Ocho empresas exportadoras de piña extradulce tienen sus  plantaciones en Santo Domingo de los Tsáchilas, en las vía hacia Quinindé, Chone y Quevedo. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

Ocho empresas exportadoras de piña extradulce tienen sus plantaciones en Santo Domingo de los Tsáchilas, en las vía hacia Quinindé, Chone y Quevedo. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

Ecuador exporta piña dulce a Europa y América

5 de abril de 2017 11:56

La piña ecuatoriana ha cautivado al mercado internacional por su sabor dulce, jugosidad y el alto contenido de nutrientes.

Así lo afirma Roberto Castillo, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Piña (Asopiña). Desde hace 20 años, Ecuador ha exportado un promedio de 80 000 toneladas métricas anuales de la piña golden sweet, que es una fruta proveniente de Hawai y que sobresale por el sabor extradulce y los bajos niveles de acidez. Esta variedad, producida principalmente en Santo Domingo de los Tsáchilas y en Los Ríos, ha llegado a 45 países de América y Europa en 12 años.

El principal destino de la fruta es Chile. En ese país se vende el 32% de la producción nacional, seguido de Bélgica (20%), Alemania (11%) y Argentina con 10%. Aunque la dinámica del mercado no siempre fue así. En el 2007, el país al que más se le vendía era Estados Unidos (34%) y a Chile, únicamente el 7%.

Pero según Asopiña, el incremento de la producción en Costa Rica de hasta 200 000 toneladas anuales fue uno de los factores para que disminuyeran las ventas en EE.UU. Castillo señala que de 4 000 hectáreas de cultivo que había en Ecuador, se mermó a casi la mitad, que en su mayoría pertenecen a los ocho miembros que conforman Asopiña.

Poco a poco, los productores encontraron en el mercado chileno una oportunidad para disminuir costos y mantener la calidad de la fruta. Por ejemplo, un flete a Chile cuesta alrededor de USD 1 800. Mientras que a Europa y a EE.UU tiene un precio de USD 5 000.

Para la empresa Terrasol, una de las ventajas que tiene ese mercado es que el costo de envío es menor en comparación con el mercado europeo. Además, el trayecto es más corto y eso garantiza que la fruta llegue en mejores condiciones. “La piña debe exportarse cuando está madura porque, a diferencia de otros cultivos como el banano, si se corta de la planta antes de la maduración el proceso se detiene y no es una fruta apta para el consumo”, señala Miguel Solórzano, gerente de Producción de Terrasol.

Para Castillo, uno de los inconvenientes con el mercado chileno es el riguroso control fitosanitario que se le realiza a los contenedores antes del ingreso al país. Eso, debido a que desde el 2010, en las plantaciones se han encontrado diminutos caracoles de caparazón blanquecino. Estos se esconden en la cresta de la piña, pero no le hacen daño a la fruta.

En las ocho empresas asociadas a Asopiña se hace un control riguroso para que no exista presencia de esos caracoles en los contenedores. Pero en el período de 2010 a 2013, los empresarios tuvieron pérdidas ya que el producto era rechazado. Se estima que el gremio pierde anualmente USD 7,4 millones por este problema.

Por eso, la empresa Agroeden buscó alternativas en el mercado europeo para el que producen en el mes 1 500 toneladas. “Nuestro principal cliente está en Francia, pero también tenemos presencia en Polonia, Italia, Holanda y Nueva Zelanda”, señala Pablo Ribadeneira, presidente de Agroeden.

Sin embargo, Asopiña continúa investigando la cura para el caracol. En el 2010 se emprendieron varios estudios para determinar el tipo de caracol y cómo combatirlo. Las investigaciones fueron hechas por técnicos extranjeros y de la Universidad San Francisco. Pero hasta ahora, no se han encontrado respuestas certeras.

Este año se inició una nueva investigación con el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias. Se cree que la especie llegó desde Costa Rica, que es el principal exportador de piña golden sweet en el mundo. Este país tiene una participación en el mercado mundial del 71%, seguido de Filipinas, EE.UU, Panamá y Ecuador.