En el 2017, el  incremento del precio del crudo representó ingresos adicionales por cerca de USD 4 millones por día para Ecuador. Una imagen de un campo petrolero en la Amazonía. Foto: Archivo / LÍDERES

En el 2017, el incremento del precio del crudo representó ingresos adicionales por cerca de USD 4 millones por día para Ecuador. Una imagen de un campo petrolero en la Amazonía. Foto: Archivo / LÍDERES

Tres proyecciones anuncian que el Ecuador crecerá en el 2018

30 de diciembre de 2017 11:41

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) coincidieron en una moderada recuperación económica de los países de la región en el 2018.

Sus estimaciones se basan en una reactivación mundial impulsada, sobre todo, por las principales potencias como EE.UU. y China, que son los mayores compradores de materias primas de Latinoamérica. Además, por una recuperación de los precios de los ‘commodities’ como el petróleo.

En el caso ecuatoriano, el FMI y la Cepal estimaron un crecimiento de 0,6 y 1,3%, respectivamente. Por su parte, el Banco Central del Ecuador (BCE) es más optimista y calculó un 2%.

Para el Régimen, este comportamiento se sustentará en la recuperación de la inversión (Formación Bruta de Capital Fijo – FBKF) que alcanzaría el 3,6%. Otro rubro sería las exportaciones de los principales productos no petroleros, que subirían un 3,5%.

El Gobierno también espera una inversión privada, que bordearía los USD 2 000 millones, en la construcción y minería. Finalmente, el BCE prevé una variación del 1,7% en el consumo privado o de los hogares. La razón sería una recuperación de la economía y del empleo a escala nacional.

Pero, el analista económico Alberto Acosta Burneo considera que la proyección de crecimiento del BCE es muy optimista porque, si bien el precio del crudo mejoró en los últimos meses, no significa un ingreso muy relevante.

Esto último porque el Gobierno debe pagar costos “muy elevados a las empresas petroleras para cumplir con los contratos que se firmaron durante la bonanza”.

Acosta Burneo agrega que el crecimiento de la economía ecuatoriana se sustentará en el endeudamiento público. En 2017, el Régimen movió la economía de esa forma. “Eso permitió lograr un mayor crecimiento que las estimaciones iniciales, incluso que las proyectadas por los multilaterales”. A mediados de este año el BCE calculó un 0,71% y tras una actualización subió al 1,5%.

El analista asegura que en el 2018 se mantendrá la misma estrategia. En octubre pasado, el Gobierno Nacional anunció una necesidad de endeudamiento de USD 10 000 millones para este año.

Acosta está preocupado porque el crecimiento no está impulsado por una recuperación de las ventas de las empresas, mayor productividad y competitividad, sino más bien se insiste en el gasto público. “No es sostenible en el mediano y largo plazos”.

Él se pregunta hasta cuándo se mantendrá esa alternativa porque se necesita hacer un recorte de su presupuesto. “El actual Gobierno o el siguiente tendrá que sincerar la economía y llevar al gasto público a un nivel sostenible”.

El analista económico Carlos Cordero coincide con ese criterio. Para él, el sector privado debería impulsar el crecimiento y el Gobierno debe alinear su política con ese objetivo y cambiar el pensamiento económico con respecto al gobierno de Rafael Correa.

Pero, Acosta recuerda que el presidente Lenín Moreno -cuando cambió al frente económico- anunció que eso no implica que modificaría el rumbo que ha planteado. “Esencialmente es una continuidad de la política económica del Gobierno anterior”.

El 13 de diciembre, el analista Walter Spurrier presentó las Perspectivas Económicas para el 2018 en la Cámara de Comercio de Guayaquil. Para él, el resultado de la consulta popular marcará también el escenario económico.

Según Spurrier, si se aprueba la no reelección indefinida, Correa no podrá ser candidato el 2021, lo que implicaría que el sucesor de Moreno sería alguien de su línea o de la oposición. “Causará alivio en el sector privado. Pero si gana el no en la consulta, la posibilidad del regreso de Correa llevaría a los agentes económicos a decir que hay un riesgo en su retorno y un revanchismo... y desestimularía la inversión privada y deterioraría el entorno para el 2018 en adelante”.

La economía regional no pierde su dinamismo

Centroamérica tendría este año una tasa de crecimiento de 3,6%, por encima del 3,3% de 2017, de acuerdo con las estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Es decir, lograría mejores resultados que Sudamérica como ya ocurrió durante el año pasado.

El Caribe, por su parte, crecería un 1,5% frente a la casi nula expansión del año pasado. La causa fundamental sería el gasto en reconstrucción de los daños causados por los huracanes Irma y María, señaló el informe del Balance Preliminar de las Economías de América Latina 2017 de la Cepal.

Panamá, República Dominicana y Nicaragua se mantendrán como las economías de mayor crecimiento en América Latina y el Caribe, tanto en las previsiones de la Cepal como en las del Fondo Monetario Internacional (FMI). Ese comportamiento se registra desde el 2015.

Para el gerente de Desarrollo de Negocios de la transnacional estadounidense Manpower, Ariel Ayala, el crecimiento de Panamá está fundamentado en el sector externo de servicios.

A eso se suma la inversión extranjera directa, que el año pasado alcanzó los USD 5 000 millones. Además, los aportes anuales del Canal de Panamá al Gobierno, que subieron un 60% y llegaron a los USD 1 650 millones.

