La sucesión en las empresas familiares es una preocupación creciente de los reguladores globales, dice PwC.

La sucesión en las empresas familiares es una preocupación creciente de los reguladores globales, dice PwC. Foto: freepik.es

Los retos de las empresas familiares

12 de marzo de 2021 06:48

Las empresas familiares requieren un nuevo enfoque que les permita alcanzar un éxito duradero. Esa nueva mirada debe basarse en la transformación digital acelerada, objetivos de sostenibilidad y un gobierno familiar profesional.

Estos aspectos son medidos en la décima edición de la Encuesta Global de Empresas Familiares, de la firma PwC, que revela el pensamiento actual y perspectivas futuras de 2 801 líderes de empresas familiares, en 87 territorios.

En temas de sostenibilidad, las compañías de ese tipo corren el riesgo de quedarse atrás, analiza la consultora organizacional. Si bien más de la mitad (55%) de los encuestados vio el potencial de su negocio para liderar esos procesos, solo el 37% tiene una estrategia definida en esta materia.

Estas organizaciones son conscientes de su responsabilidad hacia la sociedad, pero desde un enfoque tradicional. Más del 80% participa en actividades proactivas de responsabilidad social y el 71% buscó retener a la mayor cantidad de personal posible durante la pandemia, indica el sondeo.

“Las empresas familiares deben adaptarse a las expectativas cambiantes. De no hacerlo, están creando un potencial riesgo comercial. No se trata solo de manifestar un compromiso, de hacer el bien, sino de establecer objetivos significativos e informes que demuestren un sentido claro de sus valores y propósitos cuando se trata de ayudar a las economías y sociedades”, considera Peter Englisch, líder mundial de empresas familiares de PwC.

Sin embargo, los encuestados mostraron optimismo acerca de la capacidad de sus negocios para resistir y seguir creciendo en este año y el próximo. Un 64% espera crecer en el 2021 y un 86% prevé un incremento para el 2022.

Ante los desafíos de la pandemia, las empresas demostraron una rápida adaptación en cuanto a las modalidades de trabajo: el 80% permitió que sus empleados trabajen desde casa. No obstante, hay inquietudes sobre sus fortalezas en cuanto a la transformación digital: 62% de los líderes de empresas familiares describió las capacidades digitales de sus respectivas organizaciones como “no sólidas” y otro 19%, como un trabajo en progreso.

Englisch considera “preocupante” que estas empresas se estén quedando atrás en la curva. “Existe una clara evidencia de que tener capacidades digitales sólidas permite la agilidad y el éxito”.

Consolidar el Gobierno familiar es otro de los desafíos de estas compañías. Un 79% afirmó tener algún tipo de procedimiento o política de gobernanza, pero las cifras caen drásticamente en áreas importantes. Por ejemplo, poco más de una cuarta parte asegura tener una constitución o protocolo familiar, y solo el 15% ha establecido mecanismos de resolución de conflictos.

El líder mundial de empresas familiares de PwC advierte que existe una creciente preocupación por parte de los reguladores de todo el mundo sobre la sucesión de empresas familiares, especialmente con un tercio de las empresas de primera, segunda o tercera generación, que esperan que la próxima generación se convierta en accionistas mayoritarios en los próximos cinco años.

“Es de vital importancia que las empresas tomen la iniciativa para garantizar que cuentan con procesos formales, que puedan asegurar la estabilidad y la continuidad a largo plazo”, subraya.
Las empresas familiares representan más de la mitad del PIB mundial; por tanto, son motores de crecimiento y recuperación en tiempos de grandes desafíos, subraya la consultora.

Las conclusiones de la Encuesta de empresas familiares 2021 muestran que la mayoría de estas firmas no está cumpliendo con sus compromisos de sostenibilidad; están luchando por cerrar la brecha digital y, en el frente interno, todavía tienen dificultades para navegar la dinámica familiar, incluso cuando se enfocan en lograr la sucesión correcta.

El mensaje de PwC para estas compañías es que el mundo no solo espera que ayuden a reconstruir la economía, sino también la confianza pública. “Esto significa aprovechar sus fortalezas, redescubrir sus raíces empresariales, involucrar a la próxima generación y pedir ayuda externa para que pueda ver (y abordar) sus puntos ciegos”, recalca.