De acuerdo con información del Banco Solidario, la demanda de crédito en el país se vio afectada por la contracción económica y los efectos generados por la pandemia del coronavirus. Foto: Julio Estrella/ LÍDERES

De acuerdo con información del Banco Solidario, la demanda de crédito en el país se vio afectada por la contracción económica y los efectos generados por la pandemia del coronavirus. Foto: Julio Estrella/ LÍDERES

Los depósitos crecieron y los préstamos bajaron en el 2020

19 de febrero de 2021 12:37

Los depósitos del sector bancario privado crecieron el año pasado con respecto al 2019. Dos razones pesaron, principalmente, para este comportamiento, de acuerdo con información de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca).

La primera son los desembolsos de multilaterales como el FMI y otros, que permitieron que el Gobierno efectúe pagos y transacciones. La otra, en cambio, es el ahorro adoptado por parte de los usuarios del sistema. El crecimiento anual fue del 11,4%.

En el caso de la cartera, la crisis económica generada por el covid-19 frenó el dinamismo de colocación de préstamos. De acuerdo con el Reporte Trimestral de Oferta y Demanda de Crédito del Banco Central del Ecuador, en el segundo trimestre del 2020, la demanda de créditos productivos, consumo, vivienda y microcrédito se contrajo en 87%, 95%, 85% y 100%, respectivamente.

Eso respondió a la paralización de las actividades económicas y productivas por las medidas de cuarentena, dice el presidente ejecutivo de la Asobanca, Julio José Prado.

Ese estudio del Central, pero del tercer trimestre del 2020, muestra que las solicitudes de créditos de consumo y microcréditos mejoraron en 15% y 38%, en ese orden. En cambio, la demanda de los productivos se mantuvo nula y de vivienda sigue decreciendo.

“Si bien estas cifras demuestran una recuperación en la demanda de crédito en la mayoría de los segmentos, el shock de la pandemia causó que los niveles de colocación fueran menores en comparación al 2019”, señala Prado.

La recuperación del crédito en diciembre pasado no compensó a la disminución que se registró en el primer semestre del año anterior, explica Prado. Los préstamos se redujeron un 1,6% en el 2020.

Tania Montalvo es vicegerente General de Banca Personas de Banco ProCredit. Según ella, el sector estuvo ocupado en otorgar medidas de alivio financiero a los clientes, que les permitiera hacer frente a sus obligaciones bajo el nuevo contexto.

También, adaptó sus productos, estrategias, personal y procesos para seguir brindando sus servicios. Montalvo dice que su banco se enfoca en préstamos productivos y lo realiza con un conocimiento integral de cada cliente y un análisis individual de su capacidad financiera.

“Esto permitió, por un lado, facilitar las medidas de alivio financiero adecuadas para los clientes perjudicados por la pandemia y, al mismo tiempo, continuar financiando a las empresas de los sectores estratégicos. En ningún momento frenamos la colocación de créditos, consiguiendo un crecimiento de cartera del 20% anual”, asegura Montalvo.

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En el caso de la morosidad, dice Prado, esta se ubicó en 2,6% en diciembre, lo que representa una caída de 0,1 puntos con relación al mismo mes de 2019. “El indicador se mantuvo durante el 2020 dentro de los rangos adecuados debido a que las instituciones ofrecieron medidas de alivio a través de diferimientos, reestructuraciones, refinanciamientos y novaciones”. Fueron de 2,1 millones de operaciones.

Hasta diciembre pasado, la banca privada del país redujo sus utilidades en 62,2%, en comparación con el 2019. Según Prado, la rentabilidad bancaria a diciembre de 2020 -medida con el indicador de rentabilidad sobre patrimonio- se ubicó en el 4,8%. Es decir, 9,1 puntos menos que en el 2019. “Este indicador está entre los más bajos de América Latina”.

De acuerdo con Asobanca, el sector, en coordinación con la Superintendencia de Bancos, reinvertirá todas sus utilidades. En un comunicado del gremio se indica que la decisión “permitirá seguir fortaleciendo su solidez, y mantener el impulso de colocación de crédito, apoyando a sus clientes para sobrellevar los efectos de la crisis que atraviesa el país”. La idea es mantener un nivel apropiado de colocación y fortalecer las provisiones bancarias.

