Los puertos son uno de los centros que más se dinamizan gracias a las firma de acuerdos comerciales. La infraestructura renovada es un plus tanto para exportadores como importadores. Foto: archivo / LÍDERES

Los puertos son uno de los centros que más se dinamizan gracias a las firma de acuerdos comerciales. La infraestructura renovada es un plus tanto para exportadores como importadores. Foto: archivo / LÍDERES

Ecuador pone sus expectativas en cuatro acuerdos para el 2020

6 de enero de 2020 11:50

A pesar de los esfuerzos por incrementar los acuerdos comerciales del país con otros destinos, Ecuador cerró el 2019 solo con un nuevo tratado de este tipo.

En mayo pasado se concretó el convenio con Reino Unido. Una vez que este bloque tomó la decisión de separarse de la Unión Europea (UE), con la que Ecuador ya tenía un acuerdo previo, tuvo la necesidad de cerrar tratos con diferentes naciones.

A través de una rápida negociación en bloque, que incluyó a Colombia y Perú, se lograron consensos en materia de intercambio de bienes, reglas de origen e indicaciones geográficas. Se trató de que las condiciones sean similares a las que se tiene con la UE.

Mientras eso sucedía, otros procesos avanzaban. Durante el 2019 Ecuador movió su contingente para concretar su ingreso a la Alianza del Pacífico, integrada por México, Perú, Chile y Colombia.

Uno de los requisitos para conseguir este objetivo es contar con tratados comerciales con todos los países miembros. Con los andinos ya se posee uno en el marco del Acuerdo de Cartagena; con Chile se tiene el Acuerdo de Complementación Económica (ACE 65), que incluye solo intercambio de bienes y con México, uno de alcance parcial. Los dos últimos, como parte de la Alianza Latinoamericana de Integración (Aladi).

Aquellos dos acuerdos no son suficientes para integrar el bloque del Pacífico, por ello era necesaria una negociación para alcanzar tratados completos que incluyesen otros temas, a más del intercambio de productos, como compras públicas, propiedad intelectual, etc. El Gobierno ya inició este proceso, pero todavía no ha acabado.

David López, jefe técnico de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), indicó que con Chile ya se cerraron los diálogos y el siguiente paso sería la ratificación del acuerdo, mientras que con México ya hubo el intercambio de términos de referencia (propuestas de cada parte) y la primera ronda de negociación sería durante este enero del 2020.

Hay buenas expectativas para el próximo año. “Se espera que en la reunión anual de la Alianza del Pacífico, en junio próximo, Ecuador ya haya cerrado una acuerdo amplio con todos los países, lo que facilite su ingreso como miembro pleno al bloque”, manifestó.

El técnico explicó que Ecuador no ha podido concretar la mayoría de acuerdos que tenía previstos para este año por motivos diferentes. En el caso de aquel con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), por ejemplo, el Legislativo no ha dado trámite al tratado suscrito el 2018, por lo que no ha podido entrar en vigencia.

Los gremios esperan que a inicios del 2020 se trate el mismo, pase al Ejecutivo, se publique en el Registro Oficial y se implemente.

Mientras que con EE.UU. se han producido una serie de retrasos para realizarse la segunda reunión del Consejo de Comercio de Inversiones (TIC), debido a que ese país ha priorizado su agenda de renegociación del tratado con México y Canadá (T-MEC).

“La expectativa es que en el primer bimestre del próximo año tengamos la siguiente reunión del TIC. Sería la cita de autoridades y la de empresarios. La fecha está todavía por confirmarse. La intención de Ecuador es facilitar el camino para avanzar a una negociación de un tratado comercial”, dijo Xavier Rosero, gerente técnico de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor).

En cuanto a los acuerdos con Centroamérica, indica el directivo, en 2019 se terminó de negociar una ampliación de los acuerdos con Nicaragua y El Salvador. Con Guatemala se avanzó en la profundización del tratado actual.

