Las flores de verano son uno de los productos que estaban protegidos por el SGP. Para los exportadores, quienes en semanas inician la temporada de San Valentín, el sistema es clave. Foto: Archivo / LÍDERES

Las flores de verano son uno de los productos que estaban protegidos por el SGP. Para los exportadores, quienes en semanas inician la temporada de San Valentín, el sistema es clave. Foto: Archivo / LÍDERES

Ecuador utiliza el SGP de EE.UU. desde hace más de cuatro décadas

5 de enero de 2018 18:20

Setenta años tiene de existencia el Sistema General del Preferencias (SGP) a escala mundial. Se trata de un mecanismo a través del cual un país permite que las exportaciones de otros ingresen a su territorio con menores aranceles e, incluso, sin pagar estos valores.

Nathalie Cely, exembajadora de Ecuador en Washington, explica que el sistema nació el 30 de octubre de 1947. “Es un acuerdo multipartes que le permite a una nación dar trato preferencial a otras en desarrollo sin que tenga que dar ese mismo trato al resto de países miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y que reclamarían el trato de nación más favorecida”.

En el caso de los EE.UU. se oficializó dentro de su legislación en 1974 bajo el título V de su Ley de Comercio. Se determinó el acceso libre de aranceles y contingentes (cantidad fija de artículos) para aproximadamente 3 500 productos de 127 países en desarrollo.

Christian Espinosa, expresidente de la Cámara de Comercio Ecuatoriana Americana de Quito (Amcham), explica que desde sus inicios Ecuador estuvo dentro del esquema de preferencias.

A partir de 1975 se han producido diferentes renovaciones. Estas se han hecho al introducir la propuesta en los diferentes proyectos de ley de tipo económico, entre los que están los de protección de pequeños empleos, normas de actos comerciales y arancelarios, de deudas, entre otros.

Espinosa dice que cuando se creó el SGP se determinó que cada país desarrollado podía tener su criterio para otorgar las preferencias por el tiempo que considerara, los productos que determinara y los países que calificaran, según las reglas de cada país. Lo que sí se fijó de forma general, para evitar discriminación, fue que la aplicación de los descuentos arancelarios debía ser igual para todos los beneficiarios.

Algunos de los otorgantes han sido Japón, Canadá, Australia, la Unión Europea, además de los EE.UU. De hecho, Ecuador también fue beneficiario del SGP Plus de Europa, aunque salió en el 2016 debido a que se convirtió en un país de renta media alta y concretó su acuerdo con el bloque.

Para acceder al SGP estadounidense, los países siempre han debido cumplir reglas entre las que están no ser comunistas; no haber expropiado, confiscado o nacionalizado bienes de los EE.UU.; no haber fallado en el cumplimiento de laudos arbitrales a favor de ese país, entre otras.

En el caso de que un beneficiario deje de cumplir con estos criterios podría perder el acceso al Sistema. Sin embargo, la salida depende de temas económicos. “Si la exportación de un país a los EE.UU. es muy grande no se le aplica la preferencia; o si copa gran parte del mercado de ese país”, aclara Espinosa.

Del esquema puede salir un país o un producto. Hay exportaciones, incluso, que estaban bajo otros esquemas de protección anteriores y no acceden al SGP.

Este último caso, en Ecuador, es el de brócoli, alcachofas, rosas y atún pounch. El Gobierno ha desarrollado diferentes estrategias para que se incorporen al Sistema, pero hasta el momento no se ha concretado este pedido.

De igual forma, Ecuador ha estado en riesgo de salir del esquema por presiones de empresas en EE.UU. entre las que está Chevron. El pedido para que quiten los beneficios a Ecuador sucedió en 2010, 2011 y el año pasado.

Ecuador no fue expulsado del sistema, sin embargo, el mecanismo venció para todos los beneficiarios el pasado 31 de diciembre. Se espera que en algún momento del primer trimestre se defina si se incorpora el pedido de ampliación en un proyecto de ley económica en los EE.UU.

Según Squiere Patton Boggs, una empresa lobbista estadounidense, el presidente de ese país, Donald Trump, espera que el SGP se renueve lo más pronto y que la ampliación sea por tres años. Eso, según Cely, facilitaría la aprobación por parte de la mayoría legislativa republicana.

Al exportador le importa el largo plazo

Entre los exportadores ecuatorianos existe una idea en común: que la política comercial de Ecuador con EE.UU. sea de largo plazo. Voceros del sector coinciden en que el Sistema General de Preferencias arancelarias (SGP) trae beneficios a la hora de ingresar al mercado estadounidense, pero advierten que estos son temporales y que lo importante es tener la certeza de trabajar de manera sostenible con compradores estadounidenses.

En Ecuador, las autoridades públicas y los empresarios están a la espera de la renovación del SGP, que venció el 31 de diciembre del 2017. El ministro de Comercio Exterior, Pablo Campana, anunció el pasado 28 de diciembre que Estados Unidos está dispuesto a mantener a Ecuador en el listado de países que tendrán la renovación.