Otros factores que impulsan el crecimiento de este país centroamericano son el aumento del tránsito aéreo de pasajeros en el aeropuerto de Ciudad de Panamá y el costo de la vida. De acuerdo con los últimos informes del Gobierno, la inflación anual apenas creció un 0,4%.

La inclusión de Panamá en la lista de paraísos fiscales de la Unión Europea (UE) no preocupa mucho a la economía real, dijo el presidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas, Héctor Cotes. Según él, en ocasiones anteriores si bien afectó la reputación, no incidió en la inversión extranjera.

En el caso de Nicaragua, el Gobierno prevé que continúe el dinamismo económico observado durante el año pasado. El presidente del Banco Central, Ovidio Reyes, espera que las exportaciones sigan impulsando el crecimiento de la economía.

“Se espera una mayor recuperación de la demanda interna de consumo e inversión, impulsadas por los ingresos de exportación y el inicio de importantes proyectos de infraestructura en el sector público”, agregó Reyes.

República Dominicana, que es la segunda economía de esa región con mejor comportamiento, sustenta su dinamismo en la minería, turismo, sector agropecuario y construcción.
Para México, la Cepal estima que crezca un 2,4% debido al mejoramiento del comercio mundial, aumento de los ingresos públicos petroleros y reconstrucción de daños ocasionados por los desastres naturales de 2017.

Sin embargo, la Cepal anunció que México enfrentará riesgos ligados al cambio en las condiciones financieras internacionales por nuevos incrementos de las tasas de interés externas, efectos negativos por la reforma fiscal en EE.UU., que podría afectar al flujo de inversión.

Adicionalmente, el desenlace de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan).

Durante la presentación del Balance Preliminar 2017, que se realizó en diciembre pasado, la Cepal también hizo recomendaciones para los países de América Latina y el Caribe. Entre otras, que amplíen el espacio fiscal de acuerdo con la realidad de cada uno y con tareas diferenciadas.

Es vital ampliar las vías de cooperación internacional, evaluar los espacios para el uso de crédito público y fortalecer la provisión de bienes públicos con un alto rendimiento económico y social.

Bolivia, Paraguay y Perú liderarán el ranking regional

Bolivia logrará el 2018 el mejor comportamiento económico entre los países de Sudamérica, de acuerdo con las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Ese liderazgo ininterrumpido lo mantiene desde el 2014.

El ministro de Economía boliviano, Mario Guillén, anunció que ese país mantendrá la estabilidad debido al crecimiento económico, una demanda interna activa y “un escenario externo, que debe mejorar”.

Él dijo que los altos niveles de inversión pública dinamizan la economía y la demanda interna, a través de la construcción de hospitales, vías, escuelas, proyectos de electricidad, etc. La inversión pública para el 2018 alcanzará los USD 7 500 millones, casi el mismo monto que el año pasado.

El FMI y la Cepal coincidieron que Paraguay, Perú y Uruguay ocuparán los siguientes lugares en el ranking regional de crecimiento económico. De acuerdo con el informe Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2017, presentado en diciembre pasado por la Cepal, para este año se pronostica un mayor dinamismo en las economías de América del Sur, que crecerían un 2%. Es un resultado superior al registrado en el 2017, que llegó al 0,8%.

Para la Cepal, se sustentará en el mayor dinamismo de Brasil y la aceleración económica de países que crecían a tasas moderadas durante los años anteriores. Entre otros destacó a Chile, que pasará del 1,5% el año pasado al 2,8% en 2018, principalmente por un repunte de los precios del cobre.

Lo mismo ocurrirá con Colombia, que pasará del 1,8 al 2,6%, entre ambos períodos. Una de las causas principales será el impulso a las inversiones tras el acuerdo de paz con las FARC.
En el caso de Perú mejorará del 2,5% al 3,5%, pese a las pérdidas causadas por las inundaciones. La misma tendencia de crecimiento para estos tres países pronosticó el FMI, aunque los porcentajes son diferentes.

Liliana Espinosa, líder de Fusiones y Adquisiciones para América Latina de la firma global Baker McKenzie, también destacó a Chile, Perú y Colombia. Ella consideró que estas tres naciones muestran más oportunidades para atraer la inversión.

Brasil, por su parte, logró cortar ocho trimestres de caídas consecutivas, pero la confianza está ligada a la situación política, de acuerdo con los organismos internacionales. Precisamente, el panorama político genera expectativa porque habrá elecciones en Brasil, Colombia y Paraguay.
En este último país, según los análisis, uno de los retos del nuevo Gobierno será trabajar en prioridades de política para conseguir preservar la envidiable estabilidad económica.

Este organismo señaló que uno de los factores más decisivos para el éxito paraguayo fue la adopción, desde el 2011, del régimen de metas de inflación, “que ha servido de buena guía a la política monetaria”. El otro es la Ley de Responsabilidad Fiscal, que sirve de ancla a la política tributaria.

El FMI y la Cepal también coincidieron que Argentina repetirá el crecimiento alcanzado en el 2017. Su análisis se centra en un aumento de la demanda interna, caída de la inflación y mayores inversiones en infraestructura.

Su vecino, Uruguay, ocupa los primeros puestos del ranking sudamericano por el incremento de la demanda interna y la expansión del crédito.

Venezuela, que experimentará su cuarto año de recesión. Ccupará el último lugar entre los países de América Latina y el Caribe. “La situación es complicada. Es difícil de predecir porque hay muchos factores más allá de los económicos”, dijo el economista jefe del BID, José Juan Ruiz.