Tanto Fedexpor como la CCQ creen importante, además, que se aproveche de mejor forma el tratado con la UE. Aseguran que hay mercado para los productos no tradicionales, pero se debe trabajar en su comercialización.

Ambos consideran, además, que es importante impulsar una agenda de competitividad para el sector productivo nacional.

Los sectores sensibles plantean gradualismo

Redacción Quito (I)
redaccion@revistalideres.ec

El posible acuerdo comercial con México es uno de los temas que más preocupa a los sectores de la manufactura nacional.

Los gremios no están cerrados a que Ecuador firme el convenio, pero proponen alternativas que le den tiempo a sus industrias para prepararse y competir con los bienes mexicanos, dice Pablo Zambrano, presidente de la Cámara de Industrias y Producción (CIP).

Algunas opciones son establecer cupos de importación sin arancel para ciertos productos mexicanos, crear cronogramas de desgravación paulatina e imponer requisitos de origen para los productos de México.

El 80% del calzado que se produce en Ecuador viene de Tungurahua, según Caltu. El cantón Cevallos es una de las zonas de producción. Foto: archivo / LÍDERES

El 80% del calzado que se produce en Ecuador viene de Tungurahua, según Caltu. El cantón Cevallos es una de las zonas de producción. Foto: archivo / LÍDERES

En las primeras reuniones entre el Gobierno y el sector privado, cinco sectores han sido identificados como sensibles, es decir que se podrían ver afectados con el ingreso de productos mexicanos sin arancel. Estos son vehículos, electrodomésticos, acero y metalmecánica, textiles y calzado.

Según la CIP, se están elaborando listas de productos que cada sector considera que deberían tomarse en cuenta en las mesas de negociación.

El país norteamericano tiene una capacidad de producción mucho más alta que la ecuatoriana en áreas como ensamblaje de vehículos, producción de calzado y vestimenta. La Cámara Nacional del Calzado (Caltu) detalla que la producción de zapatos ecuatorianos al año es de 29 millones de pares en promedio; mientras que en México se producen alrededor de 245 millones de pares.

En el sector siderúrgico y metalmecánico también hay una asimetría en la capacidad de producción, lo que preocupa a las empresas nacionales. La Federación Ecuatoriana de Industrias del Metal (Fedimetal) estima que el sector produce 1,6 millones de toneladas de material metálico y México 30 000 millones de toneladas en un año.

“Hicimos conocer al Gobierno la lista de productos que consideramos se verían afectados, estamos a la espera que de a conocer los productos que México propone traer. Con base en eso esperamos definir propuestas de desgravación a lo largo de varios años”, dijo Guillermo Pavón, presidente de Fedimetal.

Lilia Villavicencio, presidenta de Caltu, señala que el sector del calzado propuso que los zapatos mexicanos ingresen al país con desgravación de aranceles progresiva a lo largo de 10 y 15 años. “Solo los productos especializados, que no se producen en Ecuador, deberían entrar directamente sin arancel”, menciona.

Los productores de zapatos tienen el reto de mejorar en términos de capacitación, tecnología, innovación y desarrollo de producto en los 10 o 15 años en que dure el proceso de desgravación de aranceles. Villavicencio menciona que el gremio ha dado pasos importantes en capacitación, entre ellos el programa de diplomado de tecnología de fabricación de calzado impulsado con la Universidad Técnica de Ambato.

Los ensambladores de vehículos proponen que se establezca un cronograma de desgravación de hasta 17 años y períodos de gracia, explica David Molina, representante de la Cámara de Industrias Automotrices del Ecuador.

Otro planteamiento es que en las reglas de origen que deben cumplir los vehículos mexicanos se establezcan condiciones como porcentajes mínimos de componentes ecuatorianos.

Molina menciona que antes de que se firme el acuerdo, el país requiere trabajar en mejorar la competitividad de los sectores sensibles. Proponeque se debe reducir la carga arancelaria a la cadena de proveedores de insumos para los vehículos y establecer mecanismos de devolución de impuestos a las empresas nacionales.