Talento humano

Imagen: Archivo Líderes

Desaprender es hoy un imperativo profesional

24 de julio de 2019 08:00

Todos los días se aprende algo’ es un refrán cierto, pero que en la época de la economía 4.0 enfrenta un ligero ajuste. La frase actual sería “todos los días se desaprende algo para conocer algo nuevo y mucho mejor”.

Los cambios permanentes que llegan con la digitalización impactan en las organizaciones y en los profesionales. Se vuelve imperativo que las personas que por años sabían cómo desarrollar procesos y metodologías se abran para conocer nuevas técnicas.

Un análisis desarrollado por la consultora internacional de recursos humanos Glocal Thinking y publicado en mayo pasado indica que el desafío de las empresas es ahora “enseñar a desaprender, lograr que las personas se cuestionen lo que llevan haciendo años de la misma manera”.

El dejar atrás procesos tradicionales por otros novedosos sucede, a veces, como algo paulatino, pero otras de manera inmediata.

Para el laboratorista clínico Danny Asimbaya el proceso de desaprender-aprender sucede de manera permanente.“En el sector de la salud la investigación es constante. Conozco más en cursos, gratuitos o pagados; he hecho pasantías internacionales. Hay procedimientos médicos que han cambiado lo que obliga a actualizarse, dejar atrás ciertas técnicas y aprender las nuevas”.

Asimbaya trabaja en un hospital y es docente universitario. Cuando inició su carrera, el procesamiento de datos de sus investigaciones en laboratorio lo hacía de manera manual, pero ahora tiene equipos que hacen ese trabajo. Se ha adaptado a esta metodología y cuenta que los procesos se han vuelto más rápidos y la atención a paciente es más eficiente.

En otros sectores, el proceso de desaprender-aprender sucede casi sobre la marcha. El abogado tributario Carlos Licto explica que, por ejemplo, cuando se realizó el cambio de las declaraciones en papel a digitales los negocios del sector y sus empleados tuvieron que hacer cambios radicales.

Dejaron de contar con espacios destinados a guardar papeles y archivadores. Ya no se tenían que llenar formularios, sino hacer los procesos en línea. Además, se abrió campo para el personal capacitado tecnológicamente.

Daniel Montalvo, director de la maestría en Gestión del Talento Humano con mención en desarrollo organizacional, de la Universidad de Las Américas, explica que, actualmente, en la mayoría de las organizaciones conviven empleados y ejecutivos de cinco generaciones; todos están obligados a desaprender y aprender de manera permanente porque los saca de su zona de confort y les ofrece nuevos retos laborales.

Este proceso se logra gracias a la capacitación que brindan las compañías, pero también por voluntad propia. En esto último no solo entra la formación académica, sino también la apertura hacia nuevos conocimientos.

Hoy, comenta Montalvo, resulta fundamental tener orientación hacia el cliente (interno y externo), comunicarse a través de la tecnología, interactuar con bots, discernir respuestas que brindan las redes, etc.

En el mundo, sin embargo, hay empleados y compañías que no están dispuestos cambiar. Para los primeros la consecuencia es ser reemplazados por otros con mayores conocimientos o habilidades blandas orientadas al conocimiento; para las segundas, el tiempo de existencia será corto.

“Si no hay la iniciativa quedan fuera del mercado. Antes las compañías seleccionaban a los colaboradores, ahora estos también escogen a las firmas. Si una de ellas no se abre a nuevas posibilidades, principalmente vinculadas al uso de tecnologías y exigencias profesionales diferentes, enfrentarán fuga de talentos y desaparición”.

Xavier Verdesoto, CEO de Nexos EFH, indica que los analfabetos del futuro serán aquellos no dispuestos a desaprender y aprender, porque no avanzan conforme a los cambios laborales, sociales, económicos, entre otros.

Incluso, los emprendedores deben hacerlo. Vanesa Cano, quien es comunicadora pero emprendió en un negocio de creación de bisutería, explica que tuvo que darse la oportunidad de conocer sobre administración, logística, producción, etc., para impulsar su iniciativa comercial; sus habilidades en el uso del lenguaje a través de la escritura se convirtieron solo en un complemento.