La pandemia y la crisis económica derivada de ella en este año y el anterior han motivado a las cooperativas de ahorro y crédito para trabajar como un canal que apoya a la reactivación.
Pero, más allá de la coyuntura económica, estas entidades tienen en perspectiva enfocarse en las economías verde y violeta.

Roberto Romero, presidente del Directorio de Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias (Conafips), explica que los activos del sector financiero popular y solidario alcanzaron los USD 17 801 millones, al cierre del 2020, cifra superior en un 12% frente a diciembre del 2019.

A finales del año pasado, los depósitos de los socios llegaron a USD 14 057 millones, un 14% más que al cierre del 2019.

Las cifras muestran que a pesar de la crisis general, los socios siguen confiando en las entidades.

Actualmente, aunque hay retos significativos, existen perspectivas positivas para el sistema financiero de la economía popular y solidaria, “principalmente por la reactivación económica que se obtendrá durante el segundo semestre, debido al proceso de vacunación, ya que permite mayor movilidad de los micro, pequeños y medianas empresas y emprendimientos”, afirma Romero.

Desde esta organización -que opera como banca de segundo piso- y desde las propias cooperativas se han establecido una serie de estrategias que permitirán ampliar el número de beneficiarios y de oportunidades para ellos, más allá del tema de la reactivación.

Una de estas estrategias es fortalecer a las cooperativas de manera gratuita para que puedan acceder a todos los productos financieros que ofrece la Conafips.

Además, el ente impartirá capacitaciones en temas administrativos y procesos operativos, crediticios, sociales y financieros.

Por otro lado, se busca fomentar la incorporación de las cooperativas a los denominados ‘créditos verdes’, enfocados en el desarrollo productivo con menores riesgos ambientales y sociales.

Esto permitirá mayores oportunidades de financiamiento, para proyectos amigables con el medioambiente.

Otro eje importante de trabajo en la perspectiva de las cooperativas es fortalecer más a la economía violeta a través de una mayor inclusión financiera de las mujeres emprendedoras.
“De cada 10 créditos otorgados con recursos de Conafips, cinco se encuentran en manos de mujeres”, advierte Romero.

Pero uno de los cambios sobre los que no hay marcha atrás es la renovación tecnológica en cuanto al acceso a todo tipo de servicios.

El tema trascenderá ampliamente la pandemia, la edad y situación de los socios. Plataformas y aplicaciones desde teléfonos celulares para realizar consultas y transferencias, entre otros procesos, además de las inversiones en seguridad cibernética continuarán renovándose en entidades como la Cooperativa 29 de Octubre, según han indicado sus representantes.

Durante el 2021, debido al crecimiento del sector y a las relaciones con organismos internacionales, las cooperativas prevén crecer no solo en la colocación de créditos para sus beneficiarios, sino también incrementar su captación de recursos, a través de la banca de segundo piso.

Uno de los retos que sigue pendiente, no obstante, es tener tasas de interés más competitivas.