Este año genera ‘cauteloso optimismo’

Redacción Quito, (I)
redaccion@revistalideres.ec
Como un año complicado, debido a los cambios económicos y políticos, cataloga la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca) al 2021. Sin embargo, no niega que existe un “cauteloso optimismo” debido a los resultados del 2020.

La cautela viene por el lado de que el país todavía se halla en crisis y se prevé que la recuperación demore entre dos y tres años.

“Las entidades bancarias continuarán con su estrategia de mantener alta liquidez para amortiguar períodos de riesgo, conflictividad e incertidumbre, tal como sucedió en el 2020”, indicó Julio José Prado, presidente de Asobanca. Considera que esta estrategia aportará tranquilidad.

La banca cree que si las condiciones económicas y políticas permiten generar confianza y bajar el riesgo, la liquidez que exista podría traducirse en una recuperación del crédito. Además, hay otros factores que pueden influir en las colocaciones, como la evolución de la pandemia, el acceso a la vacuna de covid-19, entre otros.

Además, para el 2021 se vislumbra difícil mantener el ritmo de crecimiento de los depósitos del último trimestre del 2020, pues no se prevé desembolsos de gran volumen de los multilaterales.

La banca busca mantenerse solvente, con niveles adecuados de liquidez, capitalización, provisiones y utilidades. Esto es fundamental, ya que brinda seguridad a los clientes, señala Prado.

Entidades financieras como Banco Pichincha son optimistas ante este año. Ignacio Maldonado, vicepresidente Ejecutivo de Negocios, explica que factores como la pandemia y los resultados electorales tendrán un impacto en el crecimiento de la economía,“aunque se espera una recuperación parcial de la contracción sufrida en 2020”.

La entidad identifica cuatro desafíos: evacuar el excedente de liquidez a través de la colocación de créditos, controlar los índices de morosidad, mantener solvencia y cobertura adecuadas y mejorar sustancialmente la experiencia del cliente con procesos ágiles y efectivos, en el marco de la de transformación y digitalización.

Maldonado indicó que si el consumo se reactiva moderadamente y no se produce un cambio abrupto en las fuentes de financiamiento externo o en la balanza comercial, los depósitos deberían continuar creciendo a niveles similares a los del 2020.

Lo que sí puede cambiar significativamente, señaló, es el crecimiento de la cartera de créditos. Debería producirse una reducción del excedente de liquidez para proteger la rentabilidad del sistema. “El comportamiento de depósitos y créditos estará marcado por la confianza que pueda generar el nuevo Gobierno”.

Mientras Procredit reconoce que este es un año en que la recuperación será parcial, ya que si bien hay sectores que se están reactivando, la mayoría enfrenta muchos desafíos. La liquidez que ha ingresado al país desde fines del 2020 contribuirá a desbloquear la cadena de pagos, indicó Tania Montalvo, vicegerente general de Banca Personas.

Esto beneficiará de manera directa o indirecta a los negocios, al liberarse recursos congelados.

Banco Solidario, por su parte, asegura que dada la difícil situación económica y sanitaria, en el 2021 seguirá apoyando a sus clientes, actuales y potenciales, con soluciones financieras que eviten que se sobreendeuden.

Para esta entidad, el principal desafío de las microfinanzas es poder atender a las personas más necesitadas, con medidas pensadas en ellas.

Considera que habrá un crecimiento moderado de los negocios y un pequeño aumento de los créditos, que dependerá del desempeño económico del país y del manejo de la situación sanitaria.

Info Líderes

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Algunas instituciones han desarrollado estrategias para potenciar su actividad este año. Banco Guayaquil, en su Informe General para la Junta de Accionistas 2020, indica que en 2021 inyectará liquidez a la economía, a través de créditos. Asimismo, planea ampliar su cobertura e innovar en los medios de pagos, tanto para personas como para empresas.

De cara al 2021 , la entidad seguirá en la búsqueda de proyectos que le permitan contar con una mayor participación en la cadena de pagos de la economía nacional.

Mientras que Banco Internacional explicó que la industria financiera tendrá participación en el proceso para facilitar los recursos que requiere el sector productivo para retomar su dinámica.

Para ello, uno de los desafíos es la creación de nuevos productos que se adapten a las necesidades de financiamiento. Asegura que el comportamiento del crédito estará supeditado a las expectativas del sector empresarial, respecto al nuevo régimen. “Mientras no existan señales positivas, eso traerá consigo la restricción de la demanda de crédito así como el aumento del ahorro”.

