El comercio digital toma mayor fuerza en medio d la pandemia del covid-19. Los consumidores se van adaptando. Foto: Freepik.es

El comercio digital toma mayor fuerza en medio d la pandemia del covid-19. Los consumidores se van adaptando. Foto: Freepik.es

El ecuatoriano se divide entre la compra digital y la física

2 de julio de 2020 11:22

Pese al importante dinamismo que tuvieron las compras en línea al inicio de la crisis sanitaria generada por el covid-19, hoy en día un grupo de ecuatorianos todavía está dispuesto a adquirir productos de manera física, en locales comerciales.

El estudio Transacciones electrónicas en Ecuador durante covid-19, elaborado por la Cámara Ecuatoriana de Comercio Electrónico (CECE), la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UESS) y el Banco Pacífico, muestra que más personas comenzaron a comprar electrónicamente tras el virus. 

Para armar el documento se recolectaron de manera virtual 1 225 encuestas a finales de mayo.
El documento indica que el 32,40% de los consultados prevé seguir adquiriendo bienes y servicios de manera digital, pero el 40,10% asegura que irá a la tienda física aunque con menor regularidad. Consumidores como Fernando, jubilado y residente en el sector de El Condado, ya tienen ese comportamiento de compra.

Él adquiere comida de restaurantes a través de una aplicación. “También he hecho compras de productos de supermercado. Sin embargo, yo sí suelo ir a comprar el pan en la panadería y me ha tocado ir a ver repuestos para mi auto en sitios especializados”.

Fernando tiene 63 años y desde antes de la pandemia ya era un hábil comprador por Internet.
A otros, la crisis les obligó a realizar su primera experiencia de compra en línea. El estudio revela que 13 de cada 100 encuestados empezó a hacerlo por el covid-19; les motivó el miedo al contagio, las dificultades de movilizarse debido al toque de queda y la necesidad de adaptarse a los cambios en el estilo de vida que trajo el virus.

Líderes, infografía

Mariana es también jubilada y tiene 64 años, vive en San José de Jarrín. Los días más difíciles de la cuarentena se quedó sin alimentos y no tuvo otra alternativa que usar Internet.

“Ingresé a la página de almacenes Tía con la guía de mi hijo. Asomaban los productos con sus precios. Escogí los de primera necesidad. Fue rápido. La situación era muy complicada, por lo que las cosas se demoraron un poco en llegar. Me fue bien y, aunque he regresado al supermercado físico, sí volveré a comprar en línea”.

Como parte de los hallazgos del estudio, no hubo mayores diferencias entre grupos etarios, de género o nivel socio económico en cuanto a la compra electrónica. Incluso, las personas de estrato bajo o adultos jóvenes, que estaban rezagados, lo hicieron.

Eduardo, de 26 años y oriundo de Manta, comenta que allá no existen las grandes plataformas de compra digital, pero sí los llamados “moto servicio”. A través de un número de Whatsapp solicitan la compra de productos en supermercados, restaurantes, ferreterías, entre otros negocios ubicados en esa ciudad.

Precisamente, el estudio revela que esa ‘app’ fue la que más usaron las personas para comprar tras la pandemia.

Silvana Dakduk, directora del Observatorio de Comercio Electrónico de la UESS, indicó que a whatsapp le siguen las aplicaciones móviles, páginas web, redes sociales, portales de comercio electrónico, etc.

Los resultados sobre las opciones de compra no generan sorpresa entre expertos digitales. Giovanni Bastidas, director académico de las maestrías en mercadotecnia de la Universidad de Las Américas (Udla), explica que whatsapp se convirtió en una vía para que los pequeños negocios o comercios barriales tuvieran la oportunidad de insertarse en el mundo digital de manera rápida. Además, es fácil para gente de cualquier edad hacer su pedido por esta aplicación y recibir la retroalimentación del vendedor.

Bastidas agrega que la llegada de covid-19 obligó a que se vaya rompiendo la desconfianza que existía para comprar vía Internet. Los expertos coinciden en que el reto de los negocios, ahora, es lograr que el consumidor vea a lo digital como una opción permanente.