo que activa parte de la economía.

El Gobierno de Israel ya conoce la propuesta, pero el país todavía no ha llegado al pico de contagios para aplicarla. En estos momentos tiene más de 6 000 positivos y una cifra diaria de infectados que aumenta progresivamente, hoy tuvo más de 600. La enfermedad ha causado 32 muertes en el país.

Solo “cuando el número de diagnosticados baje durante una o dos semanas”, como está ocurriendo en Italia, se puede plantear este cierre parcial, cree Alon.

Eso sí, advierte, durante los pocos días de cuasivuelta a la normalidad del modelo, la interacción social deberá ser limitada, las medidas de higiene estrictas y las personas en riesgo o infectadas no podrían salir. Y, en los días de cierre, se puede aprovechar para desinfectar los lugares públicos.

La reactivación laboral afectaría a un 40% de las actividades económicas, ya que no todos los sectores podrían operar al mismo nivel que en el pasado y, en principio, su aplicación se circunscribe a regiones o estados, para evitar los casos importados.

El número de desempleados en Israel superó esta semana el millón de personas (de una población de nueve) de los cuales el 80% se registró el pasado marzo. Así, se elevó el desempleo al 24,4%, una cifra desconocida en el país, que en octubre pasado registró un mínimo de un 3,4%. Es una tendencia que se repite en el mundo, con el cierre total o parcial de la actividad económica.

Advertencia de la OIT

La OIT considera que el mercado del empleo se enfrenta con la pandemia a su “mayor crisis desde la Segunda Guerra Mundial”, con 1 250 millones de trabajadores que corren el riesgo de despidos o de reducción de salarios.

Según un estudio publicado el martes de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), una agencia de la ONU, se estima que la pandemia del nuevo coronavirus puede hacer desaparecer 6,7% de las horas de trabajo en el mundo solamente en el segundo trimestre del 2020, es decir el equivalente de 195 millones de puestos a tiempo completo.

Estas duras pérdidas son sobre todo esperadas en países de ingresos intermediarios superiores (100 millones de equivalente tiempo completo afectados) , una situación que “va más allá de los efectos de la crisis de 2008-2009”.

Los países árabes y Europa se verán fuertemente afectados, debido a su población, pero en términos absolutos, es la región Asia Pacífico la que más padecerá la situación en este período del año.

Globalmente, estas devastadores pérdidas en términos de horas trabajadas y de empleos constituyen “la crisis mundial más grave desde la Segunda Guerra Mundial”. Debido al confinamiento, en la población activa mundial de 3 300 millones de personas, más de cuatro de estas sobre cinco (81%) están actualmente afectadas por el cierre total o parcial de los lugares de trabajo.