Arturo Castillo / Motivador y Prof. De Técnicas Psicorrelajantes
Descrición
¿Te sirvió esta noticia?:
Si 0
No 0

Enero, mes de angustias laborales

El mercado laboral es cíclico y caprichoso, más a inicios de año. Por razones operativas y contables, porque el nuevo calendario marca un nuevo punto de partida, enero depara novedades, no siempre positivas.

La ambivalencia de enero es evidente, pues mientras a algunas personas se les abren puertas, nuevas posibilidades laborales, otras deben alistarse para enfrentar la desocupación. En el primer caso, la persona entrará en un proceso de adaptación e inserción. Deberá empaparse de todo lo relativo a la empresa, si acaso no lo hizo antes de aplicar; de todo lo que tenga que ver con sus tareas.

El tacto será vital, pues aquello de “entrar pateando al perro” podría acarrearle dificultades. Lo primero será tejer alianzas, ‘arrimarse’ a ese personaje que se las sabe todas, que tiene sus influencias.

Él conoce de qué pata cojea el jefe, sabe cómo lidiar con la malhumorada recepcionista.

Hacerse de entrada el sabelotodo, jugar a ser un ‘nerd’, puede generar celos y envidia; de manera que le convendrá pasar desapercibido. Mejor que le tomen por lento, a que sientan que quiere llevarse a todo el mundo por delante.

Tiene que reconocer la idiosincrasia de la organización, quién en verdad manda, el poder detrás del poder. Con quién tiene que andarse con cuidado.

Más vale tener abundantes preguntas que un montón de respuestas. En otras palabras, tiene que mantener un perfil bajo, confundirse entre el montón.

Pasada la tempestad, cuando tenga signos de aceptación del grupo y del jefecito, puede empezar a ser él mismo, sin que se le pase la mano.

El desocupado, por su parte, no debiera sentirse derrotado. Tendrá que enfrentar la realidad con optimismo, pero también con objetividad; prometerse, por ejemplo, no repetir los errores que le costaron el trabajo.

Le servirá muchísimo reconocer que fue una equivocación dar por sentado que tenía un trabajo ‘seguro’. El juego del cálculo, “no es mi responsabilidad”, “ya cumplí con mi horario”, quedará desterrado; en su lugar, “cuenten conmigo” y “yo quiero hacerlo” tendrán predominio, como actos concretos.

‘Mientras a algunas personas se les abren puertas, otras deben alistarse para la desocu- pación’

Escriba a Arturo Castillo