“Después de la exposición que hicimos en una reunión de la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos, y posteriormente con los asesores para el Hemisferio Occidental del presidente Donald Trump logramos mantener nuestra postura de que Ecuador cumple con todos los requisitos para mantener esta elegibilidad”, dijo el funcionario en una entrevista con Diario EL COMERCIO.

Campana también anunció que la Cámara de Representantes y el Senado revisarán el tema del SGP el 19 de enero. “Pero independientemente de la fecha, las preferencias serán aprobadas y con carácter retroactivo. Quiere decir que el beneficio comenzaría a regir desde el 1 de enero. Productores y exportadores no corren riesgo”.

En la actualidad se cuentan alrededor de 300 subpartidas arancelarias ecuatorianas beneficiadas por el SGP, según Daniel Legarda, presidente ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor). Esas subpartidas representan unos USD 400 millones anuales en exportaciones al país norteamericano.

Según Fedexpor, los principales productos ecuatorianos que se benefician del mecanismo son: flores (no rosas), vegetales congelados, conservas de frutas y legumbres, procesados de madera, artículos de la construcción como cerámica o perfilería de acero, frutas como el mango, así como vegetales frescos, como yuca o quinua.

Para Christian Riofrío, director Ejecutivo de la Asociación Ecuatoriana de Industriales de la Madera, el SGP permite ser más competitivos frente a otros países. “Nos beneficia al tener la misma moneda, la distancia no es mayor y en general nos permite entrar con menores dificultades a un mercado que no es fácil llegar”.

El vocero de los industriales madereros añade que el sector es muy diverso y cada producto tiene mercados específicos. Así, explica Riofrío, las exportaciones de tableros aglomerados se concentran en Colombia y Perú. Mientras que el 90% de contrachapados va a EE.UU., así como muebles de cocina y en menor volumen los muebles de hogar.

Otro producto que usa el SGP es el mango. Bernardo Malo, vocero de la exportadora Refin y miembro del Directorio de la Fundación Mango Ecuador, explica que la fruta se exporta a EE.UU. desde inicios de la década de 1990. Él detalla que es una producto agrícola que tiene un tiempo de tránsito limitado y eso complica los envíos.

El 94% del mango de Ecuador va a EE.UU., por la proximidad y por la variedad que se genera en Ecuador y que gusta mucho en el país norteamericano.

Malo dice que sin el SGP, cada caja de mango de 4 kilos pagaría un arancel de 26,4 centavos. “Esto nos haría menos competitivos frente a otros productores”

Los consultados coinciden en la necesidad de que Ecuador tenga un tratado comercial con Estados Unidos, para no depender de mecanismos temporales como el SGP. El vocero de Fedexpor añade que el desarrollo del Ecuador no puede depender de mecanismos de corto plazo, que se deciden en Estados Unidos. “Se requieren mecanismos bien estructurados como un tratado comercial”.

Al respecto, Campana se inclina por un acuerdo similar al que se logró con la Unión Europea, que no es un TLC. “En este caso, no sería un acuerdo multipartes, porque sería entre Ecuador y EE.UU. Pero permite desgravar ciertos productos en subpartidas arancelarias en un período. Pero tomará tiempo”.

La administración de Trump pide extender el SGP por tres años

La administración del presidente estadounidense Donald Trump impulsa una ampliación de tres años del Sistema General de Preferencias (SGP). Así lo afirma un comunicado de la empresa Squiere Patton Boggs, emitido el 2 de enero .

Este sistema de preferencias unilaterales, que venció el pasado 31 de diciembre, permite que los productos de más de 120 países, entre los cuales está Ecuador, ingresen al mercado estadounidense sin pagar aranceles ni cumplir cuotas preestablecidas.

Para que vuelva a estar vigente es necesario que el Legislativo de EE.UU. autorice la ampliación del esquema. Aún no existe fecha fija para el tratamiento del tema.

Pero, la ‘lobbista’ indicó que el Gobierno de Trump espera que se realice lo más pronto posible.
India, Brasil y Tailandia son los mayores beneficiarios del sistema de preferencias, con USD 29 billones en exportaciones a los EE.UU. en el 2016 bajo el esquema, según información de la Oficina de Comercio estadounidense.

En un inicio el Gobierno de Trump prefirió no referirse al tema. Solo una vez que empezó el año nuevo se expuso abiertamente la posición de la Administración sobre este esquema que se considera de “larga data”.

El ministro de Comercio Exterior, Pablo Campana, indicó la semana pasada que conoce la información y señaló que es importante que exista protección por tres años para los productos del país, pero que la intención del Régimen es lograr, en el presente año, que se inicie negociar un acuerdo comercial con los EE.UU.

El funcionario dijo que han obtenido el reporte a través de sus contactos con la embajada de Ecuador en Washington.

El exembajador de Ecuador en EE.UU., Luis Gallegos, indicó que el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes debe tratar el tema. De lo que sabe, la ampliación se analizará como un proyecto independiente .

El ex funcionario cree que se debería armar “una estrategia nacional, público y privada, que permita ampliar la oferta exportable para empatar con un acuerdo. Generaría mucho empleo, que tanto se necesita, y traería divisas para sustentar la dolarización”.