Un colaborador de Eco Orange desinfecta una oficina. La microempresa trabaja con restaurantes, guarderías, empresas privadas, etc.

Un colaborador de Eco Orange desinfecta una oficina. La microempresa trabaja con restaurantes, guarderías, empresas privadas, etc. Foto: Vicente Costales / Líderes

La desinfección le abre mercado a este negocio

31 de marzo de 2020 09:55

La experiencia adquirida en una empresa de venta directa impulsó a Santiago Orozco a arriesgarse con su emprendimiento, en el que la clave ha estado en el servicio.
Tras una inversión inicial de USD 15 000, Eco Orange arrancó en octubre del 2012 con un producto químico, de nombre homónimo, para la limpieza y desinfección de colchones.

Santiago conoció que el producto se elaboraba en el exterior y decidió hacer otro similar para comercializarlo en el país. Para ello recurrió a un ingeniero químico, quien se ha encargado de elaborar y maquilar el producto que oferta su empresa.

Al igual que lo hacía con la firma de venta directa, dio a conocer su producto puerta a puerta. Sin embargo, al año y medio de haber comenzado, Corporación Favorita conoció de su producto por una rueda de negocios y luego de tres meses logró entrar a sus cadenas de supermercados. Luego, ingresó a Fybeca y a Sana Sana.

En el 2016, la pequeña empresa lanzó un nuevo producto al mercado: BioPro. Esta vez el enfoque era la desinfección de superficies. El producto, maquilado por la misma empresa química, se aplica con una máquina de pulverización electrostática, importada desde Estados Unidos.

Con este tipo de limpieza se eliminan bacterias, virus y hongos. Orozco destaca como beneficios la eliminación de la contaminación cruzada, al no utilizar trapeadores u otros elementos en la aplicación. De igual manera destaca la eficiencia, puesto que se utiliza la menor cantidad de producto, y un mayor alcance en ciertos lugares de difícil acceso.

El emprendimiento trabaja con siete proveedores, en su mayoría nacionales. Quialpac les provee de envases pet y atomizadores. Gráficas Felipe, en cambio, les brinda el servicio de impresión para facturas, etiquetas, adhesivos y material publicitario. “Mantenemos una buena relación. Al mes les facturo cerca de USD 400”, señala Dayan Lara, propietario de la empresa gráfica.

Eco Orange comercializa sus productos y servicios por medio de franquicias, principalmente en el caso de BioPro, que no se encuentra en cadenas. En total son 11 franquicias, ocho de BioPro y tres de Eco Orange. El costo de la licencia de la franquicia oscila entre USD 3 000 y 7 000.

La empresa Piñan Clean, de Milton Recalde, tiene la franquicia de BioPro en la provincia de Imbabura, desde el 2017. El servicio de desinfección lo ofrecen en universidades, bares y restaurantes, y hogares. Debido a la coyuntura actual del covid-19, se ha extendido a cooperativas y transporte público. Además, se están extendiendo en Carchi. “Antes teníamos unos ocho clientes al mes. En el último mes hemos atendido unos 20”, explica Recalde.

Higiapro tiene ambas franquicias: Eco Orange y BioPro, desde hace cerca de tres años. Con BioPro, los clientes son principalmente casas, fábricas, agencias de viaje y edificios públicos de la provincia de Guayas, explica Jordano Sanna, propietario. “Ahora hay demasiada demanda del servicio, estamos trabajando desde las 04:00 hasta las 22:00. El número de clientes se incrementó en al menos un 60% en el último mes”. Esta franquicia tiene más de 50 clientes.

Eco Orange ofrece directamente el servicio en Quito con el apoyo de dos franquiciados. En el último mes, con el covid-19, ha desinfectado edificios de empresas públicas, compañías de alimentos, parques, centros comerciales, transporte urbano y escolar, entre otros espacios.

Luego de dar el servicio, los clientes pueden aplicar por su cuenta el producto en ciertas superficies y en manos, con ayuda de un atomizador. “Mi meta es que la gente entienda que es una necesidad, no una alternativa”, comenta Orozco.

Eco Orange ofrece el servicio en Quito con el apoyo de dos franquiciados. Uno de sus clientes es el Centro Infantil Manuela Sáenz. “Esto nos ha ayudado a que los pequeños no se enfermen. Los papás se dan cuenta de que tratamos de cuidarlos”, señala Andrea Carrión, directora administrativa.

En el último mes, el negocio ha desinfectado edificios de empresas públicas, firmas de alimentos, parques, centros comerciales, transporte urbano y escolar, etc.