Los refugios son fabricados con materiales como telas, tubos de PVC y otros materiales donados. Foto: Cortesía Iniciativa 16/16

Los refugios son fabricados con materiales como telas, tubos de PVC y otros materiales donados. Foto: Cortesía Iniciativa 16/16

Redacción Quito
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La ayuda a los damnificados del terremoto viene de las aulas

25 de mayo de 2016 10:14

Los desastres naturales, más allá de las tragedias, despiertan el espíritu de solidaridad y el nacimiento de emprendimientos. Así, luego del terremoto de hace un mes surgió la iniciativa 16/16.

Tras el sismo que sacudió en especial a Manabí y Esmeraldas un grupo de jóvenes de la maestría de Dirección de Empresas Inmobiliarias y Constructoras de la Universidad San Francisco de Quito desarrolló un proyecto para ayudar a las personas que se quedaron sin hogar en las zonas afectadas.

Mario Carrión, vocero de la iniciativa, indica que 30 alumnos de la maestría y 21 voluntarios externos forman parte de este proyecto. El eje es la construcción de refugios a los que denominaron 16/16, por la fecha del sismo.

La idea surgió un lunes, dos días después del terremoto. Amigos y compañeros habían apoyado en el trabajo de recepción y acopio de donaciones al día siguiente de la tragedia y se preguntaron qué más podían hacer. “Un amigo me mandó una foto de un refugio diseñado por el arquitecto japonés Shigeru Ban y nos preguntó si podría hacerse aquí. Fue cuando mi papá tomó unos tubos y los armó como legos. Ese fue el primer esquema. Luego desarrollamos un prototipo ”, dice Carrión.

A través de redes sociales se buscó donaciones de insumos para la fabricación de los refugios como tornillos, tubos de PVC, telas, etc. Los alumnos de la maestría hicieron sus propias donaciones.

Melissa Villacís, quien tiene una fábrica de prendas de vestir, entregó 550 metros de telas para mochilas, que servía en vez de lonas. “Tenía la tela en la bodega de mi casa (…) podía haberla usado para la nueva temporada escolar, pero preferí ayudar”.

Los alumnos obtuvieron la colaboración de más amigos y empresarios. Con estos apoyos los jóvenes de la Iniciativa 16/16 lograron construir 20 refugios. 10 ya fueron enviados a Portoviejo y fueron canalizados a damnificados con la colaboración de personal de las Fuerzas Armadas. La otra mitad será enviada en los próximos días a la zona esmeraldeña de Muisne.

Estos refugios son albergues temporales en los que pueden vivir hasta siete personas. Lo que llama la atención es que esta iniciativa no tiene fines de lucro y los creadores no la patentarán. “La idea es que otra gente reproduzca esto y ayude a los damnificados. Sería terrible patentar esto y buscar que nos paguen en un momento de tanta tragedia. Nosotros no nos damos abasto y falta tiempo, por eso es mejor que más manos aprendan de la elaboración y sigan construyendo”.