Tres tarjetas es lo máximo que una persona debe manejar. Foto: Ingimage

Tres tarjetas es lo máximo que una persona debe manejar. Foto: Ingimage

El decimotercero, para obligaciones pendientes

3 de diciembre de 2018 10:26

La deuda de la tarjeta de crédito es el principal destino que debe darse al decimotercer sueldo, si lo que se busca es cumplir con sus obligaciones pendientes.

El artículo 111 del Código de Trabajo norma el pago de este sobresueldo, conocido como bono navideño. Corresponde a una remuneración completa, es decir, el sueldo más bonos, horas extras, comisiones, etc., que se entrega a los empleados bajo relación de dependencia (jefe directo, horario, afiliación a la seguridad social, etc.) hasta el 24 de diciembre.

Solo las personas que lo acumularon lo reciben completo, ya que al resto el patrono ya les entregó el valor proporcional cada mes.

David López, jefe técnico de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ) explica que pagar la tarjeta con este bono es clave porque se trata de una obligación con intereses altos, es decir, deuda cara. Las tasas de interés para crédito de consumo, según el Banco Central, son de entre 16,57% y 17,30%.

Otro factor por lo que se hace imprescindible pagar los haberes de las tarjetas con el decimotercero es para evitar cancelar solo los mínimos. López dice que si bien se cumple con su compromiso con el emisor, esta modalidad lleva a que tome más tiempo pagar la deuda y que el valor sea más alto, por los intereses de la deuda.

Bertha Romero, especialista en finanzas personales del programa de educación Tus Finanzas, indica que antes de recibir el decimotercero la persona debe hacer una lista de las deudas que tenga. “Aquellas con la cooperativa, el banco, la tarjeta, los empleadores, casas comerciales, etc. Deben tomarse en cuenta, incluso, las que se tiene con familiares y el ‘chulco”.

Esto se denomina el inventario de deudas. En una tabla de Word o Excel se debe colocar con quién se tiene la deuda, el valor, cuánto se paga al mes, el tiempo que se tiene para pagar, el interés, entre otros.

Una vez identificadas las obligaciones se puede saber cuál es la que más impacta a su economía. Puede ser aquella en la que se está pagando más interés o una cuota más alta, es decir, la más costosa.

Salir de la deuda no solo aliviará el gasto mensual, sino el impacto emocional que genera esta carga.

Dependiendo del valor que reciba de decimotercero se deben considerar los pagos. Si es alto, lo más recomendable es dejar en cero la tarjeta; unas personas pueden cerrarla (precancelando diferidos) y otras seguir usándola, pero con responsabilidad financiera.

Hasta octubre de este año, el crédito de la banca creció 13% comparada con el mismo mes del 2017 y totalizó USD 26 931 millones, según datos de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca). De esa cantidad, USD 10 271 millones (38%) corresponden a consumo y educación, cuya mayor parte son transacciones con tarjeta.

Con el fin de guiar a los usuarios, el Colegio de Economistas de Pichincha (CEP) cuenta con cursos de finanzas personales en los que capacitan a las personas a manejar sus ingresos y egresos. Así lo explica Víctor Hugo Albán, expresidente de la institución.

Una de las cosas que se les explica a los ciudadanos es que si los valores a pagar son muy altos, y está comprometido en el pago más del 40% de los ingresos, lo ideal es que se acerque a renegociar su deuda con la institución financiera emisora. “En el Colegio también les ayudamos en este proceso. Estamos abiertos a la sociedad. La gente debe acercarse antes que el banco les envíe a los estudios jurídicos por mora”.

Los cursos que brinda esta institución son gratuitos y se imparten en las aulas del Colegio, en el norte de Quito. Albán recomienda a los usuarios realizar sus pagos en efectivo; la idea es que sepan exactamente con cuánto dinero cuentan para cada mes.

Para Larry Yumibanda, presidente del Colegio de Economistas del Guayas, las tarjetas de crédito son útiles para emergencias o diferidos de valores altos, no para gastos corrientes. Por ello es que considera clave el uso del decimotercero para dejarlas en cero o reducir la deuda. Si no se tienen obligaciones con las mismas puede destinar este bono al pago de otros haberes como préstamos en el sistema financiero privado, créditos quirografarios con el Biess y casas comerciales.

Consejos

Destino. Las personas que no tienen deudas con ninguna institución o casa comercial deben destinar, al menos, el 20% del décimo al ahorro. El resto puede servir para gastos en estas fechas, de acuerdo con Larry Yumibanda, presidente del Colegio de Economistas del Guayas.

Cancelar. Cuando una persona quiere dejar en cero cualquier tarjeta se recomienda que se acerque a las oficinas del banco o casa comercial para dejar por sentado que se hizo tal trámite, dice la experta en finanzas personales, Bertha Romero. De igual forma, si quiere cerrar dicho mecanismo de pago. Si es posible debe quedar todo por escrito.