Los socios se acercaron a las agencias para retirar el dinero de sus ahorros y pólizas. Foto: Tomada de Pixabay.

lA educación financiera es importante. Foto: Tomada de Pixabay.

Sofía Ramirez
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La empresa debe apoyar la educación financiera

7 de diciembre de 2016 12:25

Ahorro o endeudamiento son dos temas que, en ciertos casos, no se toman en cuenta dentro de las empresas. Estos dos factores influyen en el comportamiento del colaborador de una compañía, según expertos en educación financiera y talento humano.

Si un empleado tiene un buen equilibrio financiero, si conoce bien los conceptos de educación financiera su rendimiento será mejor. De lo contrario su desempeño laboral se afectará según Christian Lascano, gerente de la firma Hunter and Hunter.

Por tal razón, la educación financiera es vital como tema de capacitación interna en las empresas. Para esto, dice Lascano, las áreas de recursos humanos deben liderar programas para ofrecer a los colaboradores información general sobre finanzas personales.

“La educación financiera debe tomarse como charlas de reflexión en el sentido que se pueda analizar la realidad financiera de cada uno”, dice el experto. Los programas deben contener una planificación que integre charlas o capacitaciones que puedan realizarse al menos una vez por mes. También, están otras técnicas como trivias o apoyo con material didáctico.

Las capacitaciones tienen que manejarse en grupos pequeños de personas: máximo de cuatro o cinco colaboradores. Con esto se puede profundizar más el tema, escuchar las inquietudes, y de ser el caso asesorar en realidades específicas que necesiten una mejora en las finanzas.

Para Lascano, lo más importante es la fase de capacitación. No solo porque se le enseña al colaborador temas básicos como el manejo de los ingresos, tarjetas de crédito o sobre las deudas. Si no que se tiene la posibilidad de enseñar sobre la planificación financiera. Y este tema en particular es la base para que el programa de educación financiera tenga éxito, menciona el vocero de Hunter and Hunter.

También es válido, usando el correo electrónico corporativo, enviar a los colaboradores, dos veces por mes, consejos prácticos o ‘tips’ del ahorro, con la consigna de que aprendan a guardar sus ingresos para cualquier eventualidad.

Sin embargo, Lascano explica que elaborar capacitaciones lúdicas -como teatros o juegos- no ayudan a concienciar en los colaboradores sobre el manejo de las finanzas personales. “La educación financiera es un tema más formal”.

Otra clave está en que los colaboradores con suficiente información, como los del área financiera, compartan sus conocimientos.

Para Carlos de la Torre, director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), la educación financiera debe enseñarse con un lenguaje sencillo y claro. Además, como los empleados de una empresa manejan directamente sus recursos, se debe enfatizar en temáticas como el consumo responsable de la tarjeta de crédito, compras inteligentes y cómo equilibrar sus ingresos y acerca del endeudamiento.

Para Daniel Dávalos, gerente de la empresa colocadora Selecta, el área de recursos humanos debe manejar la educación financiera con un solo objetivo: mejorar el desempeño y productividad de sus colaboradores. Por eso, sugiere crear sistemas o planificaciones, de manera periódica, e instruir al personal.

Aunque la educación financiera no es responsabilidad absoluta de las empresas, se lo ve como una buena práctica. Y la asesoría de estos temas es mejor si es parte de la planificación para mejorar el clima laboral.

Dávalos explica que si bien los talleres y las capacitaciones son la principal arma para instruir en tema de finanzas personales en los colaboradores, también se deben hacer públicos los beneficios del ahorro.

Por ejemplo, Dávalos señala que los descuentos de compras en cadenas de ropa o electrodomésticos que en ocasiones ofrecen las empresas, no es un punto positivo. “En lugar de enseñarles consejos de compra inteligente, les incentivamos a veces al consumo desmedido”. Por eso es mejor evitar este tipo de ‘beneficios’, más en tiempos de desaceleración económica.

El entrenamiento constante en la administración del dinero en cambio, es el valor agregado que todo colaborador deseará adquirir. Por eso es importante que en las capacitaciones, se pueda evaluar simulaciones de cómo se maneja una planificación financiera personal o un diario de gastos.

En cambio, otras empresas, en tema de educación financiera se enfocan en el tema del ahorro. Aunque no lo hagan en la misma firma se recomienda el que un colaborador ahorre un 20% de sus ingresos. Como premio se les entrega bonificaciones: “la idea es fortalecer una cultura sobre el manejo responsable del dinero”, indica Dávalos.

Guillermo Granja, profesor de la Universidad Tecnológica Ecotec, en Guayaquil, señala que en las capacitaciones de educación financiera, además de los temas generales hay que fortalecer la importancia de tener liquidez asociada a los negocios.

Esto con miras al ahorro pero también con la idea de que el colaborador algún día pueda tener un capital para su propio proyecto: “saber que con un capital se puede conseguir materia prima para elaborar algún producto puede motivar a los empleados que quieren emprender”.
Granja también sostiene que con la realidad económica del país, las empresas deben fomentar estos programas educativos.