Ecuador se mantiene como uno de los países de la región en donde más se desarrolla la actividad emprendedora temprana (TEA, por sus siglas en inglés). La semana pasada se presentó el informe y ahí se detalla que, hasta el 2019, tres de cada 10 adultos emprendieron.
Sin embargo, tener una TEA elevada no es una buena noticia, porque eso también significaría que el emprendimiento crece a la par de la reducción de las plazas formales de empleo. Y eso es algo que está sucediendo no solo en el país sino en el mundo, por efectos de la pandemia. De acuerdo con reportes de la OIT, los más afectados por el desempleo actualmente son los jóvenes.

En medio de un escenario complejo y, tomando en cuenta que se darán más pérdidas de empleos, habrá más emprendedores y más emprendimientos. Lo importante es que esas nuevas iniciativas apunten hacia mercados en donde se puedan atender necesidades insatisfechas y crear negocios por oportunidad.

La tecnología es una buena opción para apuntalar nuevas ideas de negocios y, en algunos casos, llegar a suplir aquellos vacíos que lamentablemente han dejado otras empresas por la crisis.