El uso de canales digitales creció por la pandemia

Los bancos ampliaron los servicios y opciones de transacciones. Para el 2021 hay nuevos proyectos. Foto: www.freepik.es

Los bancos ampliaron los servicios y opciones de transacciones. Para el 2021 hay nuevos proyectos. Foto: www.freepik.es

Redacción Cuenca (I) 
En el primer semestre del año pasado, las transacciones realizadas en canales de banca digital crecieron 26% con relación al primer semestre del 2019, de acuerdo con un informe de Asobanca. Mientras que el número de transacciones en agencias se redujo un 39% en el mismo período.

Según el presidente ejecutivo de esta asociación, Julio José Prado, la banca trabaja de manera constante en la generación de soluciones digitales y tecnologías que faciliten la experiencia de acceso a servicios entre sus clientes.

Agrega que, en la actualidad, prácticamente todas las transacciones bancarias operativas, que por normativa no requieren presencia del cliente, se pueden realizar a través de plataformas digitales y páginas web, de una manera rápida, eficiente y segura.

Prado señala que la nueva realidad seguirá impulsando la digitalización y la necesidad de servir a más clientes, fortaleciendo los canales para ampliar la bancarización en el país.
Ese comportamiento se confirma con el informe Ecuador Estado Digital, publicado en enero pasado por Mentinno-Innovation & Lifetime Value Partners. Se identificó que las transferencias de dinero debido a la pandemia crecieron un 80% con relación al 2019, mientras que los pagos de servicios mediante canales digitales aumentaron un 50%.

El Banco Solidario, por ejemplo, impulsó el desarrollo y la utilización de canales alternativos digitales y remotos. Para ello, renovó la banca por Internet y ‘app’ móvil, para ser más completas, amigables y ágiles. Además, incorporó transacciones como avances en efectivo y créditos en línea.

En su caso, las transferencias interbancarias crecieron un 92%, se duplicó el pago de servicios a terceros, se triplicó el uso del chatbot del banco y la utilización de la ‘app’ móvil subió un 44%.

Por su parte, el Banco Internacional registró un incremento del 45% en usuarios que han preferido este tipo de canales en comparación con el 2019. Este comportamiento se ve reflejado en un crecimiento de transacciones del 76% en relación con diciembre del 2019.

“Cabe mencionar que, sensibles a la situación de emergencia sanitaria que atravesó el país, se dispuso que los pagos de luz, agua y teléfono no generen comisión alguna para nuestros clientes”, según información proporcionada por esta entidad financiera.

Para este año, el Internacional agregará funciones a sus canales digitales, para reducir la necesidad de realizar transacciones presenciales. Entre otras, la incorporación de más servicios de pagos en línea, depósitos de cheques vía aplicación móvil y apertura de cuentas, tarjetas...

El Banco Guayaquil también experimentó un crecimiento. Durante el año pasado se realizaron 9,2 millones de transacciones en la aplicación, que representan un incremento de 114%, con respecto al 2019. El pico más alto se dio en diciembre, con 1,2 millones de transacciones. Actualmente, la cifra de usuarios digitales activos alcanza los 283 518.

En el caso de Banco Pichincha, lanzó la nueva Banca Móvil, que fue desarrollada a partir de las sugerencias de los usuarios. El número de clientes activos pasó de 650 000 a 1,1 millones y el valor total en transacciones realizadas, que fue de USD 8,3 millones tuvo un crecimiento anual de 192,5%.

Además, se abrieron 360 000 cuentas en línea, 50 000 clientes gestionaron el desembolso de su préstamo en los canales digitales y 20 000 refinanciaron sus créditos sin acercarse a una agencia.

La bancarización
Evolución. De acuerdo con los datos del Banco Central (septiembre del año pasado), 75 de cada 100 ecuatorianos adultos tienen acceso a productos y servicios financieros. Es decir, 8,5 millones se encuentran incluidos en el sistema financiero nacional. En diciembre de 2016, eran 4,8 millones, lo que significa que casi se duplicó en estos cuatro años.

Clientes. Según información de Asobanca, el 72% de ciudadanos en Ecuador tiene cuentas de ahorro, 4% cuentas corrientes, 4% depósitos a plazo y el 28% de la población adulta posee algún crédito.