Redacción Guayaquil
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Los dulces miniatura son parte de su oferta pastelera

Irene y Cristina Monge son hermanas que comparten una pasión: la pastelería. Este gusto en común las llevó a emprender en Chockolat Patisserie.

Su oferta consiste en más de 150 variedades de dulces. Van desde tortas, cupcakes y cheesecakes, hasta tartaletas miniatura, tornillos y merengues.

Otro postre son los macarons, pequeños pasteles hechos con clara de huevo, almendra y azúcar. Estos son los favoritos de Daniel Galecio. Él ha degustado los dulces en eventos y ha comprado de forma particular. "Incluso los probé en un matrimonio en Perú. Son deliciosos".

Los sabores incluyen chocolate, nutella, naranja y combinaciones como manjar con chocolate; maracuyá con aceite de oliva; pistacho con mango… Ellas recuerdan que desde niñas preparaban postres y los vendían a sus conocidos, por lo que emprender en esta rama era un sueño en común. Hoy, son propietarias de un local ubicado en el centro comercial Riocentro (vía a Samborondón). Además, tienen un taller de 200 m², en la ciudadela Entre Ríos (en la misma zona del mall).

Pero llegar a formar el negocio "fue un camino largo", recuerda Cristina. La idea se cristalizó en el 2009, cuando ella volvió al Ecuador luego de realizar estudios en el Instituto Argentino de Gastronomía; y pasantías en el Hotel Four Seasons, tanto en Buenos Aires (Argentina) como en París (Francia).

Desde marzo de ese año, Irene inició a vender los productos en la vía a Samborondón. El método fue entregar una lista de los dulces disponibles a los vecinos y receptar pedidos.

En agosto, Cristina retornó y definieron un nombre para el negocio. En esa ocasión no invirtieron ya que contaban con todos los implementos y trabajaban desde su casa.

Diana Adum, clienta de Chokolat Patisserie recuerda estos inicios. "Compro los dulces desde que Irene vendía sola; siempre han sido deliciosos. Luego llegó Cristina y le dieron un toque profesional; la presentación es impecable". Dice que sus dulces favoritos son las florentinas.

Para crecer, tuvieron que invertir USD 80 000 en junio del 2012, cuando se trasladaron al taller actual y empezaron los planes para la apertura del local. El capital lo financiaron con ahorros, préstamos y compras a crédito.

El dinero lo destinaron a la adecuación de los sitios y la compra de equipos profesionales. Hoy, dirigen a un equipo de 15 personas entre el taller y el local.

El taller puede producir hasta 12 000 dulces por semana. Este volumen llega al tope en temporada alta (noviembre y diciembre). En temporada baja, de enero a abril, producen unos 3 000 cada semana.

El negocio

Los precios.  Los dulces pequeños se venden desde USD 0,25 por unidad. Los grandes oscilan entre USD 20 y 60.

La promoción.  Se promocionan a través de Facebook, Twitter e Instagram. También participan en showrooms.